Ya sabíamos de la salud de Ainara y yo sentía un alivio en el fondo de mi corazón.
— ¿Como está Ainara? – preguntó Álvaro entrando al hospital.
— está bien, la están trasladando a una habitación, la doctora ha dicho que tendrá que quedarse hasta que su recuperación terminé aquí en Madrid – respondo y me da un abrazo.
— lo importante ahora es que ella está bien – dice Georgina.
Narra Ainara
Soy una gran estúpida por no cuidarme, me mandan a descansar y lo que hago es ir a grabar y moverme como pendeja.
Paulo está en estos momentos conmigo y Gio se fue con cristiano a su casa, lo mismo hicieron Alice y Álvaro y pues Sebastián nosé dónde está y lo mismo con Dolores, veo que voy a tener que ir a la casa de Maximiliano y Gabriela, Ainara estúpida.
Estaba viendo a Dybala sentado a mi lado en esa incómoda silla y nosé en que estaría pensando, creo que está muy enojado, minutos después la doctora entro y nos miro.
— los resultados de tus estudios llegaron – sonreí y asentí.
— ¿Cómo está? – preguntó Paulo, digamos que enojado.
— está perfectamente bien, gracias a Dios no hay ningún daño ocasionado y pues tú herida tuvo que volver a coserse pero fuera de eso, el desmayo fue por qué no has estado comiendo bien – sonrió y Paulo me mira.
— gracias doc –.
— bueno me retiro, si pasa algo avísame y descansa, que mañana será un largo día en este hospital – dice y se va de la habitación.
Pasaban los minutos y el silencio estaba bien presente entre Dybala y yo, si está enojado por qué ni me mira y ni me habla.
— Ey tu, que no piensas dirigirme la palabra o que ¿? – intento llamar la atención.
— ¿QUE QUIERES QUE DIGA? – responde y empieza a caminar como pendejo.
— nosé, tal vez el ¿Por qué estás enojado ? – sonreí.
— haber, dime tú, me mientes diciendo que te vas a Madrid por qué te tienes que encontrarte con Alice, al día siguiente tomo un avión después de el partido de fútbol y vengo a Madrid, me llama mi sobrina diciendome que me venga al hospital por que a mí esposa le pasó algo, después de eso me entero por otra persona que no sos voz que veniste a grabar tu nueva canción y yo ni saber por lo menos que ibas a empezar tú carrera como cantante – bajo la mirada – dime voz, ¿Por qué crees que estoy enojado? –.
— perdón – pone una mala cara.
— sabes que soy un estúpido por haber confiado en ti – hablo muy serio – se supone que lo íbamos a intentar pero por lo visto a ti eso no te importa – se para en frente mío y me mira.
— estas mal – contesté – si no te lo dije fue por temor a tu reacción –.
— y que crees que voy a hacer, mi reacción, piensas que te lo prohibiría o que no te apoyaría – resopla y suspira – estás mal, por qué ese es uno de tus sueños y jamás te arruinaría la vida más de lo que ya te la arruine –.
— Dybala, tu no me arruinaste nada, tú no, tú eres una gran persona, perdón – saco el par de lágrimas de mis ojos – no debí mentirte, perdón por arruinar nuestra relación, perdón por arruinar lo que estábamos empezando –.
Bien merecido tengo lo que me pasó por no haberle dicho a Dybala, Ainara eres una estúpida, naciste con el don de arruinar todo en menos de un minuto.
El futbolista se acercó a mí y me abrazó, después de eso nosé que pasó por qué los dos nos quedamos dormidos, pobrecito es tan hermoso y ahora está durmiendo en un gran sofá tapado con una cobija, espero que no le pase nada.
1 semana después
Digamos que ahora ya no me aburro mucho en este hospital ya que los chicos se turnan para visitarme y pues Paulo siempre está a mi lado, jugamos juegos de mesa, nos tomamos selfies y pues he estado alejada de las redes sociales ya que no quiero la de mensajes que tengo preguntándome cómo estoy o algunos de la prensa llenándome de preguntas.
Gio y Cris están alistando todo para la navidad que se viene y pues Loli me viene a visitar todas las mañanas y pues nosé dónde se está quedando en las noches.
Narra Paulo
Estaba caminando hacia el hospital y los paparazzis llegaron a rodearme de preguntas, Dios ayudame por favor.
— ¿Como está Ainara? – preguntó uno que estaba al fondo.
— se encuentra bien, lamentablemente no podrá salir del hospital por órdenes de la doctora – respondí.
— ¿Que fue lo que le pasó? – preguntó una mujer.
— como todos sabrán ella fue atacada en mi casa en Italia, tenía que estar en reposo médico pero a la muy pendeja se le ocurrió viajar y continuar con la sorpresa que tiene para todos nosotros – respondí.
— ¿Cual es la sorpresa? – preguntó otro.
— pues eso no me pertenece decirles por qué como les dije es sorpresa y no tengo la autorización de Ainara para informales a las demás personas – sonreí – gracias no respondo más preguntas, mi esposa me espera.
Empecé a caminar hacia la habitación de Ainara y ahí estaba ella mirando la TV.
— jaja no tienes mi autorización, te van a decir mandarina – empezó a reír.
(Nosé si sepan pero mandarina en país aparte de ser una fruta es una expresión para los hombres que piden permiso a sus esposas para hacer las cosas, o bueno que hacen todo lo que sus esposas les dicen.)
— estabas viendo el interrogatorio – reí.
— si lo estaban pasando en vivo en un canal de chismes – respondió.
— entonces también escuchaste que te dije pendeja – empecé a reír.
— chistoso – se puso seria – mejor ve a ver a tu esposa –.
— pero si ya la estoy viendo – reí – pendeja –.
Así los dos pasamos un día de risas y disfrutando de ver la tele en este hospital más aburrido que mi propia casa.
