"Love Shot" [Verkwan]

XVI

"La sinceridad no es decir todo lo que piensas, sino sentir todo lo que dices"

—Rick Godwin

La Fashion Week de Los Ángeles, el acontecimiento mas esperado del año por los amantes de la moda que excepcionalmente se celebraba en Junio. Era la primera vez que Seungkwan asistía a un evento de tal calibre, y al ser el día del gran desfile, el recinto estaba cerrado al público ordinario, pero repleto de toda clase de identidades en el mundo del espectáculo, el modelaje y el diseño. Por supuesto, los medios y la prensa no podían faltar, reconoció celebridades, grandes modistos y  modelos de prestigio entre la multitud rodeados por un sinfín de cámaras.
Sin duda alguna, la extravagancia era uno de los requisitos establecidos en el código de vestimenta de la celebración; vestidos pomposos y excesivamente decorados, bisutería resplandeciente, trajes estampados, colores neón, transparencias, conjuntos excéntricos y miles de minuciosos detalles que competían por las miradas de la audiencia. En cualquier otra situación se habría sentido patético y disonante en aquel ambiente, con su esmoquin normativo, su corbata a medio atar y sus zapatos desgastados, pero hoy vestía un diseño del mismísimo Xú Minghao, que en agradecimiento por su arduo trabajo, había preparado para la ocasión. Sin duda, el grupo de estilistas había hecho un buen trabajo con él...

Flashback

Seungkwan despertó esa misma mañana completamente solo en la habitación envuelto entre las sábanas de la cama, lo último que recordaba era caer dormido en los brazos de Hansol la noche anterior mientras miraban juntos las estrellas, sentados en el suelo, uno al lado del otro. Le buscó incesante con la mirada nada más abrir lo ojos, pero no había ni rastro del castaño. Se reincorporó torpemente y suspiró, no estaba por ninguna parte. Escuchó el pomo de la puerta entreabrirse y se giró expectante a la aparición del joven modelo, sin embargo, fue Chan, su mánager, a quién encontró tras ella.

—Chan...–susurró con la voz aún ronca. El nombrado alzó la vista hacia él y le sonrió.

—Buenos días–saludó. Seungkwan frunció el ceño.

—¿Cómo has entrado aquí?–inquirió algo extrañado.

—Hansol me dio la llave–declaró. El mayor suavizó su expresión al escuchar el nombre del joven modelo.

—¿Dónde está él?–le preguntó con cierta inquietud.

—El representante del señor Xú vino a recogerlo temprano en la mañana, seguramente ya esté en el recinto donde tendrá lugar el desfile. Antes de irse me dio la llave en caso de que hubiera algún problema, me insistió en que te dejase dormir, pero en realidad venía a despertarte–informó. Seungkwan alzó ambas cejas expectante.

—¿Despertarme?–repitió. Chan asintió.

—Acabo de recibir una llamada de parte del señor Xú, dice que quiere verte–espetó. El mayor frunció el ceño nuevamente.

—¿A mí?¿Por qué?–inquirió dubitativo. El joven mánager se encogió de hombros.

—No lo sé, lo único que me ha dicho es que su representante estará aquí en quince minutos para recogerte, deberías darte prisa y vestirte–aconsejó. Seungkwan alzó ambas cejas escéptico.

—¡¿Quince minutos?!–exclamó mientras se incorporaba de un salto–Chan, ¿cuanto tiempo ha pasado desde que Minghao te llamó?–interrogó mientras corría de una lado a otro en busca de algo que ponerse. El menor se mantuvo en silencio unos segundos mientras lo reflexionaba.

—Unos diez minutos aproximadamente–calculó tras comprobar la hora en su móvil. Seungkwan palideció.

—¿Diez minutos?–susurró al borde de la histeria. El menor asintió. Seungkwan suspiró tratando de mantener la calma y volvió a dirigirse hacia él nuevamente–Está bien, puedes irte, bajo en dos minutos–aseguró antes de correr hacia el baño y cambiarse en apenas unos segundos.