Capítulo I

1K 75 27
                                    


Patética aburrida y sola. Esa era la vida de Padme Naberrie. Sola hace ya aproximadamente 5 años, no, tal vez un poco más, Leia tenía cinco años y el padre de Leia se había ido antes de que ella naciera. Tenía ya 30 años, su hija entraría al kínder al día siguiente, lo que significaba más tiempo libre, y por supuesto más de su patética soledad. Pero ella lo había prometido. No tendría un novio hasta que Leia tuviera la edad para permitir a alguien más en su vida.

Algunas veces, lo único que extrañaba de la vida en pareja era el sexo. Satine que estaba casada hace mucho ya le había sugerido sacar su cabeza del trabajo y salir a divertirse. Es decir ¿Quién no necesitaba sexo de vez en cuando?

Pero Padme no era esa clase de mujeres, ella tenía solo un motivo en su vida, ver a su hija crecer feliz. Eso y su trabajo como cirujana cardiovascular, que a veces le consumía mucho más tiempo del que deseaba. Afortunadamente Satine era una santa, y ella y su esposo Obi- Wan, no tenían problema en cuidar a Leia cuando ella tenía que trabajar en el turno nocturno.

-Padme- habló el doctor Bail Organa, jefe de cirugía, en otras palabras, su jefe.

-Dr. Organa- dijo Padme poniéndose de pie rápidamente mirando al hombre.

-¿No deberías estar en tu casa ya?- preguntó Bail Organa mirando la hora, eran pasadas las 3 a.m y el turno de Padme terminaba a la 1a.m

-Si, pero yo, bueno, quería adelantar trabajo para mañana, ya sabe, Satine cuida a Leia por mí, y no puedo ir por ella a estas horas, porque no quiero molestarles- dijo Padme con tristeza y era verdad, cuando su turno terminaba a la una de la madrugada, de todas maneras no podía ir por su hija, Satinen y Obi- Wan probablemente estarían dormidos, y sacar a Leia al frío de la ciudad a esa hora tampoco era una idea tentadora.

-Ve a descansar Padme- sonrió Bail Organa- Mañana será un largo día.

-¿Lo dice por la evaluación de los pasantes?- preguntó Padme

-No solo por eso- dijo Bail Organa- Mañana llegará el nuevo jefe de cardiotorácico

-¿Nuevo jefe?- preguntó Padme sorprendida ¿Era una broma? En otras palabras se suponía que una vez que el Dr. Mundi renunciara, ella tomaría su puesto, ella llevaba meses trabajando, meses dando lo mejor de si ¿Y ahora le decían que un extraño tomaría el puesto?

-Padme, comprendo tu molestia, sé que te esforzaste, pero he considerado que lo mejor es que el nuevo jefe de cirugía sea alguien que nunca haya trabajado en este hospital, que tenga una opinión neutral, del equipo

-No me importa en lo absoluto- dijo Padme sonriendo cínica mente

-Sé que lo hace Padme, sé que estás molesta, pero espero puedas comprenderme- dijo el doctor Bail Organa abandonando la sala.

Padme miró su trabajo, todas las noches que su turno se extendía hasta esas horas, ella se quedaba trabajando hasta altas horas de la madrugada, hasta que fuera una hora prudente para ir por Leia. No podía ser posible. Ella había terminado sus estudios de medicina a muy temprana edad, luego había pasado los años necesarios de residencia en cirugía general, luego había estudiado 4 años la especialidad de cardiotorácico, al mismo tiempo en que se especializaba en cirugía cardiovascular, ¿Cuántas personas contaban con ese historial? Oh y claro todo eso mientras lidiaba con que su novio la dejaba sola con su hija. Todo eso era tan injusto, que si ya sentía que su vida era miserable, ahora lo sentía aún más. Tenía tantas ganas de llorar, tantas ganas de gritar, que habría sido capaz de patear cada una de las malditas sillas de la sala de espera.

Se quitó su bata y la arrojó casi con furia al casillero ¿Otro jefe de cardiotorácico? Ella debía ser la jefa de cardiotorácico, ella había luchado por aquel puesto. Ella había estado trabajando cinco años sin parar por ese puesto, y ahora alguien llegaba y se lo arrebataba. Era totalmente injusto.

Miró la hora, aún era muy temprano para ir por Leia, y regresar a su casa sería tan aburrido como quedarse allí. Siempre se quedaba allí cuando Leia no estaba en casa.

Tomó su ropa de cambio y entró a las duchas. Estuvo largos minutos bajo el agua, no creía que fueran a reprocharle por el gasto del agua. Dejó que el agua se llevará sus lágrimas de frustración. Se puso su ropa, que no consistía en más que unos jeans de tiro alto, una camiseta de cuello alto y una chaqueta para el frío. Miró el sofá donde todos los médicos solían descansar y se recostó abrazando un cojín.

Cerró los ojos y no sintió cuando Bail Organa entraba al lugar, mirándola con tristeza.

La verdad, era que Bail Organa había intentando dejarla a ella como la jefa, pero había sido el único voto contra un consejo de 12. Bail Organa sabía las razones porque los demás médicos no dejaban a Padme como jefa de cirugía. Era una mujer soltera, madre de una niña de cinco, algunos no la creían apta para el puesto. Era por eso que contratar a un médico, joven exitoso y que además había trabajado como médico militar, era todo lo que él hospital principal de Coruscant podía querer.

Bail Organa suspiro, y puso una manta sobre el pequeño cuerpo de Padme. Ella era una de las mejores cirujanas cardiovasculares que había conocido. Esperaba pronto el hospital se diera cuenta de ello.

Cuando despertó, Padme se dió cuenta que se había quedado dormida, y no solo era eso, su hija, entraba al kínder ese día. Corrió rápidamente a su casa y tomó sus cosas. Sonrió con nostalgia al ver la pequeña mochila de color rosa de Leia. Y su uniforme. Eran las 7 de la mañana, se dio el tiempo de prepararle los bocadillos a Leia, y no pudo evitar las lágrimas caer de sus ojos, su hija entraba al kínder ese día, ella estaría aún más lejos de ella. Pero era algo natural, significaba que ella estaba creciendo. Era un paso importante en su vida, debía estar feliz.

Satine abrió la puerta y abrazó a Padme que era un mar de lágrimas. Finalmente Padme pudo fingir estar bien frente a su asustada hija, que no quería separarse de ella para ir al colegio. Padme ayudó a Leia a ponerse el uniforme escolar, e intento no sollozar patéticamente mientras lo hacía.

Finalmente Leia y su madre estaban listas para comenzar esa nueva etapa en su vida, Padme estaba tan emocionada, que incluso se le había olvidado lo que ocurría en su trabajo, no pensaría en ello, esa mañana, era para su hija, para su Leia, que comenzaba una nueva etapa en su vida.



Bueno chicos acá el primer capítulo espero les haya gustado. 

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora