Ha pasado un largo tiempo desde que te marchaste, aun sientes el paso de los duros meses en las heridas de tu piel, en tus músculos resentidos y en tus huesos rotos y posteriormente reparados.
Sientes como tu cuerpo ha ido cambiando con cada batalla librada en nombre de lo que crees que es lo justo, tus alas se han marchitado, las ojeras bajo tus ojos se han agravado y a penas recuerdas cuando fue la última vez que dejaste de sentir como el fuego hormigueaba bajo tu piel, insaciable e incansable.
- ¿Cuándo crees que acabara esta guerra? – le preguntas a Abalán, mientras trata tus heridas –
- Las guerras acaban alguna vez en el transcurso del tiempo. – te responde apretando el vendaje –
- No te he preguntado eso. – le dice de mala gana –
- Se que estas cansada ________, llevamos meses combatiendo y abusando en exceso de tu poder, pero te prometo que esto acabara pronto.
"Meses" esa palabra se repite en tu cabeza una y otra vez hasta que la asimilas, no recordabas, ni llevabas la cuenta del tiempo que llevabas lejos de él, de Deku, a quien tu corazón anhelaba cada noche, solo recuerdas su rostro antes de partir, dormido sobre su cama con una expresión calmada y llena de paz.
Quieres regresar, pero cada batalla te hace creer que estáis retrocediendo en vez de avanzar.
- No podemos ganar. – comentas de repente –
- ¿Qué? – te pregunta tu acompañante –
- Ambos bandos representáis o el bien o el mal según las creencias de los mortales que os estudian y veneran, si uno de vosotros ganara o perdiera la balanza dejaría de estar equilibrada y eso no es posible. – te levantas con todo el pecho y la espalda vendada – Esta guerra es una perdida de tiempo. – te lamentas –
- ¿Estas diciendo que rescatar a mi hermana es una perdida de tiempo? – te pregunta susceptible –
- No, lo que te estoy diciendo es que deberíamos centrarnos solo en eso. – te giras hacia él –
- ¿En que estas pensando?
- Sí existe algo como el cielo y el infierno, también debe de existir la balanza entre el bien y el mal, por lo que os mantendrá enfrentados constantemente sin lograr nada, debemos rescatar a tu hermana y luego retirar las tropas a tu reino, luego puede que sea posible un tratado de paz que tanto ángeles como demonios se queden únicamente en su territorio.
- ¿Cómo podríamos lograr eso? Ningún bando a querer la paz.
- La querrán.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque sino volare a todos por los aires. – sentencias con una mirada fría como el hielo –
- ¡Estas loca! ¡tú también morirías! – te agarra por los hombros –
- Abalán, puedo hacerlo, no moriré, es solo un farol para que lleguemos a la paz. Organizaremos todo esta noche para el rescate de tu hermana, nos escabulliremos, mientras inician otra batalla, tendrán que verse realmente amenazados para que envíen a todos sus soldados y dejen a tu hermana sin apenas vigilancia.
Abalán te observa preocupado, no pone en duda que tu plan vaya a funcionar, ni siquiera que sea bueno, pero nota como los meses en guerra te han afectado desde dentro, quiere ayudarte, pero no sabe cómo, quizás la única forma sea proporcionarte la ayuda que necesitas para poder volver junto a Midoriya.
Os pasáis toda la noche organizando el plan para que todo salga perfecto, incluso cuando por fin tu cabeza toca la almohada de tu cama puedes imaginarte el rostro de Deku sonriéndote.
- Te prometo que volveré. – susurras inconscientemente antes de quedarte dormida –
Siento que sea tan corto, pero hoy estoy muy cansada mentalmente y no he podido hacer más, os prometo que el próximo será más largo.
Gracias por leer. ❤️
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Del cielo a la tierra (Deku x tú)
Fanfiction⚠️ ADVERTENCIA DE 🍋🍋🍋 La historia está ambientada en el anime bnha, a excepción de que he añadido el cielo y el infierno y por ende los ángeles y los demonios. Eres un ángel sin recuerdos de tu muerte que se fija en un humano, Midoriya Izuku, a r...