"Un clavo que saca a otro clavo"
Nada más entrar por la puerta principal de la agencia aquella mañana, Hansol supo que sería un día muy largo. Tenía programado el reportaje junto a Seokmin para esa misma tarde y sinceramente, lo último que necesitaba ver después de su reciente encuentro con el mayor, era a ambos juntos. Con respecto a Seungkwan, no sabía muy bien qué pensar. Se suponía que correspondía sus sentimientos e incluso él mismo expuso sus verdaderas intenciones con el peliazul, pero al parecer estaba dispuesto a renunciar a él por su trabajo. Hansol no lo entendía, sabía la historia detrás del estudio que el mayor había fundado años atrás, pero no quería aceptar que fuese más importante que lo que Seungkwan sentía por él. Las cosas podrían haber sido diferentes si tan solo él no fuera su fotógrafo personal, su relación habría fluido con normalidad y no habría tantas complicaciones, pero era inevitable. Si, el amor y el trabajo no eran una buena mezcla, a la vista estaba, pero enamorarse de Seungkwan no había sido su decisión y seguramente la suya tampoco. Toda aquella situación le frustraba y ya no sabía ni qué pensar. Era la primera vez que se interesaba verdaderamente por otra persona y no esperaba que las cosas fueran a ser tan difíciles, aunque quizá era su culpa por ser tan despreocupado. No quería seguir con esto.
Caminaba por entre los edificios de la compañía en busca de Chan, quién le había citado esa mañana, por lo poco que sabía, empezarían con los preparativos para el reportaje varias horas antes; maquillaje, vestuarios, escenarios...al parecer una sesión conjunta traería más trabajo consigo por parte del staff. La idea era patrocinar un par de marcas y conseguir una buena portada para la nueva revista de estreno que se lanzaría el próximo mes, Hansol no entendía por qué debía trabajar con Seokmin para algo que podría perfectamente hacer solo, pero al parecer eran órdenes directas del CEO Yoon y para todos en aquella agencia su palabra era la ley, por lo que no pensaba comentar nada al respecto. Aún así, había algo en el pelirrojo que no le acababa de gustar y no le hacía mucha gracia tener que lidiar con él, aunque tampoco tenía otra opción...
—Chan–intervino una vez dio con el menor frente a la puerta del set.
—Buenos días, Hansol–saludó el joven castaño.
—¿Dónde están todos?–inquirió algo extrañado.
—Te están esperando dentro–repuso. El mayor asintió y entró a la sala precedido por Chan.
El equipo de producción, camarógrafos, maquilladores, estilistas, más miembros del staff y en un segundo plano, Seungkwan y Seokmin conversando animadamente, hasta que sus miradas su cruzaron y la sonrisa en los labios del mayor se esfumó, dando paso a una mueca hostil y melancólica. Hansol suspiró irritado antes de caminar hacia los vestuarios mientras los ojos de Seokmin, quién parecía haber notado el repentino cambio de actitud del peliazul, le seguían desafiantes. No se sentía cómodo, no podía trabajar en aquellas condiciones, pero no dependía de su decisión. Suspiró al pensar en lo mucho que las cosas habían cambiado de un momento a otro, aún no podía creerlo. Quería pensar que todo se solucionaría tarde o temprano, pero el miedo de perder a Seungkwan se había convertido en la pesadilla que le robaba el sueño por las noches. La no muy oportuna presencia de Seokmin solo hacía las cosas aún más difíciles, había algo en sus ojos que no le gustaba, sabía que no veía al mayor como solo un antiguo compañero de trabajo y aunque no quería admitirlo, se sentía amenazado.
