- Nadie nos verá aquí- dijo una joven residente de cabello blanco y azul, tirando la mano del Fisioterapeuta, Rex.
- ¿Qué es lo que estás haciendo conmigo niña?- dijo el fisioterapeuta golpeando la puerta de la oficina para cerrarla.
- ¿Acaso no te gusta?- preguntó ella mientras tiraba de la bata del fisioterapeuta y mordía su labio con pasión.
- Sabes que si- dijo él sonriendo mientras miraba por última vez que no viniera nadie.
Ambos habían sentido algo el uno por el otro desde el primer momento que Ahsoka pisó ese hospital, la conexión había sido inmediata, entre miradas nerviosas, y un deseo oculto en cada una de ellas. Todo había comenzado esa mañana, cuando Ahsoka llegó de las primeras al hospital, pues era una residente y ellos siempre debían llegar antes para organizar implementos y revisar informes, era parte de su labor. Se dió cuenta que Rex, estaba allí, organizando la sala de fisioterapia. Al verse desocupada Ahsoka se ofreció a ayudar, habían caído por casualidad el uno encima del otro, y un beso marco el siguiente y luego el siguiente, hasta que se dieron cuenta de que no podían detenerse. Pero no podían continuar allí, estaban en un hospital, Rex tiró de ella y buscaron un lugar privado, tal vez alguna sala de rehabilitación, pero Ahsoka vio una oficina, nadie llegaría allí hasta tarde, y ella tenía una copia de las llaves.
Ahsoka observó a Rex con pasión y se quitó su camiseta rápidamente, quedando semidesnuda frente a él.
Él la observó impresionado y luego sus cuerpos se encontraron, uniéndose en un alivio agonizante. Los fuertes brazos del rubio apretaron con fuerza a la chica, sosteniéndola acercándola aún más si era posible. Sus manos se enredaron en los cabellos blanco azulinos, y la beso apasionadamente.
Se quedaron así un momento, en medio del lugar entre respiraciones suaves, suspiros y jadeos.
Pronto la camiseta de Rex se unió a la de Ahsoka en el suelo, y luego los pantalones de Ahsoka. Rex la observó con admiración, su piel color zanahoria, suave y tersa, sus labios entreabiertos y su brillante mirada, ardiente de deseo, allí entre la tenue luz del lugar. Rex la rodeo nuevamente con sus brazos. Y sus dedos firmes avanzaron rozando suavemente el abdomen de la chica, subió lentamente haciéndola jadear y luego ahuecó su pecho de forma posesiva.
Sus manos bajaron hasta los muslos de la chica, tirando de ellos por sobre sus caderas, Ahsoka enredo sus manos en el cuello y le sonrió. Sintiendo el roce de sus caderas contra las suyas cuando la presionó contra la pared.
- Eres hermosa- le dijo y ella calló sus labios, besándolo con pasión, devorándolo y disfrutando del momento.
Las manos de Ahsoka esculpieron la espalda ancha y tonificada del hombre que la sostenía, y la boca de él besaba la clavícula de la chica, dejando una marca que probablemente se notaría, no importaba.
- Estamos en la oficina que menos deberíamos estar- dijo Ahsoka recuperando algo de raciocinio, pero luego sonrió cuando el lleno de besos su cuello comenzando a bajar a sus pechos.
Él succionó su pecho con fuerza, dándole a entender que eso sucedería allí y ahora, no importaba lo que sucediera.
Las manos de Ahsoka bajaron hasta la cintura de los pantalones de Rex y los bajó, el sonrió ante su impaciencia.
El liberó su pecho solo para mirarla a los ojos y sostener uno de sus muslos con más fuerza, acercándola aún más. Necesito solo un fuerte movimiento, una de sus manos soltó el muslo de Ahsoka y se sujeto de la pared, y entonces empujó. Uniéndose, cada uno abrió sus bocas en un jadeo silencioso, sintiéndose aliviados de saciar el deseo que ambos tenían el uno por el otro. Él ahogó un gruñido y cuando el se retiró y luego entró en ella nuevamente, ella abrió su boca para gritar, pero él la beso ahogando su grito con una sonrisa ladina. Las uñas de Ahsoka se clavaron en sus bíceps cuando el comenzó a moverse en serio, a un ritmo salvaje y constante. Sus jadeos estrangulados y los pequeños gemidos que Ahsoka ahogaba en el cuello del hombre.
- Estamos en una oficina que no deberíamos estar niña- dijo Rex entre jadeos, divertido y haciendo una mueca de dolor cuando ella enterró sus uñas en su espalda.
- No parecía preocuparte mientras me traías hacia acá- rió Ahsoka entre jadeos disfrutando de su unión carnal y pasional.
