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Jisung no dejaba de temblar del miedo, sus ojos ya picaban, no podía ver con tanta claridad, la infinita agua recorriendo por sus mejillas estorbaban su débil vista en estos momentos.
-Deberías tratarme con amabilidad ¿Ah? Se un buen chico.
Jisung asintió varias veces y apretó sus ojos pidiendo por lo más sagrado del mundo que este loco maleante no le quitara la vida ahora mismo.
Sintió alivio cuándo pudo respirar con normalidad.
El encapuchado había quitado su mano de su boca y le puso nuevamente seguro a su arma.
Pero lo que le resultó sumamente extraño es que a los segundos se echó a reír.
-¿Qué mier..
Dijo Han, el extraño aún no paraba de reírse, parecía más una burla que una simple risa hacía el rubio, esté ahora frunció el ceño con sus mejillas pegajosas por las secas lágrimas.
-Debiste ver tu cara. -Pronunció esas palabras aún con dificultad debido al llanto de risas, suspiró fuertemente cuándo lo observó ahora un tanto serio. -Era una broma.
-Y-Ya veo. -Forzó una sonrisa.
-No estoy aquí para matarte.
Han alzó una ceja.
-Me acabas de apuntar con un arma y me dices que que no quieres matarme, ¡Estás completamente loc-
-Guarda silencio. -Nuevamente lo calló con una de sus manos tapando su boca haciendo leve presión. -Se me terminará acabando la paciencia contigo.
-De acuerdo, de acuerdo. -Suspiró una vez que se le fue apartado la mano contraria de sus labios. -¿Entonces porqué llevas un arma? -Preguntó volteandose, quedando ahora de espaldas hacía el chico.
-Esta vacía, no tiene balas.
Jisung rió mínimamente tras oírlo buscando con su mirada algo útil con el que actuar ahora mismo, tragó con dificultad teniendo los pelos de punta tras agarrar un lápiz que se encontraba en el escritorio escondiéndolo entre sus manos y a penas dentro de la manga larga de su remera caminando sigilosamente hacía el, sin demostrar miedo o sospecha. -¿Enserio? -Dijo una ves cerca. -Entonces quítate el buzo.
El enmascarado alzó una ceja esbozando una sonrisa de lado no visible para el rubio.
-¿Así de rápido? -Insinuó y se acercó a el quedando a solo centímetros de chocar su pecho con el suyo.
Perfecto.. Está muy cerca, demasiado cerca, Jisung asintió a sus dichos forzando una sonrisa y miró hacía abajo, sus manos estaban temblorosas, pero tenía que hacer algo ahora mismo, sin más, rodeó un brazo suyo al cuello contrario, claro que ahí tenía el lápiz entrelazado entre sus dedos, acercó su rostro a su cuello, una manera de pura distracción, el chico no objetó nada, ni siquiera había movido sus brazos o cuerpo, se quedó estático en el mismo lugar, observando con curiosidad cada movimiento y acto del rubio.
