XII

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"Arrimarse a la boca del lobo, es de hombre bobo"

Mediados de Mayo, pasaron una, dos, tres semanas...cerca de dos meses se restaron a la cuenta atrás para la tan esperada Fashion Week de Los Ángeles y mientras Hansol practicaba día y noche sin descanso con el único objetivo de mostrar su mejor versión en la pasarela, Seungkwan intentaba convencerse a sí mismo de que el rubor en sus mejillas cada vez que el menor le miraba, el nerviosismo inexplicable que recorría milímetro a milímetro su cuerpo cuando le sentía cerca, los pensamientos incesantes acerca suya que rondaban por su mente a diario y los latidos desenfrenados de su corazón, que se activaban cual bomba de relojería al sentir su tacto, eran tan solo una confusión pasajera.
Sabía que las reacciones involuntarias que Hansol provocaba en él no tenían ningún sentimiento implicado y entendió que el detonante de toda aquella situación probablemente hubiera sido su carencia afectiva, al fin y al cabo, habían pasado cerca de dos años de su última relación.
Sin quererlo había desarrollado una atracción sintomática hacia su modelo derivada de la curiosidad que había logrado despertar en él, pero tenía claro que lo que sentía por Hansol no era nada parecido al amor, tan solo era interés profesional. Se lo había repetido una y otra vez durante todo este tiempo, no necesitaba emociones indeseadas que pudieran entorpecer su trabajo, y admitir que Hansol le gustaba, sería, prácticamente, el principio del fin.
Es por eso que se mintió a sí mismo y trató de renunciar a lo que sentía por él inútilmente. Despertaba cada mañana en su propia ilusión, una en la que Hansol no significaba nada para él, en la que el suyo no era el primer nombre que recordaba al abrir los ojos, en la que no sentía las alas de mil mariposas revolotear en su interior, en la que sus piernas no temblaban al escuchar su voz y en la que su sonrisa no encendía sus mejillas, pero lo quisiera o no, la realidad era distinta. Sabía bien que por muy buena que fuese la mentira, el mentiroso era el único que nunca podría creerla y que tarde o temprano acabaría cediendo, no podría reprimir sus sentimientos por siempre, pero pensó que mientras pudiera seguir resistiendo, lo haría, y en consecuencia, se volvió más frío con él.

Cuando no tenían actividades juntos, Hansol pasaba la mayoría de su tiempo tratando de pulir sus dotes de modelaje y conforme pasaban los días Seungkwan iba notando poco a poco la diferencia. Trabajar con Xú Minghao había puesto demasiada presión en sus hombros y normalmente se mostraba más tenso de lo habitual, estaba agotado y cada vez más ansioso, pero parecía encontrar la tranquilidad que tanto necesitaba en Seungkwan, aunque últimamente no podía pasar mucho tiempo con él y se culpaba por el distanciamiento del mayor sin saber que en realidad se debía a los sentimientos crecientes que este había desarrollado por él.
Aún faltaba un mes para el viaje a Los Ángeles y a cada día que pasaba, la relación entre ellos parecía deteriorarse más y más, pero aún así, ambos sabían que incluso si era involuntariamente, acabarían buscándose el uno al otro, porque aunque todavía no se habían dado cuenta, se necesitaban más de lo que creían.

 Aún faltaba un mes para el viaje a Los Ángeles y a cada día que pasaba, la relación entre ellos parecía deteriorarse más y más, pero aún así, ambos sabían que incluso si era involuntariamente, acabarían buscándose el uno al otro, porque aunque to...

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—¿Qué estás haciendo ahí?–intervino el mayor a sus espaldas tras encontrarle sentado en la sala de espera junto a la recepción de la compañía. Hansol despertó de su ensoñación y sonrió inconscientemente al reconocer su voz

"Love Shot" [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora