Del cielo a la tierra (Deku x tú)

☁️De amor vivimos☁️

Te despertaste con un sonido molesto, no podías reconocerlo. Abres los ojos con pereza y te encuentras al lado de la mesilla un móvil que no deja de sonar y una nota. Achicas los ojos para comprobar que no es una ilusión producida por el cansancio y te desperezas para luego alcanzar el móvil y apagar la alarma. Nota:

Como todo adolescente debes tener uno de estos, además de que lo necesitaras para levantarte cada mañana. Pdta. Hablaremos por este aparato para saber como va cada día la misión y tu nueva singularidad.

Lo primero que piensas es que a sido una nota escueta y que será bastante molesto tener que hablar con tu jefe prácticamente todos los días. Decides prepararte de una vez recordando que hoy serian las pruebas de acceso, sientes tus energías cargadas al máximo por el entusiasmo.

Se te había echo tarde y no lograste alcanzar a Deku a tiempo, él salió antes. Desanimada por no haber podido darle la sorpresa antes sales del edificio, por el camino notas una picazón constante en la espada e intentas llegar para rascarte, pero al hacer fuerza tus alas de ángel vuelven a brotar de esta, por lo visto te habían dejado conservarlas para hacerte más fácil la tarea de ángel custodio y lo agradeciste, las extendiste y echaste a volar para alcanzar a tu protegido. En menos de cinco minutos lo encuentras a mitad de camino.

- ¡Deku! – gritas –

Notas como se sobresalta y mira a todos lados con un poco de temor, obviamente no te ve ya que estas sobrevolando sobre su cabeza, asique decides acercarte y te pones enfrente suya aun volando.

- ¡Deku! – vuelves a gritar feliz –

- ¡__-_____! ¡lo has conseguido!

Asientes eufórica y guardas tus alas para colocarte a su lado y caminar juntos.

- ¿P-podrías no llamarme Deku? – comenta antes de empezar a caminar –

- ¿Por qué?

- Es la forma que tiene Kacchan de llamarme perdedor. – responde desanimado –

- ¿En serio? Pensé que significaba otra cosa como: ¡animo! o ¡adelante! Ya sabes como un mote cariñoso o unas palabras de aliento.

- ¿De verdad? – pregunta más animado –

- Claro, ¿Por qué no hacemos esto? Yo te llamo Deku, pero como mote cariñoso.

- ¿C-como mote c-cariñoso?

- Sí, después de todo soy tu ángel custodio, si no te tuviera cariño mi trabajo sería más difícil, ¿no crees?

Asiente con una sonrisa de oreja a oreja y un notorio sonrojo en las mejillas, en ese momento le viene el pensamiento de la primera vez que os visteis y las ultimas dos noches que estuvisteis hablando y su sonrisa se agranda, siente que cada vez que habla contigo es un nuevo comienzo para que las cosas vayan a mejor. Comenzáis a caminar y hablar de todo un poco.

- Nunca me has dicho tu apellido. – comenta Deku –

- Bueno, es que no lo recuerdo, aunque tendré que inventarme uno o a lo mejor ya me lo han dado. – sacas tu cartera de la mochila y compruebas tu identificación – soy _______(t/n) ___________(t/a), pero tú puedes llamarme por mi nombre, no uses el apellido.

- ¿Estas segura?

- Por supuesto, después de todo no es de verdad.

Seguisteis caminando hasta llegar al recinto, a Deku le brillaban los ojos por la emoción, nunca imagino que podría llegar a presentarse en la U.A para hacer el examen de ingreso. Le das un golpe amistoso y le sonríes para darle ánimos.

Al final entráis a la sala asignada para explicaros las reglas del examen, os sentáis juntos y luego notas que Katsuki esta al lado de Deku, pero no le das mucha importancia, estáis en una clase y no crees que vaya a montar un escándalo ahí mismo.

Os explican que de forma aleatoria os meterán en recintos diferentes, donde tendréis que derrotas a los falsos villanos para ganar puntos que tendréis que reunir para entrar en la U.A.

- Entonces no podrás estar con tus amigos, una pena, yo quería derrotarte. – comenta enfadado Kacchan –

- ¿Derrotarlo? – preguntas con un tono incrédulo – Deku puede darte una paliza si quiera.

- ¿Quién mierda eres tú? – pregunta intentando no levantar la voz –

- Soy _______(t/n) ___________(t/a), que no se te olvide, porque si le tocas – señalas a Deku – te daré una paliza.

- Enana engreída, yo seré el numero 1, no podrás hacer nada contra mí.

- Eso ya lo veremos.

Concluís la conversación desviando la mirada el uno del otro con enfado y determinación.

- ¿Por qué has hecho eso? – te pregunta en susurros Deku –

- Soy tu ángel custodio, no dejare que nadie vuelva a hacerte daño, jamás.

Tus palabras hicieron eco en su cabeza y por primera vez pensó en si que fueras eso para él supondría ponerte en peligro y si era así no le gustaba la idea.

- Un verdadero héroe es aquel que se sobrepone a los infortunios de la vida. ¡Plus ultra! – concluye el presentador –

Os miráis emocionados sosteniendo el folio de ingreso en las manos, estáis ansiosos y deseosos de empezar, queréis demostrar que valéis la pena.

Te daban unos minutos para prepararte y por suerte habías terminado mucho antes del tiempo límite y os había tocado en el mismo recinto, por eso cogiste a Deku y lo llevaste a un lugar apartado para que nadie os viera.

- ¿Sucede algo? – pregunta desconcertado –

- Debo jurarte lealtad y prefiero hacerlo antes de entrar ahí. – coges su mano y la colocas entre tus pechos –

- ¡_-_____! ¿¡que haces?! – grita sonrojado –

- A mi también me da vergüenza, pero es parte del proceso. – dices con un leve sonrojo –

Colocas la mano en el pecho de Deku y tomas aire.

- Yo ________ tomo a este mortal bajo la protección de mi alma inmortal, que todo mi ser le pertenezca para no fallar y saber siempre donde esta y que mis alas sean su refugio a cada paso al andar.

Una cinta roja sale del pecho de cada uno, se enrollan a través de vuestras manos hasta formar un nudo que os une, una luz un os ciega y sentís como una inmensa paz seguida de un doloso golpe en el pecho. Respiráis con dificultad con todos los sentidos activados de forma más intensa, te enderezas como puedes.

- Que la unión sea eterna, sello el pacto con un beso. – terminas de pronunciar –

Te acercas y acunas su rostro entre tus manos con afecto y cuidado, luego unes vuestros labios en un delicado beso lleno de promesas. Te separas después de unos segundos y compruebas que Izuku esta rojo como un tomate y sin saber que decir, tú sin embargo te encuentras en una especie de limbo entre la vergüenza y la paz, la unión te ha dejado ardiendo, sientes como si tu piel quemara y fueras a estallar en cualquier momento.

- Espero que no te haya molestado, pero es parte del proceso.

- N-no. – solo alcanza a decir –

- Genial, porque también ha sido mi primera vez besando a alguien.