Prólogo

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La Biblia dice que las personas no tienen una segunda oportunidad luego de la muerte. No vuelven como alguien diferente o como un animal, se termina todo allí y luego viene la vida eterna en el reino de los cielos. La reencarnación nunca fue una opción para los católicos y cristianos. 

Por otra parte, en religiones como el budismo, hinduismo y taoísmo la creencia de la reencarnación siempre estuvo presente. Dicen que cada vez que una persona muere, su alma vuelve a otro cuerpo pero de manera más evolucionada. Una vez que aprendan los errores de sus vidas pasadas se volverán seres más inteligentes, mental y emocionalmente. Luego, podrían vivir en el Nirvana, o como es mejor conocido, el cielo.

Estas almas se encontraron hace cientos de años y se buscaron en cada una de sus nuevas vidas, siempre encontrándose y volviéndose a perder. Más de quinientos años después, se cruzaron una vez más y esta sería su última oportunidad para alcanzar la felicidad y superar todo lo que se les pusiera en frente. En el caso contrario, sus almas jamás alcanzarían el paraíso y deambularían por la eternidad.

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