XVIII

944 156 9
                                    

“Espera lo inesperado”

—Oso Bryant.

Llamadas perdidas. Contestador de voz. Mensajes sin respuesta. Saludos hostiles. Sonrisas forzadas.
Desde aquella noche, Seungkwan dejó de ser el mismo, ya no veía el brillo en sus ojos y el color en sus mejillas se había apagado, no quedaba rastro de las lágrimas que dejó caer días atrás, pero Hansol aún las seguía viendo surcar su rostro cada vez que sus miradas se encontraban. No entendía el repentino distanciamiento del mayor ni el significado de aquella disculpa que le susurró después de besarle el día del desfile, antes de caer dormido entre sus brazos. Habían pasado poco más de dos semanas desde que aterrizaron en Corea y nada más incorporarse nuevamente a las actividades de la programación, el Seungkwan que viajó con él hasta Los Ángeles, desapareció por completo. La situación era desconcertante e inesperada, no sabía bien qué pensar y tampoco podía dar con una explicación lógica para el repentino comportamiento del mayor. Todo este tiempo había intentado dar con el momento idóneo para hablar con él, pero Seungkwan había establecido unos límites claros y evitaba cualquier tipo de contacto posible con el joven modelo más allá de los estrictamente profesionales, es decir, por cuestiones laborales.

Le dolía, le dolía la hostilidad que ensombrecía sus ojos y la indiferencia que transmitía al hablar, le dolía pensar que se alejaría eventualmente cada vez más y más de él, le dolía saber que si las cosas seguían así, su relación no podría volver a lo que antes había sido y le dolía porque desde el día en que conoció a Seungkwan, no había podido dejar de pensar en él. Quizá fue el mismo destino quién se encargó de juntarlos nuevamente, pero eso a Hansol no le importaba, vio una oportunidad y la aprovechó y cuando creyó que por fin todo estaba saliendo bien, el cielo de su propio mundo se desquebrajó y cayó en pedazos. Dejar ir a Seungkwan no entraba en sus planes y no se rendiría hasta tener una explicación, quería entender el significado de aquel beso, aquella disculpa y su comportamiento actual. Se negaba a creer que no sentía nada por él o que no le importaba, llegaría al fondo de todo esto, de eso estaba seguro.

—Buenos días–saludó el castaño en un bostezo tras entrar al edificio de la compañía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Buenos días–saludó el castaño en un bostezo tras entrar al edificio de la compañía. Anotó su nombre en el registro diario y se dirigió a la sala de reuniones.

Aquella mañana tendría su primer encuentro con Lee Seokmin, un modelo veterano que se había incorporado recientemente a la agencia y con el que tenía programado un reportaje en pareja para el próximo ejemplar de la revista de moda masculina "Seventeen" Sinceramente y con su ánimo actual, lo último que le apetecía era tener que trabajar con alguien más. Estaba acostumbrado a hacer las cosas solo y a su manera, profesionalmente hablando, la compañía a veces le resultaba asfixiante. En el tema de las relaciones sociales no solía tener problemas, pero la idea de adaptarse a una nueva imagen y otro modo de trabajo no le hacía mucha gracia. No era la primera vez que colaboraba con otros modelos, pero era precisamente porque tenía experiencia por lo que no quería volver a pasar por lo mismo, aunque, lo quisiera o no, eran gajes del oficio al fin y al cabo.
Encontró a Seungkwan frente a la sala donde se llevaría a cabo la reunión y por apenas unos segundos sus miradas se cruzaron, quizá está era su oportunidad para hablar con él, o eso había pensado...

"Love Shot" [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora