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. . .  Un año y medio después  . . .

Lejos de Los Santos, sobre un pequeño campo lleno de vida, se encontraba una gran casa con paredes color crema, habitaciones amplias pero sobretodo un gran huerto de arándanos, tomates y cientos de flores como los girasoles que atraían a las pequeñas y extrañas mariposas azules. Como era normal un viejo hombre se encontraba sentado en el descanso de la puerta principal, esperando a que su amada regresara, a su lado estaba su fiel canino que sabía lo que le tocaba y esperaba con ansias ver la figura femenina de su ama.

Luego de todas las complicaciones que hubo en el camino, el viejo Jack Conway compró una casa vieja y abandonada en un lugar casi muerto, centro todo su tiempo y emociones en aquella casa, reparó sus paredes, la pintó, se encargó de las instalaciones, la decoró a su gusto, sembró en aquellas tierras para convertirlas en fértiles; invertio gran parte de su dinero y tiempo en esa casa pero valía la pena, lo ayudó a despejarse mientras __ salía por largos periodos de tiempo a hacer encargos. La joven __ pude recuperarse mentalmente logrando conseguir algo de calma para ella misma, disfruto mucho de Jack el constructor como ella le decía, el hecho de que sea tan perfeccionista logro que la casa cobrara vida, aunque el hombre no sabía mucho de plantas así que del jardín y del huerto se encargó ella.

Pero no eran los únicos que vivían en esa casa, para nada. Allí también vivía el joven Horacio que impulsó su vida apostando a la moda, estudiando la asesoría de imagen y pudiendo perder todo ese peso que había ganado ya que llenó aquel vacío que sentía con aquella extraña familia. Luego de que los tratamientos de Gustabo terminaran y le resetaran una debida medicación, el también comenzó a vivir en esa casa tratando junto a Jack de revivir aquel vínculo padre e hijo que ambos buscaban hace tiempo, viviendo cada momento a su modo ya que no se podía negar que cada uno tenía su personalidad haciendo que no sean como un padre e hijo normal.

Victor Volkov logró superar aquel coma, al despertar estaba tan agradecido con __ y Conway, el recordaba cada palabra que la chica le decía cada beso que le daba y cada historia de Caso cerrado que le contaba; aunque bueno aquel incidente dejó ciertas secuelas como por ejemplo el hecho de que necesitaba una máquina para poder suministrarle adecuadamente aire ya que sus pulmones estaban algo dañados todavía, la otra de las dificultades es que aún no confiaba del todo en Gustabo así que dificultaba mucho el hecho de que vivieran en la misma casa, a veces ni se dirigían la palabra y otras llegaban a insultarse muy feo. El joven pelo blanco, debido a su condición, no podía hacer varias cosas pero para distraer su mente consiguió un pequeño trabajo de medio tiempo en un refugio de animales donde le brindaba un hogar transitorio a varios animales callejeros o abandonados, eso le hacía sentir mejor. También se había vuelto algo más cercano a Horacio ya que este le ayudaba mucho con su condición, se sentía algo mal por lo que había pasado y al crestas siempre le gustó ayudar.

-¿Aún no llegó?- cuestiono Volkov al ver al hombre sentado expectante

-No... Aún no, pero se que llegará, lo presiento, siempre lo hace

-Es una gran mujer realmente... Nos hemos ganado la lotería al conocerla- ambos sonrieron- No todas las personas buscan la felicidad de los otros sin ningún costo

-De ella puedes esperar lo que sea menos que sea predecible, si fue capas de entregar su libertad por nosotros ¿Que no es capas de hacer?

El canino se levanto y corrió lejos de la casa, esto le informó a los otros dos hombres que la chica estaba llegando, Conway se levantó y caminó un poco más para ver si efectivamente la joven había llegado. Volkov sonrió y entró a la casa para poder seguir con sus cosas.

-¡Ivadog, buen chico!- se escuchaba la alegre voz de __ - Te extrañé demasiado

La joven se agachó a la altura del can para acariciarle y luego su vista se centró en Jack Conway que la esperaba unos metros más adelante, ambos sonrieron para luego acercarse y abrazarse.

𝕭𝖆𝖉 {Jack Conway}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora