Capítulo XXXIII

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A pesar de todos sus intentos por calmarse, Anakin seguía nervioso. Pero finalmente estaba en frente al apartamento de Satine, vestido impecablemente esperando a por Padme.

- ¿Es normal que esté tan nerviosa para una cita con mi novio?- dijo Padme mirando a Satine mientras esta terminaba de arreglarle el cabello

- Bueno, yo también lo estaría- dijo Satine con una sonrisa astuta.

- No ayudas - dijo Padme bromeando y luego vio a Luke y Leia entrar corriendo a la habitación.

- Te ves hermosa mami- dijo Leia corriendo a abrazar a Padme

- Muchas gracias mi princesa- dijo Padme besando su frente. 

- Papi tiene razón- dijo Luke mirando a Padme- Pareces un ángel

- Sin duda el hijo de Anakin- dijo Obi- Wan riendo desde la puerta- Anakin ya llegó- anunció Obi- Wan

- Oh, salgo inmediatamente- dijo Padme nerviosa

- Oh cariño, por favor, haz que espere un poco, tengo algo para ti- dijo Shmi que estaba en la sala.

Padme salió de la habitación y avanzó hasta Shmi ¿Algo para ella? Vio a Obi- Wan sonreírse de manera cómplice pero los ignoró.

- Esto es para ti- dijo Shmi tendiéndole una cajita pequeña.

- Shmi, no tenía que molestarse- dijo Padme observando dos hermosos pendientes.

- No es una molestia, siempre los guarde para alguien como tú- sonrió Shmi y si todos miraban bien podían notar que ella tenía lágrimas en sus ojos, pero estaba disimulando- Estos pendientes me los dio el padre de Anakin, cuando yo tenía tu edad- sonrió Shmi y Padme la miró impresionada.

- No puedo aceptarlos- dijo Padme sonrojada- Estos pendientes, son muy importantes para usted- dijo Padme, Shmi acostumbraba a hablar del padre de Anakin cuando estaban en casa, incluso los gemelos escuchaban sus historias. El padre de Anakin había sido un importante general del ejército, y había muerto como un héroe de guerra.

- Por favor aceptalos- sonrió Shmi acariciando el rostro de Padme- Has devuelto la felicidad a la vida de mi hijo, a la de mi nieto y a la mia- dijo Shmi y esta vez una lágrima si cayo de sus ojos- No hay nadie más que merezca tenerlos como tú, eres como una hija para mi- dijo Shmi y Padme la abrazó fuertemente ¿Qué ocurría? ¿Por qué todos actuaban tan extraño?

Luego de una charla corta, Padme aceptó los pendientes y se los puso de inmediato, se despidió de los niños y vio como Obi- Wan abrazaba a Shmi, ellos se conocían hace mucho tiempo, Obi- Wan había peleado en la guerra bajo el mando del padre de Anakin. 

- Espero tu cita vaya muy bien- dijo Satine abrazando fuertemente a su amiga, Padme no entendía por que Satine la miraba así, pero solo sonrió. 

Cuando abrieron la puerta,  Anakin estaba apoyado perezosamente en la muralla, y se enderezó rápidamente cuando vio a Padme. Satine casi estallo en carcajadas cuando vio su mandíbula casi caer.

Padme estaba usando un hermoso vestido de color rosa pálido, con un pronunciado escote en la espalda, su cabello estaba recogido elegantemente, y los tacones estilizaban sus elegantes piernas.

- Te ves hermosa esta noche ángel- dijo Anakin avanzando hacia Padme y tomando su mano para besarla, haciéndola sonrojar furiosamente.

- Muchas gracias- dijo ella sin entender porque estaba tan nerviosa, parecía una adolescente enamorada. Tenía que calmarse- Tú también te ves muy guapo- dijo mirando sonrojada a Anakin que vestía formal, con un traje de color negro y el cabello normalmente desordenado peinado pulcramente. 

Él solo sonrió tímidamente, y la besó. Sintieron la tos discimulada de Satine y Anakin miró a Luke y Leia sonriendo en la puerta.

Anakin se acercó a ellos y los abrazó para luego hacerles cosquillas.

- No dije nada papi ¿He ganado mis chocolates?- preguntó Luke al oído de Anakin y Padme no alcanzó a escuchar lo que hablaban, Anakin miró a Obi- Wan y asintió.

- Bien, Obi- Wan lo guardó por mi, él te lo dará- dijo Anakin riendo mientras Obi- Wan iba por el chocolate que Anakin había dejado para Luke como soborno para que no dijera una sola palabra- Tú también ganaste uno princesa- dijo Anakin mirando a Leia que sonreía feliz, porque ella también había guardado el secreto.

Cuando se despidieron, de pronto Leia se detuvo y corrió hacia Anakin que la cargó firmemente mientras la observaba con una sonrisa.

Leia solo se quedó allí abrazándolo, pero ese abrazo significaba mucho para Anakin, el cariño que le había tomado a Leia era tanto que casi la consideraba como su hija. Padme sonrió y sintió como Luke hacia lo mismo con ella. Padme solo pudo abrazar a Luke y besar su frente. No entendía que ocurría en absoluto, pero también se había encariñado con Luke, lo quería como a un hijo, y sabía que Anakin sentía exactamente lo mismo por Leia.

Finalmente se despidieron y Padme creyó que Obi- Wan le guiñaba un ojo a Anakin que parecía francamente nervioso, pero salieron rápidamente del lugar y caminaron hasta el automóvil.

- ¿Lista para nuestra primera cita Dra. Naberrie?- preguntó Anakin intentando relajar el ambiente.

- Lista Dr. Skywalker- sonrió ella divertida observando como él le abría la puerta del automóvil

Ambos rieron por lo irónico que era tener una primera cita, después de estar viviendo juntos, 

- ¿A dónde iremos?- preguntó Padme con curiosidad.

- Es una sorpresa ángel- dijo Anakin sonriendo y ella asintió.

Conversaron un poco sobre su día, sobre lo feliz que Satine y Shmi parecían jugando con los niños, intentando no sentirse tan nerviosos. Anakin  vio de reojo los pendientes que su madre le había dado a Padme, esos pendientes eran muy importantes para Shmi, se los había dado su padre en el último aniversario de su matrimonio que pasaron juntos, Anakin sabía que si Shmi se los había dado era porque valoraba a Padme, y la aceptaba como parte de su familia.

Finalmente llegaron a uno  de los restaurantes más lujosos de la ciudad, Padme estaba impresionada con la belleza natural del lugar, había incluso un lago artificial. Se sorprendió cuando pasaron de largo la recepción principal y luego Anakin la guió hasta los hermosos jardines. No había nadie en el lugar, y había una mesa a la luz de la luna y las estrellas.

- Esta noche es solo para nosotros dos My Lady- dijo Anakin abriendo la puerta que daba hasta los jardines y ella sonrió. Todo era hermoso y aquella mesa con vista al lago artificial era hermosa. 

No pudo evitar preguntarse nuevamente que estaba ocurriendo, pero ella en el fondo lo sabía.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora