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Días después
Mañana es el partido de fútbol en Colombia, no he visto a Dybala en todos estos días pero si hemos estado en el chat o llamadas, ahorita estoy junto a Emilia, Tini, Yatra, Dolores y yo, nos vamos por un café y después iremos a nuestras casas.
Los Dybala se estaba quedando en mi mansión de aquí de colombia, me la heredaron mis padres, bueno, estábamos dirigiéndonos hacia la cafetería con los chicos y un momento un grupo de chicos cubiertos la cara se bajaron del auto y nos amenazaron a todos con pistolas, a Loli la tomaron del cabello y yo estaba muy nerviosa, Sebastián Yatra le dio una patada a uno de los ladrones y hizo que votará su pistola, Tini que llevaba puesta tacones le piso el pie a otro de los ladrones y Emilia le mordió el brazo, en una de esas un disparo se escuchó y luego se empezaron a seguir escuchando más, reaccione rápido y decidí usar la cabeza, y si la use, di un cabezazo para atrás y se que al ladrón que me sostenía le dolió por qué yo quedé mareada, después de unos segundos Sebastián se puso en frente de las chicas y yo y todos nos quedamos quietos ya que tenían a mi sobrina amenazada con una pistola.
— no le hagan daño – grite.
— no te preocupes Ainara Carbajal, esto es para que veas que con mi jefe no se juega – susurro uno de esos hombres.
Tomaron a dolores de su cabello y la tiraron al suelo haciendo que se golpeé la cabeza con una piedra.
Rápidamente el sonido de un auto de policías se acercaba y los ladrones se subieron a su auto y se fueron.
Yo me tiré al suelo a ver si dolores estaba bien y pues no estaba, la cabeza le estaba sangrando y no reaccionaba.
— emi llama a una ambulancia – grito Sebastián.
— voy – susurro.
La policía llegó y les dimos las características del auto y para dónde se fueron, la ambulancia también y yo llamé a mis cuñados y a la madre de Paulo, subí con Loli y los demás venían en auto atrás.
En el hospital.
Pasaban los minutos y no nos decían nada de Loli, ya todos iban llegando al hospital y nada que el doctor salía.
— nadie le puede decir esto a Paulo – susurro Gustavo.
— que – respondí yo.
— Nara es lo mejor, si Paulo se entera va a venir así sea escapándose – susurro Mariano a mi espalda.
— está bien, no diremos nada, solo hasta que termine el partido de mañana – susurré algo insatisfecha.
Horas más tarde
Paulo y yo hablamos y por su puesto que no le dije nada, Dolores está con calmantes y pues gracias a dios se encuentra bien, ya me voy a casa ya que tengo que regresar con Loli a hacerle compañía en el hospital.
Al día siguiente
Llegó el día del partido y el doctor le ha dicho a Lolo que tiene que reposar hasta mañana por lo menos.
Yo estoy saliendo del hospital hacia mi auto para después ir a el estadio.
Minutos después
Me encontré con los chicos y chicas y las empecé a saludar, después de unos minutos salude a Camila galante y a Antonela Roccuzzo.
El partido empezó y Dybala me buscaba con la mirada, al encontrarme me sonrió y después de unos minutos el partido empezó, en el minuto 34:56 Messi le pasa la pelota a Dybala, Dybala salé corriendo y un jugador del otro equipo le pisa la pierna, Dybala cae al suelo y empieza a tomarse su pierna y a arrastre por la cancha.
Los médicos llegan y lo revisan, minutos después lo sacan de la cancha y yo salí corriendo hacia donde se lo llevaron.
Minutos después
Estaba alado de Paulo esperando a que el doctor trajera los resultados de su examen, está vez estamos en una clínica ya que lo trajeron del estadio para aka, el acostado en la camilla y yo pensando en como decirle lo de Dolores, los Dybala están en con Loli y solo Lautaro me acompaña.
— estás preocupada por algo – pregunto.
— ya traje los resultados – entro el doctor a la habitación.
— como está – pregunté.
— por ahora ya puedes regresar a tu casa, lamentablemente tu recuperación tendrá que ser de dos meses y si empeora será de más – me miró – no podrá jugar fútbol hasta que esté sano.
— maldición – susurro muy enojado.
— está bien doctor, gracias – salió el doctor de la habitación.
No sabía que decirle a Paulo y tampoco sabía lo de su sobrina.
— todo va a estar bien – lo mire y tome su mano.
— no va a estar bien, estamos en plena copa América y me lesionaron, tengo que llevar puesta está mierda en la pata – contestó enojado.
— deberías agradecer que no paso a mayores – susurré.
Se quedó callado y me miró con mala cara, justo en ese momento Lautaro entro a la habitación.
— y como está el boludo que se lesionó – dijo riendo.
— jaja de mal humor – mire a la ventana.
— tía, ya se lo dijiste – susurro Lautaro en mi oreja.
— no, ya voy – respondí.
— decirme que – pregunto desde la camilla.
— Dolores está en el hospital – susurré.
— que has dicho, que le pasó – pregunto aún más enojado – por qué no me lo dijiste.
— por qué fue la desición que tomaron tus hermanos – lo mire – y yo cómo pendeja les apoyé.
— es que tú cuando no estás apoyando una pendejada – grito.
— cuando se trata de algo serio lo hago – hablé también sería y enojada.
— quieren dejar de pelear – susurro Lautaro – mi hermana está en el hospital.
— dile eso al boludo de tu tío – susurré y salí de la habitación.
— ya oíste boludo y pelotudo, voy con mi tía – dijo Lautaro saliendo de la habitación – te esperamos en el auto.
— no me van a ayudar – dijo Dybala desde su camilla.
Al día siguiente
Los Dybala se quedaron en mi mansión en Colombia y Dybala y yo regresamos a Argentina y que hoy en la noche son los premios de los 40, tenemos tiempo exacto para estar arreglarnos, el DT le dijo que se cuidé y que espera su recuperación, Tini, Emilia y Sebastián regresaron más antes que nosotros a Argentina y Dybala sigue de mal humor por su lesión.