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-¡Jisung! ¡Soy yo, ayúdame!
Jisung a penas oyó con claridad la voz aclarando que es definitivamente la de su mejor amigo no pudo evitar que sus ojos se abrieran y que desde allí ya se empiecen a escurrir lágrimas.
-N-No puede ser, ¿El te trajo aquí y te encerró?
-Si, ese maldito sabía que ya tenía la información suficiente y no dudó en buscarme.
¿Información.. Suficiente?
-Lix.. ¿P-Puedes salir por una ventana de allí o algo? La cerradura está cubierta con un candado y no creo poder romper la puerta.
-No, hay ventanas pero todas cubiertas con rejas.
-Maldición..
-Jisung.
El mencionado hipo, luego sorbió la nariz y se dejó caer al suelo arrodillado, con los puños apoyados en la puerta y su cabeza agachada cerrando con fuerza sus ojos, estaba lastimado, timado, y completamente decepcionado pero además de eso, se sentía un inútil.
Una escoria cómo su familia lo había llamado en su sueño. Y parece ser que es verdad.
-Jisung.. No llores.
Felix le seguía hablando desde el otro lado, tratando de poder calmar a su mejor amigo desde su posición.
-S-Soy tan idiota.
Felix suspiró lentamente.
-Escucha, yo volveré al asiento y me pondré de nuevo las vendas en mis pies, manos y boca.
Jisung alzó su mirada.
-¿Q-Que? ¿Te mantuvo callado de esa manera?.. -Escuchó un "si" algo cortado cómo respuesta lo que hizo golpear con sus puños la puerta. -El.. ¿No te hizo nada más, ¿No?
-No Jisung, nada indebido, sólo me ató sin decirme una palabra.
El rubio pudo suspirar de alivio pero eso no le era suficiente para calmar su impotencia y rabia.
-Jisung, tienes qué encargarte de él, no puedes salir de la casa, por lo tanto, tus acciones se deben dar aquí mismo y con él presente.
-¿A que te refieres?
-Tienes que matarlo, sorprendelo con una buena comida, luego encárgate de los restos, sonríe cada minuto qué estés con él, duerme a su lado, y cuándo esté completamente dormido, ve a la cocina y recoge un cuchillo y entiérralo en su cuello, tienes que hacerlo Jisung, la única forma de qué ambos salgamos de aquí, es ésta.
-Y-Yo no puedo hacer eso Felix, no soy un asesino, no me atrevería a ir tan lejos.
-Lo dices porque sientes algo por él. ¿Verdad?
-¿Qué? No.
-Que tus sentimientos no interfieran con tu vida Jisung. Tienes que dejarlo atrás para estar a salvo, piensa en ti.
