UN PLAN FAMILIAR.

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La basura había sido recogida en su totalidad y el lugar había quedado como si nunca hubieran llevado a cabo una fogata. ―¡Bien!― el sonido de aplausos llamo la atención de la mayoría de los estudiantes. La mujer que aplaudió fue midnight. ―Buen trabajo por parte de todos, gracias. Ahora que todo termino lamento tener que ser yo la que termine esta noche tan joven donde los jóvenes podrían liberar ese estrés de la juventud...― al mujer vio de reojo la cara mal humorada de aizawa.

―Pero por cuestiones de política está prohibido eso...― siguió hablando con un tono robótico como si estuviese molesta. ―Entonces en orden, todos caminen a los dormitorios ya que las luces del patio se apagarán a en 20 minutos― la mujer dio la señal apuntando con su mano a los dormitorios. Todos los estudiantes asintieron.

―Muchas gracias― dijeron a los maestros. Una pequeña brisa paso sobre los maestros dejándoles una sonrisa. Despues de eso todos comenzaron a avanzar hacia los dormitorios. La mujer dio un estiramiento y despues aflojo cada musculo de su cuerpo como el de su rostro dando un largo suspiro. ―Fue un día agoootadoooor― los demás maestros suspiraron por igual.

―Exceptuando lo del joven midoriya que por lo claro tendremos que hablar sobre eso el día de mañana... creo que todo salio bien― menciono el director nezu caminando hasta midnight quedándose a ver como sus alumnos caminaban entre risas. ―Buen trabajo director― dijo la mujer inclinándose. ―Gracias. Buen trabajo también― el pequeño director sonrió.

―Valió la pena encarar a esos tontos del gobierno― murmuro con una pequeña risa. Pasaron unos segundos cuando un grupo de jóvenes llegaron con los maestros. ―Midnight-sensei, aizawa-sensei― llamo una cabellera peliverde. ―¿Midoriya-kun? ¿sucede algo?― pregunto la mujer. ―Bueno, en realidad si― contesto apenado. ―¿Qué sucede joven?― pregunto all might llegando con el chico.

―Lo que sucede es...― el chico rascaba su nuca con vergüenza. ―Vamos, somos tus maestros. No pienses que no puedes contar con nosotros, ¿Dime que sucede?― dijo la mujer acercándose al peliverde. ―«Muy cerca...»― pensó izuku observando hacia atrás y logrando ver las miradas molestas de tres chicas en particular, bueno, la tercera que era melissa estaba perdida siguiendo una luciérnaga.

―Espera, ¿Y kemy-san?― pregunto izuku. ―¿Kemy?― la mujer se extrañó. ―Oigan, oigan...― una tenue voz a espaldas de los maestros llamo la atención de todos. ―¡¿DIRECTOR?!― exclamo all might al ver como este le habían puesto una correa. ―Mira izuku, encontré un lindo perrito― dijo la joven de cabello beige. ―N-no soy un perro jovencita...― murmuro el roedor. ―¡Kemy-san ese no es un perro!― exclamo izuku asustado.

―¿A no? Pero si le hago cosquillas en la panza parece un perrito― la chica comenzó a rascar el estomago de nezu provocando que este caiga al suelo de espaldas con una cara bastante satisfactoria. ―¿Tienen una galletita?― pregunto la chica inocentemente. Los profesores no sabían como reaccionar a la escena que tenían delante. ―K-kemy-san, ¿Podrías soltarlo?― pregunto izuku.

―¿Por qué? Es lindo, además en Shiketsu no permiten mascotas asi que es bonito poder acariciar a una― la chica paso de la barriga a el mentón del roedor provocando que este mueva la patita. Todos al escuchar la palabra Shiketsu se sorprendieron un poco. ―Espera, ¿Dijiste Shiketsu?― pregunto aizawa. ―Si, izuku me invito al festival cultural asi que vine... por cierto, no tengo donde quedarme, ¿Podría quedarme en los dormitorios?― pregunto la chica dándole una galletita a nezu. ―«¡¿De donde saco la galleta?!»― se preguntaron todos con los ojos en blanco. ―B-bueno, sobre eso no veo ningún problema― dijo la mujer mientras se acomodaba su antifaz.

―Buen cachorrito, la patita― el director nezu extendió su pata a kemy mientras esta lo acariciaba. Todos se quedaron sin palabras. ―Bueno, nos vemos mañana cachorrito. ¡Vamos izuku!― la chica ahora había colocado la correa en el cuello de izuku. ―«¡¿Cómo hizo eso!?»― se preguntaron todos nuevamente.

IF. VOLUMEN 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora