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El sonido de la puerta siendo tocada lo hizo molestar, porque lo estaban irrumpiendo en su momento creativo.

― ¡Jungkook! Hijo ¿Puedo pasar?

La voz de su madre le llego hasta sus oídos y no pudo hacer nada más que levantarse para abrir la puerta. Había estado terminando de crear unos diseños importantes para una empresa nueva que le había gustado su trabajo y lo habían contratado para crear toda una línea entera de promoción.

― ¡Mamá, no grites! Minho se durmió hace poco ― le advierte Jungkook, señalando su enorme cama donde duerme el pequeño niño.

― Oh, perdona ― le dice su madre antes de plantarle un dulce beso en la frente a su hijo y poner una enorme caja en sus manos.

― ¿Qué es esto? ― le pregunta Jungkook, cerrando con cuidado la puerta y siguiendo a su madre hasta el balcón de su nueva habitación.

Había estado jugando con su hermanito durante toda la mañana y el pequeño termino completamente rendido. No quería despertarlo.

― La nota dice que lo abras ― comento su madre antes de encogerse de hombros ―. Según tu primo, Tae, una persona del personal había escondido la caja cuando bajo del avión, tenía planeado quedarse con el paquete, por suerte descubrimos eso y ya nos encargamos del percance. Por eso tardo un mes en llegar a tus manos.

Haciendo un puchero con sus labios, Jungkook se encargó de abrir la caja hasta encontrar la cámara que le regalo Jimin cuando estuvieron en Italia, sus ojos se llenaron de lágrimas y esto hizo que bajara la mirada para que su madre no notara esto. No obstante, la mujer era realmente atenta y sabía muy bien lo que significaba esa cámara.

― Jungkook ¿Qué estás haciendo? ― le pregunto su madre algo triste ante la imagen de su hijo.

Jungkook mantuvo la cabeza gacha fingiendo revisar que la cámara no tuviera algún daño, bueno tal vez no fingió por completo la revisión. Quería comprobar que no le faltara nada a la cámara y que también las fotos tomadas en Venecia siguieran allí.

― No entiendo la pregunta, mamá.

La señora Jeon negó con la cabeza antes de ir apoyarse en la barandilla del balcón mirando hacia el hermoso lago que pertenecía a su propiedad. Sabía que la decisión que ella y su esposo habían tomado, fue difícil.

― Claro que lo entiendes, Jungkook, no te atrevas a ocultarlo, no de nosotros ― le dice su madre, sintiendo la fresca brisa golpear contra su rostro, brindándole la fuerza que necesitaba para hablar ―. Ya no haces las cosas con pasión, todo parece ser mecánico para ti y las únicas sonrisas que pones de verdad es cuando estas con Minho. Pasas tiempo con tu hermano, cuando antes no lo hacías ¿Te aburre el mundo ahora, verdad? No te preocupes, también lo vi así cuando me dieron mi primera misión de verdad. Recuerdo lo adictivo que se vuelve el tener tu corazón al mil e igual que todos tus sentidos activos. Siempre calculando, se vive a una rapidez que muchos no comprenden.

― Esa vida no es para mí ― comento Jungkook, colocando la correa de la cámara alrededor de su cuello antes de acercarse a su madre. Una vez concluida su revisión.

― No me puedes engañar, Jungkook, te conozco ― dice su madre antes de suspirar ―. Lo sabes, el día sábado que vino J-hope usando esa gorra negra te diste cuenta que las cosas no eran las mismas, antes querías ir a esas fiestas de universitarios y ahora parecen tan aburrido del tema.

Jungkook frunció las cejas y miro a su madre. Recordaba perfectamente ese día, como también lo paranoico que se había vuelto después de concluir con su pequeña misión, ahora era más cuidadoso con los que entraban a la casa como también con las personas que se juntaban con él.

Niñero espía (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora