Niñero espía (Kookmin)

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Los ojos de Jimin se abren minutos antes de que suene su alarma indicándole que son las cuatro de la mañana y tiene cosas que hacer.

Un jadeo se le escapa de sus labios cuando se mueve sintiendo todo el dolor de su costado, aunque el dolor ya no es tan intenso después de cinco días con el golpe, siente que si se mueve puede morir. Toma una fuerte respiración y va hasta el baño donde dejo su enorme bolso tirado. Se toma dos pastillas para el dolor, luego saca unos jeans, una playera y una sudadera con sus lentes especiales. Toma los sensores y también las cámaras antes de ir a la puerta. Se desliza con cuidado en la habitación de Minho para checarlo.

El pequeño niño duerme abrazando un perro amarillo de peluche. Jimin sonríe antes de tapar mejor al niño y darle un beso en la frente. Antes de salir de la habitación da una rápida revisada y a continuación se dirige a la habitación de Jungkook.

El muchacho al igual que su hermano duerme abrazado a una almohada, de costado y con la sabana enredada en sus piernas. Jimin no evita la sonrisa que le sale antes de ir por una sabana nueva y colocarla sobre el muchacho. Jungkook se remueve frunciendo las cejas antes de relajarse en sus sueños.

Jimin sale preparado para poner toda su seguridad a quinientos metros alrededor de la casa.

La casa o mejor dicho mansión está a ocho kilómetros de la ciudad, no hay vecinos cerca y está rodeada por arboles enormes que cubren la casa. Cuenta con un cercado exterior que abarca una gran porción del bosque y después está el cercado interior donde solo limita la casa. Jimin tiene que salir del cercado exterior para poner sus sensores y cámaras cosa que le lleva una hora, mientras revisa constantemente las cámaras de las habitaciones de los dos Jeon. Regresa a la mansión para hacer un mapa mental de ella.

Se percata de que son siete habitaciones, diez baños, treinta y cinco ventanas, una sala de cine, un gimnasio, dos estudios, una piscina, una cancha de basquetbol, una cancha de tenis, una sala de música, una pequeña biblioteca, la cocina, la sala, el comedor, la terraza, una lavandería y una habitación del pánico. Aunque la señora Jeon le dijo a Jimin que existe un cuarto de vigilancia en el armario de la cuarta habitación, solo se puede acceder cuando algo golpea tres veces en el lugar indicado. Las armas están escondidas en el garaje, detrás de una caja vieja se puede acceder al cuarto. Una vez termina su inspección toma las notas que les dejaron los señores Jeon y vuelve a su habitación debido que es aún demasiado temprano. Desempaca su ropa, lo cual consta de diez playeras de diferentes tonos, cuatros jeans, tres pantalones deportivos, calcetines y ropa interior. Solo trajo su chaqueta, una sudadera, sus botas y un calzado deportivo. Dentro del bolso hay un bolso más pequeño donde trae cosas de espionaje. Trajo tres armas con cinco cartuchos de repuesto dentro de estuches en forma de libros, su computadora, varios explosivos en estuches de objetos comunes, varios teléfonos desechables y varios fajos de billetes. Nunca se sabe lo que podrá necesitar, por eso dejo dentro de un casillero en la ciudad una bolsa con más cosas.

Tenía distintos planes de escape que esperaba no tener que utilizar.

Reviso las notas de los señores Jeon, donde le indicaban de actividades que debe hacer Minho y también de la salida que tiene cada dos semanas Jungkook con sus amigos. Le dicen que tendrá que llevarlos a la escuela a ambos debido a que Jungkook tiene suspendida la licencia. En el calendario le especifican que Jungkook tiene permitido traer a sus amigos a la casa y le dejan un perfil completo de los amigos. Aunque para dentro de una semana tienen la visita de los primos de Jungkook a los cuales Jimin conoce porque son espías activos.

Jimin sabe que Jungkook o Minho podrían ser los mejores espías del mundo, pero entiende por qué los alejan de esa situación. Quieren vidas tranquilas para sus hijos. Por el riesgo que lleva ser espías y no quieren sufrir pensando en el bienestar de sus hijos. A veces Jimin agradece no tener padres, porque sabe que si su madre aun viviera no lo hubiera dejado entrar al mundo del espionaje.