𝕭𝖆𝖉 {Jack Conway}

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-Joder... - Conway suspiro pesadamente

Aquel hombre llego al departamento de __ por la mañana, la busco por aquel sitio y la encontró recostada sobre varias cosas de su cama; Conway la observo detenidamente, como el pecho de ella se elevaba y volvía a bajar pacíficamente descansado, dirigió su mirada a las cosas que tenía bajo ella notando los trofeos de piloto y el uniforme. El superintendente se dirigió a la cocina comenzando a preparar algo para desayunar esperando con calma lo que la chica le diría y que el sabia que lo desesperaria, no sabría que podría decirle pues no lograba descifrarla como a los demás pero sabía perfectamente que lo que le diría lograría alterarlo.

__ luego de unos minutos se despertó, escucho algo de ruido en la cocina y se asustó, tomo un bate que se encontraba en la recámara y comenzo a dirigirse a esta sala; se asomó a la cocina y observo al superintendente preparando unos cafés con tostadas mientras cantaba de manera armoniosa, ella se quedó observando, admirandolo, sintiendo algo muy extraño dentro de ella a causa de su canto melodioso.

-¿Jack?...- ella salió de su trance al percatarse de un pequeño detalle, el nombrado se dio la vuelta para conectar sus miradas- ¡¿Como coño entraste a mi casa?!

-Tengo unas copias de tus llaves- contesto de lo más tranquilo restandole importancia

-¡¿Y eso porque?! ¡Joder, me he cagado en las patas! Pensé que alguien se había metido a robarme o algo- ella suspiro resignada sentándose en la pequeña mesa de la cocina

-Tranquila muñeca, solo soy yo

-¿Porque yo no tengo una copia de tus llaves?

-Porque es mi departamento

-¡Exactamente por eso no tienes que tener las llaves del mío!- dejo el bate a un lado

-Que manera de despertar...

Ella hubiera seguido gritando histérica pero simplemente se resignó, froto sus ojos y miro a su acompañante quien le dejó un plato de tostadas y una taza de café.

-Por lo menos me preparas de desayunar- ella tomo de su café- Pero no te agradeceré, sigo enojada por no saber que tenías copias de mis llaves.

El le restó importancia, Conway sabía que ella en el fondo entendía que tenía aquellas copias por si algún día le pasaba algo. __ se quedó mirando el contenido de la taza aún algo hipnotizada por el canto del otro, suspiro.

-Conway ¿Puedo no ir a trabajar hoy? Prometo que compenzare las horas perdidas otro día... Pero hoy no me apetece patrullar

-¿Y eso porque?... He visto que estuviste husmeando entre tus cosas ¿Haz recordado algo?

-La verdad es que no recordé nada pero se que fui piloto hay muchas pruebas de eso... Pero no lo recuerdo... Hoy simplemente quiero descansar, ver si quizás así pueda recordar algo...

-Y con eso deduzco que quieres también que te deje sola, sin compañía ni nada ¿Verdad?- ella asintió provocando que este suspire- Bien...Te concederé ese deseo, pero por la noche te quiero en mi departamento tengo que mostrarte algo.

-Esta bien Gracias- ella sonrió- Prometo que si pasa algo lo voy a llamar o enviar algún mensaje, no me meteré en problemas.

-Eso espero...

. . .

__ camino por las calles y visito un par de tiendas, luego fue lentamente al cementerio donde se sentó en el césped delante de las dos tumbas de sus compañeros.

-¡Buenos días chicos!- la joven comenzó a sacar unas cosas de las bolsas que traía encima- Compre unas cosas para ustedes.

De la bolsa sacó un frasco de crema pulidora y un trapo, paso algo de crema por el trapo y luego se arrodilló para limpiar las placas del sepulcro de ambos agentes. Luego de limpiar estas placas, saco de otra de sus bolsas unas flores que comenzo a entrelazar haciendo unas coronas de flores mientras hablaba como si aquellos dos pudieran escucharla.

-Ivanov yo se que tu sabes algo sobre de que yo era piloto, recuerdo bien que algo te dije y que por eso hicimos nuestra promesa de meñique- ella suspiro- Aún nuestra promesa sigue en pie, aunque tendrá que ser una carrera entre las llamas del infierno.

Ella terminó ambas coronas de flores y se las coloco en las lápidas con delicadeza, sonrio tristemente y volvió a tomar sus bolsas.

-Me tengo que ir- hizo un saludo militar- Así que descansen...

La joven volvió a caminar, tomo uno de sus coches y comenzo a conducir hasta aquella isla donde la habían llevado, pidió prestada una lancha que se encontraba en el muelle y subió a lo más alto de esa isla, se sentó y miro al mar.

-Torrente es una pena no haber podido encontrar tu cuerpo... ¡Pero no por eso te mereces menos que Ivanov o Gonetti! A ti también te haré una corona de flores no te pongas celoso

Ella sacó de la bolsa unas flores y aprovechando la vegetación se la isla le incorporó algunos pastizales o plantas de allí, al terminarla la soltó al mar y se quedó viendo como las olas iban alejando aquella corona.

-Gracias Torrente por haber salvado a Gustabo y Horacio...

La joven se quedó mirando el inmenso mar pensando en cómo seguir, en cual era su propósito, en que quería conseguir en lo que le quedaba de vida. Miro el cielo y disfruto aquella sensación de calma que le provocaba. Mientras __ pensaba que estaba sola, Conway la vigilaba desde lejos muy atento, cuidando de que no le pase nada y algo sorprendido por los actos de ella.

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__ llego a su departamento luego de estar todo el día afuera, se ducho y cambió de actuando a algo más prolijo, se mensajeo con Conway.

__: Ya puedo ir a su departamento?? O sigue procesando a idiotas?

Conway:Puedes venir, no tardes.

-Poco texto- suspiro tomando sus cosas

La joven tomó su auto y condujo hasta el departamento del mayor, llamo a la puerta y ahí estaba el tan tranquilo y sereno como siempre, ella entro y se agachó al ver como Ivadog se acercaba a saludarla.

-¡Hola Ivadog!- comenzó a acariciar al camino- ¿Como esta el perro robot más lindo y letal de todos?

-Saludas primero al perro y después al dueño- hablo con ironía Conway- Vaya modales.

-Pero si le vi por la mañana- reprochó siguiendo al sujeto hasta el comedor- Lo veo casi las 24hs del día, no me hace falta saludarle todo el tiempo. - ella observo algo sorprendida la mesa- ¿Y esto Conway?

-La cena

Sobre la mesa se encontraban dos platillos con su comida ya servida y caliente, junto a unas grandes copas, también un balde lleno de hielo para mantener en frío un fino vino dulce, además unas lindas velas decorando el ambiente. El superintendente se acercó a un reproductor de música de la sala y coloco algo de su típica música de los '80. __ miro con una ceja arqueada la situación pero no podía evitar sonreír.

-Asi que... ¿Tiene un lado romántico detallista?

-Yo soy todo un poeta, un romántico a la antigua- sonrio con burla el mayor tendiendole su mano- Ahora sea tan amable de acompañarme a esta velada

Ella río, tomo su mano y se sentaron en la mesa para comenzar a comer y debutar aquel vino añejo.

-¿Que haz hecho hoy __?

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