41: "Mercenary"

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Terminé de asearme y limpiar el pañuelo de Levi, afortunadamente la sangre salió fácil al no haberse secado completamente y me sentía conforme con el resultado, lo había dejado en la ventana para que secara. Ya que salir de aquí no se me hacía simpático, me sentía mejor con el uniforme limpio, y tomé el atrevimiento de recostarme sobre su cama perfectamente tendida la cual sé que debería tender igual de bien cuando me levantara, pero estaba cansada y a juzgar por el movimiento de abajo, Levi no vendría pronto. Me permití descansar un poco y cerrar los ojos, sin bajar la guardia. El mínimo ruido de alerta me haría saltar como un depredador, podía sentir que Akira estaba rondando la zona, era extraño, yo ya estaba fuera de la celda y si ponía un pie aquí le cortaría el cuello. No podía esconder el hecho de que me intrigaba saber de que hablaba cada vez que nos veíamos. ¿Ymir?, ¿Algo así como una deidad?, no me sorprendería viniendo de un culto, una secta extraña y poderosa.
Yo solo creía en lo que podía ver, y rechazaba su discurso de "ser la elegida". No, yo no permitía que alguien más cargara con esto. Akira ya había perdido su humanidad y no podría cambiar nunca en lo que se había convertido, una guerrera forjada a base de rencores, ordenes, castigos y sufrimiento, era mi hermana pequeña, y lamentablemente nadie la había tendido una mano cuando lo necesitó, dejándola sumergir en aquella profundidad de dolor. Sentía lástima, yo misma había pasado por lo mismo, y estaba dispuesta a eliminar a quien nos condenó a esto. Lo buscaría, en cada rincón de estas murallas, si ya era una asesina, ¿Por qué dudaría en matarle?

...........

No noté en qué momento me sumergí en un profundo sueño, pero sentía el aire frío en cada inhalación, había comenzando el invierno. No me moví, pues estaba oscuro y no tenia más nada que hacer, estaba medio adormilada aún y con intenciones de seguir durmiendo me di la vuelta para quedar de costado.
A los pocos segundos escuché que la puerta se abrió, pero no quería levantarme e ignoré su llegada. La cama se hundió de un lado y lo escuche suspirar. Sabiendo que no tenía intenciones de perturbar mi descanso continúe durmiendo.

Por otro lado, Levi se animó a observar a su subordinada, la daba paz verla descansar, más cuando el mismo no podía hacerlo, sus horas de sueño eran increíblemente escasas y siempre se mantenía alerta, despierto, sin querer permitir sumirse en un estado de descanso donde aún lo perseguiría todo aquello con lo que cargaba. Y se encargaría de cuidar su sueño, pasando otra noche en vela.

A través de las tormentas cabalgaremos
Y batallas peleadas bajo el cielo furioso
A través de ojos vigilantes
Sin miedo respiramos, con susurros a través de las árboles antiguos
Donde crecen las leyendas, nos vamos de casa

Me removí cuando empecé a sentir mas frío, debía estar nevando para que mi temperatura corporal se viera afectada de aquella manera.  Me senté bostezando y restregando uno de mis ojos, acomodaría la colcha para seguir durmiendo, puesto que aún no amanecía y no tenía agenda militar pendiente. Cuando mis canales respiratorios se acostumbraron a inhalar el aire frío, fui capaz de captar el olor de Levi bastante fuerte en la habitación. Miré hacia mi derecha y allí estaba, observándome.

—Pudiste matarme de un susto—murmuré con voz adormilada, si no me hubiese percatado de ese detalle la habría saltado encima del susto que me pudo haber dado. No era precisamente normal que alguien te observara dormir.

—Eres tú la que está en mi habitación, tengo derecho a estar y observar todo lo que está aquí—no me lo tomé mal y me volví a recostar, sabía que si le disgustaba mi presencia ya me habría corrido sin pensarlo dos veces.

—Está helado, ¿Cómo puedes quedarte ahí?—pregunté cerrando los ojos abrazando la colcha. Pronto me volvería a dormir.

—No exageres, no es la gran cosa—su tono de voz era tranquilo, se sentía tranquilizador escucharlo en medio del silencio que envolvía aquella madrugada.

Be Brave-Levi Ackerman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora