𝕭𝖆𝖉 {Jack Conway}

•35•

Conway y __ en estos momentos se llevaban como perro y gato; el hombre tratando de protegerla a toda costa sin expresarle emoción alguna de que lo hacía porque la quería, mientras que la chica no tenía ni puta idea de lo que queria pero sabia que no queria estar presionada por Conway.

La joven se sentó en el sillón desanimada por los discursos que el mayor se marcaba. Conway llamó al Ruso, odiaba recurrir a ese sujeto pero lo veía necesario, tenía que admitir que el sabía más de ella que el. El ruso llegó y al verla se acercó tímidamente.

-Hola peque- este la miro como si fuese una pequeña muñeca de porcelana a la cual no debía romper- ¿Como esta mi ñina?

-¡Wow wow wow!- al escuchar "Mi" ella se alteró un poco- ¿Y tu quien coño eres? No soy tuya ¿oíste? Ni tampoco soy peque, no se que clase de apodo es ese pero es una jodida mierda. ¿Conway y ahora a quién trajiste para torturarme?

-_-__ soy yo- los ojos del joven se cristalizaron- ¡El ruso! Tu amigo, tu hermano de corazón y riñón ¿No lo recuerdas? - ella negó con la cabeza algo asustada y el perdió la compuerta- ¡¿No me recuerdas?! __ no me gustan tus bromas, podrás olvidarte de todo pero no de mi ¡Reacciona! Soy... soy yo, nikol kostylev alias Ruso

-No... no se quien eres

El hombre partió en llanto, en rabia, miro al superintendente enojado.

-¡Todo es tu jodida culpa! ¡Todo es tu puta culpa trajeado de mierda! ¡Mira lo que le haz hecho al ser más precioso de la tierra! - señalo a la chica- ¡Solo mírala! ¡¿Estas feliz con lo que lograste?!

-Calmate...- Conway sabia a la perfección que el tenia razón, día y noche se sentía culpable de la muerte de sus agentes y de la tragedia de la chica- La vas a asustar

-¡¿Que hizo ella para merecer tanto odio del mundo?!... Lo único que hizo fue querer, fue amar- señaló a Conway amenazante- ¡Pero tu, tu eres el peor error del que se haya podido enamorar y si esta así es por tu jodida culpa!

El ruso se arrodilló delante de ella quien no sabía que coño hacer así que solo lo miro fijamente, este se levantó su remera dejando ver una cicatriz en su abdomen.

-Ves esta cicatriz- el se la mostro teniendo aún algo de esperanzas- Tu también la tienes- Ella curiosa levantó su remera y noto que tenia la misma marca que el- Yo estaba muy enfermo y tu me diste tu riñón ¿De enserio no lo recuerdas?...

Ella negó con la cabeza, el suspiro tristemente, se paró delante se Conway y limpio sus lágrimas, el no podía ver a la chica en ese estado simplemente le hacía mal.

-¿Para que me hizo venir aquí?

-Encontramos esto- el le mostró el bote de medicamentos

-Oh si, más recuerdos malos... vayamos a un lugar más privado- ambos asintieron y se dirigieron a la cocina- Cuando __ perdió a Mati se encontraba devastada, el fue alguien que le brindó la compañía que ella necesitaba y alguien que le ayudó a volver a reconstruirse... Pero cuando lo perdió volvió a sus viejos hábitos de autolesión y recurrió al alchol, era demasiado peligrosa para ella misma y tenía ataques de pánicos en ciertos momentos... Así que le dieron esos medicamentos junto a otros pero esos son los que tiene que tener siempre con ella por si llega a tener un ataque

-Ya veo...

-Yo que usted me los quedo siempre cerca... Cuando ella recuerde de nuevo a Mati o a sus compañeros agentes caídos será un peligro...- ambos se miraron serios- Quiero que la cuides como si fueras tu mismo

-Yo sé lo que tengo que hacer, ahora vete gilipollas antes de que llenes el lugar de lagrimas.

El joven con el corazón destrozado se fue del lugar, Conway miro atento a los movimientos de la chica que quien sabe que estaría haciendo frente a la ventana.

-¿Que haces idiota?

-No lo sé...- ella estiraba sus brazos de un lado al otro moviendo ligeramente sus pies mientras miraba el cielo- Creo que ya perdí la cabeza

-Hace rato...

Conway la observo detenidamente, apreciandola y sintiendo algo de culpa por el estado en el que estaba, perdida, sin rumbo, sin poder reconocerse ni a ella ni a los demás y para peor no podía estar para ella en todo momento, el tenía que trabajar y seguir con sus investigaciones. Pensó unos segundos, por el momento no podría llevarla a comisaría pues las cosas aún seguían tensas y hasta no saber quién era la persona que enviaba aquellos mensajes no era un lugar seguro para ella; le envió un mensaje que Horacio pidiéndole que se acerque al departamento de ella ya que el crestas era otra de las pocas personas que recordaba a medias la joven.

-Escucha... Yo tengo que ir a trabajar

-No recuerdo haberte preguntado pero esta bien, adiós, aprovecharé a salir a hacer algo

-No me estás entendiendo muñeca, tu te quedas aquí, ahora vendrá Horacio a cuidarte

-Escuche señor antipático, yo no tengo 5 años para que me tenga que cuidar y mucho menos necesito la ayuda de un hombre para cuidarme- ella lo miro enojada

-Obedeceme- el se acerco a ella amenazante

-Ay Conway- quedaron que unos centímetros del otro- No obedezco ni a mi consciencia, mucho menos le obedecere a usted

-¡Obedeceme!- algo su voz poniéndose firme- Y no rechistes muñeca

Ella cerró su boca sintiendo un escalofrío recorrer su columna vertebral que la estremecía, sus piernas temblando sintiéndose débil y un pinchazo en su cabeza hizo que se desestabilizara, el mayor la sostuvo notando como se estaba por caer.

-__ ¿Estás bien? ¿Que te ocurre?

-N-Nada...- recuerdos de una noche lujuriosa se asomaron por su cabeza- E-estoy bien... ve a trabajar me quedaré aquí

-Estas roja...- ella se avergonzó y se alejó de el, este le habló con burla- ¿Acaso te pongo?

-¡Cállate! - ella se sentó en el sillón ocultando su rostro entre las manos- Me pones más que el sol en verano ¡Pero eso ya lo debes de saber, yo lo acabo de recordar!

El mayor se acercó a ella, soltó una carcajada burlona y besó la coronilla de ella.

-Realmente no lo sabia, me lo imaginaba pero nunca me lo confesaste... pero ahora lo sé muñeca

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Horacio llegó al departamento de __ haciendo que Conway finalmente se retirara a trabajar. El crestas quería a toda costa hacer que la joven recuperara todos esos bonitos momentos que pasaron juntos así que se los comenzó a narrar como el los recordaba tratando de no omitir ningún detalle.

-¿Sabes? No recuerdo bien todas esas cosas, pero siento que si que las pude haber hecho... Siento como si te conociera pero no logro conectar todos los cables en mi mente.

-Tu tomate tu tiempo- el coloco sus manos sobre las de ella dándome una cálida sonrisa- Dr Muerte dijo que tus recuerdos volverán y más si tienes estímulos, mientras tantos tienes que estar tranquila y abierta a las personas

Ella asientio con la cabeza, miro por la ventana como el sol a penas se ocultaba, volvió a mirar a Horacio y unas ideas alocadas pasaron por su cabeza.

-Horacio... ¿Me harías un favor?

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