IF. VOLUMEN 2

V2/C38/ESPECIAL BROCOLI.

Los cientos de miradas que yacían sobre los hombros de melissa eh izuku en aquel festival deportivo los alentaban a dar lo mejor de sí. Héroes, ciudadanos y televidentes no separaban las miradas de la increíble pelea que tenían mano a mano. Sus habilidades eran equiparables tanto física como mentalmente. Todos se mantenían callados observando su pelea.

[Tengo que comprobar que eres tú]

Las miradas del peliverde y rubia se cruzaban con cada golpe esquivado y detenido. Una pelea que ellos sabían en el fondo que pasaría si o sí.

Todo transcurrió de la mejor manera hasta que... se descontrolo.

Aquellas miradas de admiración se convirtieron en terror al observar como aquel joven comenzaba a marchar nuevamente al final de la pelea. No se entendía la razón del por que ese muchacho a pesar de haber perdido la pelea aún seguía luchando, y aquella rubia que había dominado el campo de batalla fue cruelmente derrotada y humillada.

Al caer al suelo, melissa solo pudo ver como la silueta de izuku se distorsionaba frente a ella sin que hubiera algo que se pudiera hacer. Héroes comenzaban a entrar a escena empezando a enfrentarse contra izuku mientras que melissa apenas podía mantenerse consciente.

Todo el lugar comenzó a ser destrozado por izuku lastimando a personas y héroes al mismo tiempo. Melissa solo miro a un lado observando como momo entraba a el campo de batalla cayendo de rodillas con la imagen de izuku reflejada en sus ojos. Sus ojos se cristalizaron dejando caer lagrimas mientras que el peliverde luchaba.

[Y es por eso que me convertiré en aquel que te asesine]

Con sus ultimas fuerzas pudo ver como a la lejanía izuku desaparecía entre nubes polvo. La rubia cayo, desmayada sin haber entendido nada de lo que sucedió. Héroes y cientos de personas corriendo a su alrededor por el caos producido.

[Entonces, ¿Quién eres deku?]

...

Disfruten el capitulo #38: "Especial brócoli"

...

———Shiketsu, 1:00 pm. ———

El ligero sonido de un tacón golpeando el azulejo de color grisáceo en un salón de clases predominado por los bostezos de los estudiantes. Llevaban así mas de unos 20 minutos pues esa era la última clase que tendrían antes de que del día terminara, una clase de mas de dos horas sobre historia.

Aquella persona que producía ese sonido algo "irritante" era una rubia de labios carnosos con un cuerpo algo diferente a la mayoría de las chicas de su generación ya que ella rebosaba de un encanto más allá del juvenil, un encanto mucho mas adulto. Esta chica tenía una expresión tapizada por un gran aburrimiento.

Sus ojos entrecerrados por el sueño que provoca el aburrimiento, sus labios curveados, era una mirada llena de indiferencia. —«Tengo sueño...»— la joven comenzó a mirar a su alrededor notando como algunos de sus compañeros estaban cayéndose de sueño mientras apenas se podían sostener con sus manos en el mentón. —«Estoy aburrida...»— dirigió su mirada al reloj encima del escritorio del profesor observando que aun faltaba mas de hora y media para poder salir.

—«Quiero ir a casa...»— la chica coloco su mentón sobre su palma girando a observar a un par de personas, una delante de otra al lado suyo. Un joven de gran altura y gran sonrisa en su rostro mientras que adelante a dé, el yacía una persona completamente contraria a ese joven. Una mirada muerta, pero con una pose bastante firme. La rubia abrió un poco sus ojos cuando una idea se cruzó en su cabeza.