Capítulo XVI

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Anakin observaba a Luke que era un vendaval de energía infantil corriendo por  el apartamento. Se había levantado a las 8 a.m  por desgracia para Anakin que se levantaba tarde solo el fin de semana.

- ¿Ya estás listo papá?- preguntó Luke tirando de Anakin que recién salía de la ducha solo con un pantalón de jeans y el cabello mojado.

- En un minuto Luke- gritó Anakin poniéndose una camisa de color blanco y una chaqueta de cuero de color negro.

Preparó el desayuno rápidamente  y Luke comió todo lo rápido que pudo.

- Luke son recién las 9 a.m- dijo Anakin divertido- No podemos ir tan temprano

- Leia dijo que ellas se levantaban temprano papá- dijo Luke tirando de la mano de su padre.

Anakin suspiró, Padme también había dicho lo mismo.  Habían quedado de preparar el almuerzo juntos. Porque los niños querían cocinar en su primera cita de juegos. Así que Anakin había ido de compras el día anterior.  Apenas había logrado hacer las compras, pues no podía quitarse de la mente el beso que se habían dado. 

Habían hecho un acuerdo silencioso de no volver a hablar del tema, y debía quedar así. Pero aún podía recordar sus labios, su rostro angelical. Negó, no pensaría más en eso, ahora solo  se reunirían porque sus hijos querían una ''cita'' de juegos. Aunque había pasado casi una hora en el baño afeitándose y peinando sus cabellos semi largos para verse bien. 

Padme por su parte, había despertado asi tan temprano como Leia, que llevaba tiempo mirando por la ventana por si Luke ya venía. Tenía todos sus juguetes en el juego para jugar todo el día con Luke. Padme incluso había armado una cama elástica para niños que no solía usar pues Leia no jugaba en ella, pero ahora parecía muy emocionada de usarla si venía Luke a jugar.

- Te ves muy bonita mamá- dijo Leia mirando a su madre y Padme se sonrojó. No era que hubiera pasado toda la mañana intentando verse bien. Sinceramente no entendía por qué lo hacia, ellos no podían tener nada, y ese maravilloso beso, solo había sido un desliz que no volvería a repetirse.

Finalmente Padme revisó que su apartamento luciera limpio y decente, siempre lo estaba pero ahora le preocupaba aún más. Sintió el timbre y se congeló. Eran las 10 de la mañana y ellos habían llegado. 

Respiró para tranquilizarse, vamos, lo había visto luego de ese beso en el hospital, cuando él nerviosamente le pidió su dirección para la cita de los niños. Era Anakin, su jefe, no había nada de raro en verlo, no debía ponerse nerviosa, no era una adolescente enamorada por dios. Caminó segura hasta la puerta y cuando abrió, toda su seguridad falló.

Allí estaba Anakin, luciendo seguro, tomando a su hijo de la mano, vistiendo como si fuera un modelo de revista.

Anakin por su parte solo se veía seguro, más por dentro estaba impresionado con la belleza de Padme, ella lucía un vestido de color amarillo, que la hacia parecer una princesa de algún cuento.

- Hola Luke- saludó Padme y él saludo educadamente- Hola Anakin- dijo aún le costaba referirse a él por su nombre, y no por Dr. Skywalker.

- Hola señorita Naberrie- dijo Luke y Padme los invitó a pasar con una sonrisa.

Anakin depositó un beso en su mejilla a modo de saludo, pero serían hipócritas si lo negaran, ella quería colgarse de su cuello y besarlo, y él quería aferrarla por la cintura y besarla hasta quedar sin aliento. Afortunadamente para los niños, sus padres no lo hicieron.

- Lamento haber venido tan temprano- dijo Anakin disculpándose- Luke estaba muy emocionado

- Oh, no hay problema- dijo Padme sonriendo- Despertamos muy temprano.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora