Había pasado toda la semana sin hablar con su padre más de lo necesario, era como si hubiese un muro entre ellos y no estaba acostumbrado. Sabía que era su culpa, por más que el hombre se acercara a hablarle, no le seguía la conversación. No es que no quería, pero si le preguntaba cómo se sentía o si quería decirle algo... ¿qué iba a decir?. Soltar todo lo que realmente pensaba no era una opción.
Pero eso lo alejaba de él, de lo único que tenía básicamente. Aunque quería llorarle por todo lo que le estaba pasando, no lo hacía, tan sólo el pensamiento de decirle la verdad de dónde venía tanta culpa y angustia... no.
Antes de hacerle saber que robaba junto con Marcos, prefería estar mal hasta el cansancio y listo. Pero tenía que tratar de tener conversaciones más largas, algo que contarle. Algo importante que contarle en realidad y si iba al caso, en dos días volvía a ver a Paulo, podía hablarle sobre eso. Antes que lo otro, prefería decirle cualquier cosa.
Además se supone que iba a empezar a ver al mayor otra vez y su razón por la que nunca quiso ser su novio formalmente era que no quería esconder parte de sí a alguien que debería confiarle cosas. Esa era la razón principal, la otra razón era que le daba vergüenza su pequeña casa sin terminar, su falta de educación y su familia poco unida sin contar a su hermana y padre.
Tenía muchas cosas por las que avergonzarse, tenía que solucionarlas primero antes de permitir que Paulo formará parte de su entorno. Pero podía empezar por hablar del otro con cada uno. En dos días iba a tener un celular que no iba a saber cómo explicar si no hablaba de Paulo con su padre.
Estaban en el taller y el único que tenía algo para hacer era Mateo, su padre lo ayudaba de vez en cuando y él sólo los miraba. No tenían mucho que hacer ahora que los clientes no tenían cómo comunicarse con su padre. Una buena razón para aceptar el celular prestado de Paulo era esa, lo necesitaban para trabajar. Todas las consultas, repuestos a conseguir, precios, todo... no podían hacer nada ahora sin estar comunicados. Y sin comunicarse no había casi nada de trabajo, sin trabajo no había plata, sin plata lo único que se le ocurría hacer era salir a robar. Pero jamás hizo algo de eso sin Marcos, no iba a empezar ahora.
Estaba nervioso, ¿en serio iba a decirle?. Tal vez no era el lugar, pero en su casa había algo raro, era como si hubiese una clase de luto constante, casi no quería estar ahí. El único que podía levantar el ánimo ahí adentro era Cande, pero los días de semana no iba casi nunca.
-"Pá...". Ni lo pensó, tendría que haberlo hecho cuando vio a su padre levantar sus cejas con sorpresa. No pensó que iba a llamarle tanto la atención, está bien que no le hablaba hace rato pero no era para tanto.
-"¿Qué pasa?".
-"Creo que conseguí un celular".
El hombre le dijo algo a Mateo antes de acercarse a él mientras se limpiaba las manos con un trapo.
-"¿Un celular, cómo?".
Se encogió de hombros en respuesta.
-"Un amigo me lo presta".
-"Un amigo...".
Se cruzó de brazos algo nervioso, qué tanto lo miraba así, un amigo.
-"¿Qué?".
El hombre se encogió de hombros como si hubiese algo más pero no quisiese decir nada.
-"Es mi amigo el cheto, le sobra un celular, es para que trabajemos, ¿cuál hay?". Sabía que estaba a la defensiva pero parecía estar acusándolo de algo, lo que sea que apuntaba, no le gustaba.
-"No dije nada, no sabía que a tus amigos les sobraban celulares".
-"Bueno, ahora ya sabés".
-"Mauro...". El tono de advertencia de su padre le hizo reconocer que había contestado mal, así que agachó su mirada con vergüenza. "Mirá...". Su padre volteó hacía Mateo que seguía probando el motor una y otra vez haciendo ruido, así que el hombre se le acercó bastante, lo suficiente para hablarle bajo. "Desde que pasó lo de Marcos no dejo de pensarlo, pero no hablamos casi nada ahora y yo no quería preguntar porque confío en vos, en que me vas a decir..."
Lo miró como esperando más, creía que entendía a lo que iba, no estaba seguro, ¿pero por qué diría eso si había estado en su casa con él todo el tiempo?
-"¿Qué?".
-"La gente después de que muere alguien habla mucho... y andan diciendo que Marcos salía con los amigos a todo eso, es normal que me preocupe, vos eras el mejor amigo... Ese celular del que hablás, ¿en serio te lo prestó un amigo?".
Casi se le detuvo la respiración, lo que sea que estaba insinuando su padre, no quería ni pensarlo así que se mandó por lo menos problemático.
-"Me lo presta Paulo, el pibe que me gusta".
No sabía quién estaba más sorprendido, si él que apenas se dio cuenta que ante la desesperación tiró esa, o su padre que ahora lo miraba con sus ojos bien abiertos. Prefería que se haga problema por eso y no por lo otro.
Estuvieron en silencio los dos, él no sabía qué decir en realidad. No podía tirarse atrás ni decir que estaba jodiendo, pero tampoco sabía si su papá lo estaba tomando bien. Se centró por un rato en lo que estaba haciendo Mateo del otro lado del taller, parecía precisar ayuda y casi que con esa excusa se estaba por alejar del hombre.
-"Pá...".
-"Está bien, hijo, si te gusta está bien".
Sentía su corazón golpear con fuerza en su pecho, pero no se daba el lujo de siquiera hacer una mueca, no podría sonreír ni aunque tratase. Ahora se arrepentía un poco de haber dicho eso, pero no podía dejar que su padre pensara lo que venía maquineando hace días al parecer. Aunque pudo haber inventado algo, no tenía que decir la verdad.
Suspiró sin siquiera darse cuenta antes de sentir que era rodeado por los brazos de su padre. Hacía tiempo que no se abrazaban, y era su culpa, pero no había dejado bajar la guardia por nada. Correspondió el abrazo, claramente y sintió una clase de alegría extraña en su pecho, era como euforia, no estaba seguro.
-"Después me vas a decir bien qué onda ese pibe, si te trata bien y cuántos años tiene por lo menos".
Se rió, pero asintió con su cabeza.
-"Ya te hablé de él, le regalé el libro... ¿el que cumplió 20?". Preguntó tratando de que haga memoria.
Su padre lo alejó un poco e hizo una mueca de preocupación.
-"Imaginate cómo estoy sabiendo que ese pibe es más grande que vos". Lo vio suspirar pero no le importó demasiado, qué podían hacer un par de años de diferencia
-"Es muy bueno, no te hagas drama... La familia es piola también".
-"¿Hace cuánto se ven que ya conocés a la familia?". Casi usó un tono de reproche, se sintió mal por esconderlo tanto.
-"Principio de año por ahí... más o menos".
Su padre negó con su cabeza pero sonrió de lado, como conectando todo de alguna manera. Al menos no le molestaba tanto que le había omitido el detalle de que 'su persona', como lo llamaba él, era un hombre y lo estaba viendo hace rato.
-"Ya vamos a hablar de porqué la familia de él te conoce y yo me acabo de enterar, pero hasta ahora estamos bien". El hombre golpeó su hombro como si le diese ánimos y se permitió sentirse un poco feliz por eso.

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Kcyo ▪ Pauki
FanfictionMauro y Paulo son de clases sociales diferentes. Mauro y Paulo se gustan. Mauro es muy inseguro y Paulo no lo sabe. ••Esta es una adaptación de una historia original de @repliknding. Todos los créditos a ella.