19: "Remember""

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En estos momentos de mi vida era la persona más afortunada de las murallas al no estar mi cabeza colgando en la oficina del capitán Levi Ackerman como un trofeo.
Llevaba solo unas horas despierta luego del incidente con la titan femenina y aún seguía respirando, por lo que mi ejecución por desobedecer a mi superior no estaba pautada para hoy. Me aliviaba de cierta manera.

Miré el techo de madera mientras repasaba los últimos sucesos buscando notar mis errores y reflexionar por que había fallado en casi todos los enfrentamientos. Siempre había tenido el pensamiento de que mis habilidades eran suficientes para matar titanes con eficacia, pero la realidad era que necesitaba analizar más a mis oponentes y no subestimarlos. En parte la culpa de las muertes de la expedición  recaían en mi, se suponía que mi reclutamiento en las filas de la legión significaría un descenso del número de muertes de los soldados, pero el escuadrón del capitán Levi estaba muerto y sería la primera a quien culparían cuando cruzara el umbral que da paso al comedor.

Cuando me sentí un poco mejor me senté y suspiré sonoramente cerrando los ojos en el acto, no me agradaba la idea de salir y encontrarme con El Capitan, y mucho menos con el comandante Smith. Desobedeció a Erwin por ir a buscarme, lo que significó que su soldado más fuerte comprometiera su vida por alguien que se supone que debería valerse por si misma, si mi ejecución no era su decisión, estaba segura que tomaría medidas conmigo, no le convenía que alguien tan peligroso para la humanidad no obedeciera órdenes con eficiencia.
Sacudí la cabeza buscando poner en segundo plano mis preocupaciones y me levanté tomando la capa de la legión para posteriormente colocármela, abrí la puerta y me recibió el pasillo desierto, me quedé quieta unos segundos y no escuché absolutamente nada. Me extraño sentir pocas presencias cerca.

—O salieron a buscar provisiones en grupos, o murieron más soldados de lo que pensé

Bajé la escalera y me dirigí al campo de entrenamiento. El panorama era frío, pues indicios de lluvia parecían amenazar en caer.  Comprobé el estado de mis heridas y retiré las vendas para dejar que el humo característico de mi recuperación emergiera libremente.  No sabía exactamente qué hacer, todo estaba tan silencioso que me ponía nerviosa. Pensé en ver a Eren, pero si no me estaban vigilando y me encontraban en el sótano podrían acusarme de intentar alguna jugada en contra de la legión,  sabía que mi desempeño no había sido el mejor y todos me veían como un arma, la cual falló.
Me permití perderme nuevamente en mis pensamientos sentándome en el límite del campo y el cuartel, mirando vagamente como la lluvia cubría todo a su paso.

—Mocosa suicida, pensé que tendría que eliminarte cuando no te vi en tu habitación—me sobresalte al escuchar su voz seria. Esta vez la sentía más gélida que de costumbre.

Callé por unos segundos pues no tenía excusa para todas sus acusaciones.

—Escucha, (T/N)—se sentó a mi lado y puso sus ojos en mi—La legión no necesita soldados inútiles que no sean eficientes allá afuera, no se trata solo de matar, la estrategia y estudio del enemigo es vital. Si eres estupido estas muerto—
Baje un poco la cabeza.

—Ni pienses que volveré a jugarme el pellejo por una idiota impulsiva, podría matarte por insubordinación y acabar con esto—me atreví a mirarlo y no se veía amenazante como pensé—te di una maldita orden

—Lo sé, señor—mi voz estaba un poco ronca—no sabía lo que era intentar matar a un titán cambian...

No me dejó terminar

—No, maldita sea—no entendí su comentario—¿Tan poco te importa tu vida, Knox?. Mi orden fue que te mantuvieras con vida, no que pretendieras tener aires de heroina y enfrentarte a un maldito titán cambiante tu sola y en esas condiciones. La única orden que tienes que tener siempre por encima de cualquier otra es vivir, puedes perfectamente cumplir todo sin poner un pie en la tumba

Be Brave-Levi Ackerman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora