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Minho aún no ha regresado.
Jisung había finalizado recientemente una llamada telefónica con su madre y la conversación estuvo completamente mal. No quería decirle que no podía salir de esta casa, contarle en detalles el acto estúpido que había hecho, se sentía inútil, incómodo y completamente avergonzado, fue un error el venir aquí, pero lo supo tarde, muy tarde.
Pero luego de unos minutos, su teléfono sonó nuevamente, y esta vez no era su madre.
-¿Felix?
-¿En dónde estás Jisung? ¿Que crees que estás haciendo?
-Yo.. Amigo, creo que me he metido en un problema, y en uno muy grande.
-Tu mamá está preocupada, quiere saber en dónde te encuentras.
Jisung suspiró, tratando de calmar sus temblores, tenía miedo, se maldecía ahora mismo de sus actos.
-Si. -Sorbió la nariz. -E-Esta bien, no creo poder sólo.
-¿Que? ¿A que te refieres?
-Luego te lo explicaré, cortaré la llamada para enviarte un mensaje de la dirección, solo diles que porfavor vengan lo más pronto posible.
La llamada finalizó dejando a un chico pecoso demasiado preocupado, este rápidamente le mandó la dirección a sus dichosos padres cuándo el mensaje se le fue entregado.
Jisung sabía que no podían entrar, esta casa mas bien parecía una cárcel, les diría que tiren la puerta a toda costa.
Ya no iba a aguantar otra noche durmiendo con el loco maníaco de su secuestrador.
Pasaron 15 minutos y Han aún no ha escuchado la voz de sus padres del otro lado, únicamente las pisadas de las pocas personas que pasaban, estaba esperando, más bien deseando, que una de ellas se detenga en esta pequeña casa para así afirmar la llegada de sus familiares.
Unos pasos se escuchaban, pero ahora el sonido estaba demasiado cerca de los oídos de Jisung, ya pudo presenciar que habían llegado.
-¿Papá?
Dijo Jisung, pero no hubo respuesta y eso lo puso más nervioso de lo que ya se encuentra, tragó duro acercándose lentamente hacía la puerta, una vez cerca, apoyó sus manos en esta como también su mejilla para poder oír con más claridad del otro lado.
-¿Mamá? -Murmuró ahora temblorosamente.
Mínimos segundos de silencio, cuándo finalmente, el ruido se hizo muy cercano, alguien ya estaba del otro lado.
Un sonido bastante familiar para Jisung únicamente se escuchaba.
El sonido de unas malditas llaves.
Era él, los padres de Han no pudieron llegar antes de que el extraño lo haga, Han ya perdió todo tipo de oportunidad, su única salvación era la llegada de sus padres, y falló.