Disfrutando de como las manos de él se enredaban en su cabello y tiraban de él para succionar su cuello expuesto.
- Te sientes tan bien- dijo Rex empujando con más fuerza, cerrando los ojos ante la sensación de estar dentro de ella.
- Oh dios esto es increíble- dijo Ahsoka enterrando sus uñas en la espalda masculina- Oh Rex, por favor no te detengas- pedía Ahsoka entre pequeños gritos y jadeos ahogados.
Siguieron así por largos minutos, hasta que Rex sintió como ella se apretaba contra él, y ahogaba sus gritos mordiendo su hombro. Eso dejaría una gran marca, pero sería un memorable recuerdo. Él no puedo aguantar mucho más y alcanzó el clímax en su interior.
Se besaron apasionadamente una última vez, disfrutando de su unión solo unos momentos, hasta que recordaron que no deberían estar allí.
La claridad apenas regresando a sus abrumadas mentes, Rex subió sus pantalones y Ahsoka se puso sus pantalones nuevamente, justo en el momento que la puerta se abrió.
- ¿Ahsoka? ¿Rex?- preguntó Padme observando la escena frente a ella.
La residente, Ahsoka Tano estaba semidesnuda tapando sus pechos con sus manos visiblemente sonrojada, Rex estaba sin su camisa y el resto de la ropa de ambos estaban en el suelo. Las marcas de afiladas uñas en la espalda de Rex, le hizo confirmar lo que había ocurrido.
- Padme, yo puedo explicarte esto- dijo Ahsoka avergonzada y abrumada ¿Qué acababa de hacer? ¿Había tenido sexo sin protección con el fisioterapeuta que encontraba sexy desde que llego? Por dios ni siquiera habían tenido una cita fuera de ese lugar primero, y su primer beso había sido esa mañana.
- Ahsoka, estan en la oficina del Dr. Skywalker teniendo sexo a solo unos minutos de que él llegue y los encuentre- dijo Padme y ambos se sonrojaron aún más.
- Padme- dijo Ahsoka ¿Era el fin de su residencia?
- Maldita sea- dijo Padme mirando hacia el pasillo y dándose cuenta que varios metros más allá, con paso acelerado caminaba Anakin Skywalker.
- Yo los cubro, salgan de aquí, y tú- dijo apuntando a Ahsoka- A mi oficina ahora- dijo Padme y Ahsoka asintió asustada.
Padme cerró la puerta y observó que Anakin la observaba con curiosidad, probablemente preguntándose que hacia en su oficina. Se sentía un poco nerviosa de verlo, luego de aquel encuentro en casa de Satine. Tenía que pensar en algo rápido, si él entraba a esa oficina sería el fin de la residencia de Ahsoka, y una sanción enorme en la hoja de vida de Rex.
- Dr. Skywalker- saludó Padme formalmente y él respondió- Estaba buscándolo, pues ya que evaluará al equipo y no hay nada que yo haya podido hacer en este tiempo para que esa evaluación siga en pie, quiero ser yo misma quien lo ayude con la evaluación, ellos son mi equipo y no confió en nadie más que lo haga.
- Hum, bueno, desde luego no tengo ningún problema con eso, me sorprende gratamente- dijo Anakin sorprendido de que ella aceptara esa evaluación, la verdad es que era mucho mejor que fuera ella la que lo ayudara en aquella evaluación- y le agradezco por comprender y no oponerse- tanto, pensó Anakin pero no añadió el tanto.
- No es una situación que sea de mi agrado, pero quiero hacerlo por ellos- dijo Padme y Anakin asintió, era justo.
- Bien, vamos por los expedientes a mi oficina y comencemos ahora mismo- dijo Anakin caminando hacia su oficina
- No- gritó Padme tomando su brazo y soltándolo inmediatamente.
- ¿Ocurre algo?- preguntó Anakin con curiosidad ¿Había algo más que Padme no le estaba diciendo? ¿Había algo que ocurría en su oficina no? Miro la mirada nerviosa de Padme, todo parecía sospechoso.
- Creo firmemente que una evaluación debe hacerse en práctica y no mirando expedientes- sonrió Padme con confianza- Empecemos ahora mismo, vamos doctor Skywalker- dijo Padme y el asintió. Después de todo su turno no comenzaba hasta dos horas más tarde, solo que siempre llegaba antes.
Bueno en este capítulos vimos los inicios del Rexsoka jajajaja
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Almas Gemelas
FanfictionLa cirujana cardiovascular Padme Naberrie, ha trabajado duro por años para conseguir el puesto que tanto ha anhelado. Pero la vida no es justa para una mujer soltera madre de una hija de cinco años. ¿Qué pasará cuando Leia, su hija comience su nueva...