☁️Primer día☁️

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Hoy iba a ser vuestro primer día, le dijiste a Deku que te diera su numero de teléfono para manteneros en contacto y que te esperara al día siguiente en la entrada del edificio para ir juntos en el primer día de clase.

Bajas volando a toda velocidad para que no se os haga tarde, pero calculas mal y por poco te chocas contra él, por suerte, has sabido frenar a tiempo, pero ahora os encontráis pegados nariz con nariz. A ambos se os suben los colores y escondes tus alas para separarte de inmediato.

- ¡Lo siento!

Ese incidente te recuerda a cuando tuviste que besarlo, no te desagrado y a él tampoco.

- N-no pasa nada, ¿nos vamos? – pregunta ansioso y nervioso –

- Claro.

Por el camino vais hablando de como creéis que serán las clases y en qué clase de héroes os queréis convertir, Izuku quiere ser como All Might, no te sorprende, pero admiras mucho su determinación.

Al entrar por las puertas de esa gran academia con la que habíais soñado no podéis evitar emocionaros, habías deseado todo eso en vida y ahora, después de tantos años podías cumplir tu sueño. Diriges tu mirada a Midoriya y puedes comprobar lo feliz que esta y eso te hace feliz a ti, por que sonríes inconscientemente.

Por detrás Katsuki os intercepta y se dirige directamente a Deku:

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Por detrás Katsuki os intercepta y se dirige directamente a Deku:

- No sé como han dejado entrar a un sin singularidad como tú aquí, pero voy a machacarte. – amenaza –

Ves la cara horrorizada de Deku, esta nervioso, le tiembla el labio y una gota de sudor le cae por la mejilla. Sin saberlo, tu condición de ángel custodio te obliga a protegerlo en cada momento, por lo que agarras de la camisa a Bakugou y tus ojos se encienden en un color verde llameante.

- No le toques. – amenazas también –

- ¿¡Eh?! ¿¡qué eres su guardaespaldas?!

- Algo parecido, por eso te pido de buenas maneras que le dejes en paz o te reduzco a cenizas.

- ¡_-______! ¡no pasa nada! ¡estoy bien!

Giras tu mirada hacia él y sientes como tus músculos se relajan, como si su confirmación bastara para apagar tu fuego, como una orden que tienes que cumplir, le sueltas.

- ¡Si tú también quieres pelea por mi perfecto! ¡vas a morir! – grita yéndose tranquilamente –

- ¡Genial! ¡no te tengo miedo! – le respondes –

Te saca el dedo y desaparece de tu visión.

- No tienes porque defenderme _________, no quiero que Kachan la tome contigo también.

- Soy tu ángel custodio y tu amiga, no pienso detenerme, sea quien sea o sea o que sea, te protegeré.

Pareces más seria de lo normal y aun tu mano derecha esta cerra en un puño, incluso tu piel amenaza con agrietarse, has entrado en un estado de combate inconsciente, sientes que tu corazón arde en deseos de luchar, pero entonces sientes como una mano ajena se posa sobre la tuya, aflojando el agarre y calmando tu ira. Deku duda al principio y con un poco de vergüenza entrelaza sus dedos con los tuyos, no sabe que es lo que te pasa, pero no le gusta verte tan entregada a dar tu seguridad por él.

- T-todo esta bien, lucharemos juntos.

Nota como tus músculos se han relajado y tus ojos vuelven a tener esa mirada alegre y tranquila. Te giras y le sonríes, ahora estas mucho mejor. Miras vuestras manos y un leve sonrojo se instala en tus mejillas.

- Gracias. – dices señalando con la mirada vuestras manos –

Se da cuenta de lo que esta haciendo e intenta soltarte, pero tu le agarras de nuevo, no quieres perder esa tranquilidad, temes quemarte con tu propio fuego.

- Esta bien, no me molesta. – confiesas –

- Bien... - sonríe tímidamente –

Para ser el primer día os lo pusieron difícil. Conocisteis a Iida y Uraraka, Deku se puso nervioso y eso te molesto, ¿Qué tenia ella de especial? Pero después de ese sentimiento decidiste relajarte, no era propio de ti juzgar y odiar de esa manera, por el contrario, el chico te pareció raro, pero simpático. Luego el profesor Aizawa os hizo una prueba en la que tenias que lanzar una pelota con vuestra singularidad, tú la impulsaste muy alto usando el fuego dorado para no quemar la pelota, Izuku lo tuvo mas difícil, pero consiguió mantenerse en pie, solo se rompió un dedo, esas ganas de superarse y avanzar te cultivaban, querías ser como él.

Después de ese duro día volvisteis al edificio y Midoriya te invito a quedarte un poco más con él para hablar del día de hoy, aceptas y os vais a su habitación.

- Sabes, hoy has estado impresionante. – alagas –

- Que va, tampoco he lanzado la pelota muy lejos.

- No me refería a eso, tu fuerza de voluntad es impresionante y siempre mantienes una sonrisa. Te juro que no dejas de impresionarme.

- ¿D-de verdad?

- Por supuesto, yo nunca miento.

- Lose, pero tu también has estado genial, tus llamaradas son de lo más extrañas, pero asombrosas, me encantaría saber como funcionan.

- Créeme, a mi también. – te ríes – Bueno y lo que dijo Aizawa-sensei...no te preocupes, da igual lo herido que estés, siempre voy a sanar tus heridas con mi fuego dorado. Aunque prefiero que no te lastimes, claro.

- Mejorare y así no tendrás que preocuparte por mí.

Lo miras y deduces que no te ha entendido, no es que quieras dejar de preocuparte por él, siempre lo harás, lo que deseas es verlo crecer como héroe.

Del cielo a la tierra (Deku x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora