Be Brave-Levi Ackerman

40: "Revelations"

¿Seria muy mala idea quebrar los barrotes de la celda?

Me encontraba aburrida y con hambre, habían pasado aproximadamente unas cinco horas desde que había despertado y no había ningún avistamiento de algún soldado que me informara mi situación. No había roto ninguna regla—sin incluir que ataqué a Levi—y ni siquiera había sido intervenida para ser llevada a juicio. El olor a sangre seca ya me estaba mareando, mi uniforme estaba manchado y rasgado en los brazos, tenia una cicatriz en mi costado que no sabía de qué, y el pañuelo impecable de Levi estaba teñido de color carmesí y polvo. Más bien era una suerte no haberlo perdido, pero a juzgar por el estado en el que se encontraba y que casi lo mato, no estaría muy feliz que digamos. Hasta Entendería si cedía mi custodia a la policía militar, a estas alturas ya había perdido el miedo hacia ellos, pero tampoco era como que me agradase la idea de ser parte de su facción.

Necesitaba hablar con Eren, teníamos que llegar a un acuerdo con el uso de la coordenada, o mínimo que mantuviera a raya sus emociones en momentos así, yo pagaba por sus pensamientos precipitados y no quería ver mis manos manchadas de sangre por órdenes de otra persona. Nunca más. Levi era el único que tenía derecho a decirme que hacer como soldado, más no como "persona", o lo que sea que fuera yo.

Un ápice de rebeldía se asomó en mi cabeza y me levanté tomando los barrotes. Hice presión para intentar separarlos y un chirrido me alertó soltándolos rápidamente. Que oportuno.

La puerta se abrió dejando ver a mi superior acompañado del chico que trajo el cuerpo de Erwin, Hanji—Quien me sorprendió ver viva— y Jean, sosteniendo un rifle.

Suspire aliviada al saber que estaban bien, pero sus expresiones eran serias y ellos no parecían estar contentos de verme.

—Claro que no lo estarán, tú eres una simple pieza en este juego—me recordé mentalmente la realidad y endurecí mi expresión.

—¿Estabas intentando quebrarlos?, vaya canija, eres asombrosa, ¿Levi, puedo dejarla que lo haga?, quiero tomar nota de eso—me sorprendió el tono de curiosidad de Hanji al notar lo que estaba haciendo, a juzgar por su expresión recién al verme pensé que no estaba de humor. Se acercó a los barrotes para examinarlos, pero la mano de Levi en su hombro la frenó.

—Ten cuidado, cuatro ojos, por algo está en una celda—me hirió ligeramente su comentario. Poco a poco había empezado a aceptar quien era, pero escucharlo de él dolía un poco.

—Si capitana, si se acerca voy a quebrar los barrotes y cortarle la yugular—Dije sarcásticamente a lo que ella solo soltó una risotada y el chico con peinado ridiculo alzó el rifle.

Pobre, una bala es una de las cosas que menos me hace daño.

—Informaré a la soldado Knox de su estado legal, Hanji, ve con Eren y con Ackerman, llévate a Jean y a Flotch—Levi habló calmado corriendo a los presentes. Por fin me dirigió la mirada y la verdad no sabía cómo evaluar su expresión. ¿Molesta, seria, triste?

Hanji me guiñó un ojo y le sonreí ligeramente, en serio me alegraba verla aquí. Y saber qué tal vez había logrado salvarla frenando su caída.

Cuando la puerta se cerró, Levi le puso seguro y me puse un poco nerviosa, me intimidaba su presencia igual que la primera vez que lo conocí. Con una mirada podía dejarte congelado o hacerte sentir como la peor decepción que podía existir.

Se acercó y abrió la celda, más no entró en ella. Ambos nos observamos, no sabía que estaba esperando pero me quedé sentada en la orilla de la cama.

—No sé si estoy decepcionado de ti—se cruzó de brazos y su cometario golpeó el poco ánimo que tenía. Baje la cabeza ligeramente—Historia pidió tu detención por intento de asesinato, tu cabeza está en juego otra vez, y esta vez no voy a salvarte el pellejo sin que lo valga—¿Que?, ¿Historia Reiss había pedido personalmente mi detención?