Mantuvo la mirada estática en un punto fijo cualquiera mientras el equipo de estilistas se encargaba de disfrazar la inexpresividad en su rostro con una falsa sonrisa, por primera vez desde que se convirtió en modelo, no quería trabajar...La fingida cordialidad de Seokmin le recibió tras la cámara y frente a ella, Seungkwan revisaba detenidamente los objetivos. Durante las dos horas que duró el reportaje mantuvo la compostura, tratando de llegar al mayor a través del visor, esperando encontrar sus ojos tras él, pero no recibía respuesta. Posaba para una revista, o eso se suponía, porque en verdad lo único que quería era tener la atención del peliazul y quizá fuese esa la razón por la que los resultados posteriores fueron tan complacientes. Sin embargo, Seungkwan no le dirigió la mirada ni una sola vez, es más, Seokmin parecía el centro de su mundo. Se negaba a creer que fuera capaz de sonreír tan naturalmente para él, algo le decía que la actitud despreocupada y enérgica que mostraba ante el mayor de los modelos era el camuflaje de una evidente provocación. Hansol no era celoso, quizá algo posesivo, pero solo si tenía constancia de unas segundas intenciones, y en Seokmin estaban más que claras, no le sorprendía que Seungkwan lo usara a su favor. En un principio podría haber interpretado su comportamiento hacia el pelirrojo como un intento de olvidar sus sentimientos por él, pero sabía que cada sonrisa que el mayor se forzaba a fingir para Seokmin le dolía aún más que la anterior, lo que le llevaba a pensar que verdaderamente Seungkwan no quería renunciar a él, por mucho que debiera. De ser así, ¿por qué no simplemente dejarlo estar? ¿Por qué no podían estar juntos? ¿Por que tenía que elegir? Hansol no entendía por qué era un obstáculo en sus planes de futuro ni mucho menos el por qué anteponía tan insistentemente el trabajo a su propia felicidad. Sabía lo importante que era aquel estudio para él, era su sueño, pero también creía que el mismo sueño que tanto tiempo llevaba persiguiendo, había convertido su vida en una pesadilla, había prescindido de sus sentimientos, de él mismo, el Seungkwan que solía ver en sus ojos ya no existía.
El reloj marcaba las siete, le estaba llevando algo de tiempo extra eliminar cualquier rastro de maquillaje en su rostro y Seokmin tampoco parecía estar teniéndolo fácil, mas allá de los vestuarios, Seungkwan y el resto del personal se ocupaban de recoger el set, sus voces de fondo ambientaban la estancia, tratando de interrumpir la tensa atmósfera existente entre ellos. Hansol no tenía nada que decir y sinceramente, dudaba que su acompañante se atreviera a intervenir, de hecho, se despidió poco después, antes de cerrar la puerta de los camerinos tras él. Esperó, sin ser verdaderamente consciente del paso del tiempo, esperó por nada en especial mientras juzgaba en silencio su propio reflejo, quizá culpándose, quizá asumiendo la derrota en una batalla que ni siquiera había librado. Finalmente se decidió a volver a casa, siendo sincero no pensaba encontrar a nadie allí, pero ahí seguía él, frente a la entrada de la agencia...junto a Seokmin. Siguió los pasos del joven pelirrojo alejarse cada vez más y más de él después de susurrarle algo al oído, algún piropo cursi, pensó. Se acercó tímidamente tras perderle de vista y se situó junto al mayor, quién siquiera le dirigió la mirada antes de intervenir.
―Pensaba que ya te habías ido–espetó. Hansol esbozó una media sonrisa.
―Yo también, pero veo que los dos seguís aquí. ¿Va a volver?–inquirió. Seungkwan asintió.
―Ha insistido en llevarme a casa–añadió.
―¿Ahora prefieres que lo haga él?–rebatió sarcástico. El mayor suspiró.
―Puede ser, es mejor así–aseguró.
―Sabes que no–repuso el castaño.
―Ya hemos hablado de esto, Hansol, no sigas–exigió. El menor rió.
―Eres tú el que sigue. ¿Qué es lo que quieres conseguir? Parece que solo tienes ojos para Seokmin, pero sabes tan bien como yo que todas las sonrisas que has forzado para él son puro teatro. No intentes provocarme, Seungkwan, no se te da bien–advirtió antes de darse la vuelta, dejando al joven peliazul perplejo tras él.
A sus espaldas, la voz de Seokmin rompía el silencio de la noche mientras él se alejaba cada vez más y más, con la mirada de Seungkwan fija en su espalda y una lágrima indeseada surcando su mejilla.
He vuelto!! Matenme por actualizar tan tarde, no tengo mucho tiempo para escribir, intentaré no prolongar demasiado los plazos. Lo siento aaaa, muchas gracias por la paciencia y por el apoyo!!
Pd: Entrelazados ya tiene 10K, gracias!!—Min
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"Love Shot" [Verkwan]
FanfictionEn números rojos y al borde de la quiebra, Seungkwan ya no tiene esperanzas de sacar su estudio fotográfico adelante, por lo que decide ahogar sus frustraciones en el alcohol. Durante una esporádica visita a un club nocturno cualquiera, termina por...