― Nos volvemos a ver, Park ― dice la mujer parada al pie de las escaleras.
― Matriarca Jeon ― saluda Jimin haciendo una reverencia de noventa grados a la mujer de cabello negro que miro de pies a cabeza a Jimin con sus ojos verdes.
La mujer ronda entre sus sesenta años, tiene el cabello negro en un moño alto y su vestido es de seda hasta el suelo de un tono azul oscuro. Tiene el rostro marcado de arrugas y cicatrices blancas, sin embargo eso la hace más tenebrosa.
― Supe que volverías algún día ― comenta la mujer antes de ver a Jungkook y a su madre con su pequeño hermanito ―. Isabela, creí haberte escuchado decir que no pensabas volver a pisar esta casa.
― Hago esto por mis hijos, Young-mi, así que no pienses que estamos en buenos términos ― responde la madre de Jungkook.
Jungkook se mantenía al margen, le habían dicho que no hablara al menos que fuera necesario y que estuviera atento, la mujer tenía años de experiencia, además que le gustaba jugar con las personas. Su apariencia la hacía ver como una mujer refinada y tranquila, pero Jungkook sabía que solo era una fachada y que bajo ese disfraz hay una mujer calculadora.
― Si estoy aceptando esto es por el jugoso trato que tenemos con Park ― indica la mujer antes de darse vuelta y entrar a la casa.
Jimin toma a Jungkook del brazo antes de pegarlo cerca de su cuerpo para que no se le acerquen. Con eso entran a la enorme mansión. Jungkook observando a su alrededor. La madre de Jungkook carga a Minho, va unos pasos atrás y parece bastante cuidadosa con cada paso que da. Las cejas de Jungkook se fruncen mirando a su madre, ya que cree que exagera un poco. No obstante, un proyectil sale del lado izquierdo y Jimin aparta a Jungkook de un jalón hacia su pecho quedando muy pegados. Jungkook con la respiración entrecortada, literalmente vio su reflejo en el brillo de la bola de boliche que paso a pocos centímetros de su rostro. Dos jóvenes bajan las escaleras corriendo antes de ir hacia la enorme bola de boliche que casi golpea a Jungkook que de no haber sido por Jimin estaría muy gravemente herido.
― ¿Estas bien? ― pregunto Jimin, su aliento golpeando contra la nuca de Jungkook, algo que lo hizo dar un pequeño jadeo. Por el nerviosismo del momento solo pudo asentir.
― Si le hicieron algo a mi piso, juro que los castigare para el resto de sus vidas ― les advirtió Young-mi, la matriarca de los Jeon. Ambos jóvenes miraron con terror a la mujer antes de hacer una reverencia y volver a desaparecer escaleras arriba.
― ¿Por qué tan tranquila aquí? ― Le pregunta la madre de Jungkook a la mujer que la ve sobre su hombro antes de guiarlos hasta un despacho donde cierra la puerta para que nadie los moleste.
― Porque jure convertir en heredero de los Jeon a quien encuentre el artefacto perdido ― les comunica la mujer ―, ahora quiero dejar en claro algo, solo permitiré que Isabel y el pequeño se quede.
― ¡Es tu nieto! ― exclamo la madre de Jungkook ―. No puedes abandonarlo.
― No ha probado nada para ser digno de llamarse mi nieto ― dice la mujer antes de acercarse a Jungkook que se planta derecho con Jimin a su lado que observa atento a la mujer ―. No es personal, Jungkook, simplemente que todos aquí han demostrado ser dignos de esta familia. Por eso no te puedo aceptar bajo mi techo.
― No necesito rogarle a nadie ― suelta Jungkook, sin que Jungkook pueda verlo, Jimin pone una sonrisa de satisfacción en su rostro y mira de manera engreída a la matriarca de los Jeon.
― Igual de agresivo que su padre ― sonríe la abuela de Jungkook antes de tomarlo del mentón ―. Lo has criado mal, Isabel, es demasiado ingenuo para este mundo.
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Niñero espía (Kookmin)
FanfictionJungkook es hijo de dos de los mejores espías en el mundo, sin embargo, el muchacho de tan solo veintidós años no tiene la menor idea de la vida secreta de sus padres. Cuando un complot estalla a nivel mundial, sus padres son llamados de urgencia p...