Kcyo ▪ Pauki

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Su padre lo había observado fijamente cuando había mostrado el celular a la mañana siguiente, pero no había dicho nada, como si no quisiera meterse, aunque estaba agradecido por eso. Servía para el trabajo y parecía que no iba a quejarse.

Con Paulo se habían hablado un poco esa noche por mensajes y después durmió muy tranquilo, lo que no pasaba nunca cuando llegaba de robar. Era curioso, cómo le había cambiado el ánimo con ésto. Pudo haber salido muy mal o pudo ser como ahora.

Jamás estaba tranquilo, todas las noches en las que salía, dormía apenas por pensar en que podían agarrarlo. Y ese pensamiento no era nada, lo peor sería que su padre iba a enterarse y todo se le vendría abajo. Pero Paulo hizo sentir mucho menos mal.

¿Estaba tratando de aceptar lo que hacía?. O lo que hacía por el momento, siempre deseaba que llegue el día en que no tuviera que salir más. Pero por ahora ésto era lo suyo. Por ahora ésto era él. Y que Paulo dijera que iba a tratar de quedarse, era demasiado.

Justo lo que no quería que pasara, no quería emocionarse con eso porque era impulsivo y se dejaba llevar por lo que sentía. Ya estaba hasta las manos con Paulo, pero si sobre eso empezaba a creerle que iban a estar juntos incluso con lo que hacía, cuando el mayor lo dejara le iba a doler más.

Porque estaba seguro que Paulo no iba a querer estar con él, justo estaba en un momento terrible y de mierda, iba a salir más de una vez... tampoco hablaba tan bien del mayor eso, el estar incluso sabiendo.

Y bueno, cuando su padre le mostró el aviso de corte de luz, otra vez, suspiró con pesadez. Al menos era un aviso, tenían tiempo de pagar, lo que no tenían era plata. Estaban pagando ellos el arreglo del auto todavía, en una semana no iban a arreglar nada. Se estaban endeudado al poner un chapista, al comprar los vidrios, todavía no podían comprar los neumáticos... Estaban muy mal, pero habían estado un poco peor cuando su mamá se había ido.

Así que esperó a la noche del viernes, le dijo a su padre que iba a la casa de Paulo, ya sabía que le dijo que no iba a volver a hacerlo, pero no tenía otra excusa. Ya no podía decir simplemente que iba a ver a Marcos y sus demás amigos no eran nada cercanos como para eso.

El problema fue que cuando llegó a su casa, su papá lo estaba esperando. Se puso completamente nervioso, y eso que ni siquiera había dicho nada todavía.

-"¿Dónde estabas?".

-"Iba a lo de Paulo...". Trató de hacerle recordar.

-"¿Pero no fuiste, o sí?". No hablaba con enojo, parecía muy preocupado.

-"Estuve en la plaza". Dijo rápido, por alguna razón.

-"Pero hubieses avisado, el pibe mandó mensajes y pensé que eras vos, pero era él queriendo hablar con vos". Le dijo mientras le acercaba el celular para mostrarle los mensajes.

-"Ahora lo llamo, perdón, encontré a algunos de los pibes y me quedé ahí".

Su papá suspiró dándole el celular en la mano.

-"No me había preocupado, pero tu novio me contagió la preocupación".

-"No es mi novio". Dijo mientras le escribía a Paulo que había llegado recién a su casa.

-"Parece".

-"Todavía no...". Comentó casualmente.

Su padre suspiró y le desordenó un poco el pelo antes de desearle buenas noches e irse a su habitación.

Él esperó la respuesta de Paulo que fue un simple 'te llamo'. Y recibió la llamada.

-"¿Dónde estabas? Tu viejo pensó que estabas conmigo".