Niñero espía (Kookmin)

14

Jungkook no dejaba de ver la hermosa ciudad de Venecia.

Era la primera vez que salía del país y aunque no era un viaje para disfrutar es lo que estaba haciendo mientras caminaba entre las calles. Jimin caminaba a su lado y lo guiaba al restaurante donde iban a desayunar.

― ¿Habías estado antes en Venecia? ― pregunto Jungkook a Jimin.

― Un par de veces ― admite Jimin, fingiendo mirar al frente pero siempre atento a los costados por si alguien se acercaba de más o los seguía. Jimin soltó el aire antes de acercarse a Jungkook entrelazando sus codos ―. Perdona, estoy algo nervioso.

Jungkook afirmo más el agarre al codo de Jimin y le regalo una sonrisa.

― ¿Qué es lo que más te ha gustado de Venecia? ― le pregunta Jungkook intentando bajar un poco de estrés a Jimin, quien agradeció el gesto antes de meterse en un relato tranquilo de la encantadora ciudad de Venecia.

Jungkook escuchaba atentamente lo que Jimin decía, la forma en la que sus labios se movían y como los ojos de Jimin parecían brillar al recordar ciertas cosas. Le había contado como tuvo una persecución en góndola, lo cual lo hizo reír un par de veces porque la situación no era tan peligrosa ya que los hombres no iban armados, pero si querían atraparlo. Resulta que lo atacantes terminaron dando vuelta en su góndola y cayendo al canal, dándole tiempo a Jimin de huir.

― Me parece que tu vida es muy agitada ― le dice Jungkook cuando Jimin concluyo su relato ― ¿Nunca has soñado con una vida normal?

La mano derecha de Jimin que no lo tenía unido a Jungkook paro por sus cabellos rosa antes de soltar un leve suspiro.

― Creo que ya venía en mi ― dice Jimin con una sonrisa antes de encogerse de hombros ―, de chiquito quería ser policía. Quería hacer justicia y atrapar a los malos.

Jungkook le sonrió con ternura, se imaginó a un Jimin más chiquito, como Minho soñando con ser policía.

― Me parece algo muy tierno ― comenta Jungkook ―. Entonces ya lo tenías dentro y me alegro que cumplieras tus sueños, después de todo ser espía es algo que te gusta.

Jungkook no era tonto, había sido cuidadoso al hablar fijándose que no hubiera nadie cerca escuchando y hablando bajo, separando apenas los labios. Jimin enarco una ceja sorprendido, se había dado cuenta como Jungkook había tenido cuidado al hablar.

Ambos entraron al pequeño restaurante junto al canal que estaba a pocas calles de donde se estaban hospedando.

El restaurante es pequeño, pero acogedor y muy elegante con segunda planta para poder disfrutar mejor el suave aire de Venecia. Jimin le pidió a la mesera una mesa en el segundo piso y fueron guiados hasta allí. La vista era hermosa, podían ver las góndolas pasar con turistas paseando. Jungkook y Jimin pidieron sus desayunos antes de quedarse en un cómodo silencio observando la gente caminar.

― ¿Qué viste? ― le pregunto Jimin a Jungkook, dándole unos minutos más para analizar su entorno.

Antes de salir esa mañana, Jimin le dijo que quería poner a prueba a Jungkook, ya que, deseaba mantenerlo activo por cualquier cosa. Le explico que cosas podían ser sospechosas y también debía memorizar cada pequeño detalle. En este caso, le pidió que memorizara cada detalle del restaurante.

― Ocho meseros, tres mujeres y cinco hombres. Había un hombre en la caja, lo más probable el gerente ― dice Jungkook, ladeando un poco la cabeza mientras recordaba ―. Hay diez mesas abajo y seis aquí arriba, todas para cuatro personas. Solo vi una puerta de salida, baños en la parte inferior con una puerta a la cocina donde se logró ver a dos chef.