Veíamos una película y estábamos en total silencio, ella en su cama y yo en la mía, me salí de la habitación ya que tocaron la puerta y pues era mi persona favorita que aún no entiendo por qué no le parto la cara.
— que pasó – hablé muy serio.
— te quedarás a dormir con Ainara, tú la estás cuidando bien y pues Emilia irá a dormir con Dolores en otra habitación – me miró y yo seguía sorprendido.
— y que tú y Ainara no son pareja – dije ya que esta actitud de Neymar esta rara.
— no, Ainara y yo somos amigos, debería decir que soy su mejor amigo y me quiere demasiado – empezó a sonreír y me miraba con su cara de idiota.
— y el beso de la foto, de su instagram – pregunté bien idiota.
— decidimos reforzar la amistad, nosotros no lo hemos confirmado y más que todo, era por los medios de comunicación, ya sabes – respondió y asentí con la cabeza.
— y por qué no estás jugando – volví a preguntar.
— por qué me lesioné – hizo comillas con sus dedos.
— aaaaa, bueno entonces, bye – dije y regrese a la habitación.
Cuando entre Ainara me quedo viendo y después se fijo en la TV.
— y Emi – dijo curiosa.
— dormirá con Lolo, yo contigo, obviamente en camas diferentes – continúo viendo la TV y yo me eche en la cama.
— como has estado estos meses – dije sonriendo y bajando la mirada.
— pues saliendo adelante con dos nenes en la panza, diferencia de eso, estoy bien – respondió sería.
— que bien –vi la televisión.
— siii, saldremos mañana – me miró y yo hice lo mismo.
— creo que no, tienes que descansar y tienes que hacerlo por el bien de tus bebés, así que no – respondí cómo que si yo fuera su doctor.
Al día siguiente.
Desperté tipo 7:25 am y Ainara aún dormía, tocaron la puerta y decidí ver quién era, al salir todos estaban afuera.
— como está Ainara – preguntó Georgina preocupada.
— bien, ahora mismo está durmiendo, se despertó varias veces en la noche pero está bien – dije sonriendo.
— prepararemos todo para la celebración de fin de año y año nuevo, es mejor que cuides a Ainara, tiene que descansar, estaremos buscando en donde hacer, estaremos disfrutando el lugar y ya sabes – dijeron Álvaro y Cristiano.
— vayan con cuidado, la mantendré distraída y me encargaré de que no se aburra – empezaron a sonreír y me miraban.
— cuídala – dijo Camila.
— ustedes también cuídensen, yo estaré aquí con Ainara – nos empezamos a despedir.
Todos salieron del lugar y yo regrese a la habitación, Ainara aún dormía y pues decidí hacer lo mismo, la habitación estaba oscura ya que las cortinas estaban cerradas y pues eso ayudaba a lo igual que las luces también estaban apagadas.
Minutos después.
Desperté ya que Ainara se levantó de golpe y prendió la lámpara que tenía a su lado.
— estás bien – corrí hacia su lado.
— me están pateando – dijo y tomo mi mano y la puso en su vientre.
Se sentía bien bonito y todo, lástima que no perdonará por lo que le hice, tengo que preguntarle quién es el padre pero no sé cómo hacerlo y tengo un poco de miedo, si son míos tendré que entenderla y todo por qué como dijeron los chicos, tiene que estar al 100% en todo sentido, no quiero que por mi culpa le pase algo malo a ella o a los nenes.
— donde están los chicos – preguntó sonriendo y viendo su gran panza.
— se fueron, quieren preparar todo para la fiesta de año nuevo y dijeron que lo mejor sería que descanses y te cuides tu y los nenes – respondí nervioso.
— okey, pero no quiero estar aquí todo el día – empezó a reír.
— tampoco lo harás, yo me encargaré – le devolví la sonrisa.
— nesesito tu ayuda para el dos de enero, haré que vuelva la Ainara de antes, con su cabello bien clarito y precioso, no le digas a nadie – dijo muy seria.
— okey, no te preocupes, cuentas conmigo para todo – dije y me alejé de ella.
Entre al baño de la habitación y pensé en que hacer para que Ainara no se aburra aquí, salí de el baño y le dije ya vengo y me fui, fui hacia la recepción del hotel y pregunte si tienen algo para distraer a Ainara y pues dijeron que en la terraza del hotel había una gran vista a la ciudad y que aparte tenían un montón de comidas típicas del país, dije gracias y me fui.
Regrese a la habitación y Ainara continuaba acostada.
— vamos – sonreí y me miró.
— a donde – respondió curiosa.
— vamos, no seas boluda – me miró.
— okey, me pasas esa chompa de allá, tengo frío – respondió haciendo sus gestos.
Tomamos sus cosas y salimos de la habitación, ella tomo mi mano y me miró, le sonreí y continuamos con nuestro camino, empezamos a subir las gradas y nos fuimos hacia la terraza, nos sentamos en una de las mesas y pues no había tantas personas, estábamos mirándonos y pues no decíamos nada.
