"Love Shot" [Verkwan]

XVII

"Nada es para siempre"

Su figura se irgue imponente sobre la pasarela mientras avanza con firmeza y elegancia, a su alrededor, solo los flashes de las cámaras y la atenta mirada del público fija en él. La luz que ilumina la plataforma guía sus pasos mientras lucha por reprimir una sonrisa. Bajo la calidez de los focos, Hansol renace como la personificación de la nueva colección 8star, enorgulleciendo el nombre de su reconocido diseñador. Las altas expectativas de los espectadores en él se vuelven insignificantes tras su primera aparición y sin quererlo, caen rendidos ante su desbordante carisma. El conjunto de emociones que se amontona desordenadamente en su pecho y amenaza con robarle la respiración, estalla sin previo aviso al divisar a Seungkwan entre la audiencia. Da marcha atrás y desaparece tras los límites del escenario, sustituye su primer conjunto por el diseño siguiente y permanece sereno entre bastidores a la espera de su próxima intervención. Nuevamente entra en escena, camina con soltura y fluidez, se siente más cómodo que nunca, su sola presencia en el desfile despierta la curiosidad de los invitados, que solo tienen ojos para él. Los nervios desaparecen a cada paso que da mientras encuentra en la mirada hechizada de Seungkwan la tranquilidad que necesita, regala una sonrisa traviesa a las cámaras que roba los suspiros del público y voltea una vez más. La audiencia expectante a su aparición se vuelve impaciente y contiene su júbilo tras el castaño pisar la pasarela de nuevo. Hansol avanza altanero y con seguridad, ajusta su chaqueta para centrar la atención de los espectadores en el diseño y lleva ambas manos a sus bolsillos mientras guiña un ojo al frente que, aunque nadie más pueda notarlo, tiene destinatario. La naturalidad que muestra sobre la pasarela contrasta con la rigidez y seriedad propia de los modelos que le suceden y fuera de cámaras sonríe sabiendo que es el protagonista del desfile. Hace su aparición nuevamente, se ajusta al concepto algo más provocativo de su conjunto y en un acto premeditado muerde levemente su labio inferior expectante a la reacción positiva del público, que no tarda en llegar. Sonríe antes de dar marcha atrás y respira profundamente ya entre bastidores antes de su última intervención; el broche final de la gala. Avanza con elegancia sobre la pasarela mientras el público se pone en pie a su paso, sus ojos se tiñen con la determinación de todo su previo esfuerzo y es Seungkwan quién desata la cadena de aplausos una vez sus miradas se cruzan, Hansol se despide para no volver, sabiendo que el mismo pueblo le había coronado como rey de la noche.

—¡Chan!–exclamó el mayor a sus espaldas. El joven mánager se giró al escuchar su nombre, encontrando a Seungkwan tras él.

—¿Seungkwan?–inquirió el castaño algo dubitativo sin apenas poder reconocerle tras su cambio de apariencia. Seungkwan asintió.

—¿Dónde estabas? No te he visto durante el desfile–replicó.

—Estaba un par de filas más atrás junto con algunos miembros del staff–repuso.

—Tendría que haberle pedido a Minghao que reservara un asiento para vosotros–se lamentó. Chan sonrió.

—No te preocupes, hemos podido ver bien la pasarela. ¿Qué te ha parecido tu primer desfile?–inquirió el menor. Seungkwan frunció el ceño.