"No hay rosas sin espinas"
Hansol suspiró abatido. Sabía que no debería estar allí, pero era su última opción. Mientras esperaba a la entrada de aquél edificio, su mente únicamente era capaz de proyectar los recuerdos de esa misma mañana; la sonrisa de Seungkwan al ver a Seokmin, las miradas cómplices en la sala de reuniones, el discreto rubor que coloreaba sus mejillas... Podría sonar egoísta, pero no le gustaba ver cómo otro hombre despertaba las mismas reacciones que él en el mayor, ni siquiera había prestado atención por estar pendiente de ellos dos durante toda la conferencia. El reloj marcaba las once, alzó vagamente la mirada al cielo, de un añil que solo las estrellas podían borrar mientras la luna brillaba tenuemente, oculta tras la neblina. Todo le recordaba a Seungkwan y a la noche en que se conocieron, la misma noche que ahora veía calcada en el firmamento, como si de una réplica se tratase. Cerró los ojos y suspiró una vez más. Cada segundo que pasaba le hacía sentir más y más ansioso, esperaba impaciente, inquieto, expectante a la aparición del mayor, pero no había ni rastro de él. Estaba desesperado, sus impulsos le habían llevado hasta allí, sabía que Seungkwan no accedería a hablar con él siempre y cuando tuviera otra alternativa y aunque esperar por él en el portal de su edificio no era una muy buena idea, era lo único que se le había ocurrido. No le daría más oportunidades para escapar.
—¿Hansol?–intervino el peliazul. El menor se giró en respuesta–¿Qué haces aquí?–inquirió con el ceño fruncido.
—Necesito hablar contigo–declaró firmemente. Seungkwan suspiró.
—¿Ahora?–murmuró mientras comprobaba la hora en el reloj que adornaba su muñeca–Es tarde y estoy cansado, podemos hablar mañana en el trabajo–sugirió antes de extraer las llaves del bolsillo en su chaqueta y caminar hacia la puerta, dejando a Hansol tras él.
—¿Cuánto tiempo vas a seguir con esto?–inquirió repentinamente. El mayor se detuvo, mordiendo levemente su labio inferior, inquieto. No estaba preparado para enfrentarle, no aún, pero parecía que ya no tenía escapatoria. ¿Qué debía hacer?
—No entiendo a qué te refieres–mintió, aún de espaldas, tratando de mantener la compostura. El menor se acercó a él y le obligó a girarse, mirándole fijamente a los ojos.
—No te hagas el tonto, Seungkwan.¿Crees que no me he dado cuenta? Me evitas, ni siquiera me diriges la palabra ¿Hablar mañana? No me hagas reír–espetó sarcástico tras una breve pausa–Seguramente buscaras la oportunidad para huir de mí otra vez, como llevas haciendo desde hace más de dos semanas–reprochó con inesperada estabilidad, se estaba conteniendo, no podía perder los estribos ahora.
Aquella situación le estaba sobrepasando, quería que las cosas volvieran a ser como antes. En apenas unos días, las lágrimas habían borrado su sonrisa y su felicidad convertido en un dolor asfixiante que le impedía respirar con regularidad. En algún momento, Seungkwan se convirtió en el protagonista de sus pensamientos, el motivo de su sonrisa y el brillo en sus ojos, el motor de su esfuerzo, el impulso de su determinación y el significado de su constancia. Quizá era su culpa por haberle dejado entrar en su vida, por haber insistido en formar parte de la suya, quizá debería haberse acostumbrado a la soledad, porque en el fondo sabía que por mucho que intentase cambiarlo, el final de su historia ya estaba escrito.
Fue ingenuo al pensar que con Seungkwan las cosas serían diferentes, al creer que el mayor sentía lo mismo que él, al intentar escapar de la realidad en la que vivía y tratar de ser feliz junto a alguien más, pero tampoco quería renunciar a su última esperanza. No quería renegar de sus sentimientos y ahora se veía a si mismo aferrándose a los recuerdos de los seis meses que habían vivido juntos, convertidos en polvo. Ni siquiera sabía lo que había causado su repentino comportamiento, pero no pensaba irse sin una respuesta.
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"Love Shot" [Verkwan]
FanfictionEn números rojos y al borde de la quiebra, Seungkwan ya no tiene esperanzas de sacar su estudio fotográfico adelante, por lo que decide ahogar sus frustraciones en el alcohol. Durante una esporádica visita a un club nocturno cualquiera, termina por...