Mientras tanto Alex entraba al cuarto de Piper con cuidado por si estaba dormida ¿amor?—susurro Alex.
Al no recibir respuesta Alex entro con cuidado y vio que Piper dormía profundamente y sonrió, se veía tan hermosa así, dormida, su cara reflejaba tranquilidad, se le quedo viendo embobada, estaba tan enamorada de esa mujer, Piper al sentir que alguien la observaba poco a poco abrió los ojos
— ¿Alex eres tú?.
—Duerme corazón – le tomó la mano para darle un beso en ella.
Piper abrió los ojos y le sonrió – Te extrañe mucho – dijo con un susurro.
—Y yo a ti corazón – se acercó a su rostro y le dio un beso corto en los labios – debes descansar, yo estaré cuidando tu sueño – se sentó en una silla junto la cama para tratar de dormir un poco, pero sabía que esa noche sería imposible.
—Ven —Toco al lado vacío de la cama.
—¿Quieres que me acueste contigo? –Sonrió Alex de lado y ella movió la cabeza en forma afirmativa — No hay nada que me encantaría más que hacer eso, pero no cabemos amor, además si viene la enfermera nos va a regañar.
—Solo dormiremos y claro que si cabes ven – le sonrió Piper haciéndose a una orilla de la cama.
—Está bien — se acostó a un lado de Piper y ella recargó su cabeza en su pecho y se abrazó a su chica.
—Ahora si estoy más que segura, me hacía tanta falta estar así, entre tus brazos, solo tú me das paz.
—Amor — le dio un beso en la frente – te amo corazón y siempre voy a estar junto a ti, no importa lo que pase, siempre juntas.
—Siempre juntas mi vida— se abrazó a ella aún más fuerte y hundió su rostro sobre el cuello de Alex, ese era su lugar favorito en el mundo entero–descansa corazón – acaricio su pelo, haciendo que ella entrara en un profundo sueño y durmiera tranquila.
Las horas pasaron y la ronda de la enfermera del primer turno empezó entro a la habitación y vio a las dos chicas abrazadas y sonrió, pero ella debía poner en uso el reglamento así que fingiendo enojo — ¿Qué pasa aquí? – hizo que Alex brincara del susto despertando a Piper haciendo que su cabeza cayera rápidamente en la cama por no estar Alex en ella.
Jovencitas esto no está permitido, si las hubiera visto el doctor estuvieran en grandes problemas – dijo seria la enfermera.
—Solo dormíamos —sonrió al ver a Alex un poco despeinada.
—Sí, solo eso – sonrió Alex.
—Pero la cama es exclusivamente para los pacientes, me escuchó jovencita —Señaló a Alex con su dedo índice.
—Sí claro – dijo mientras se trataba de acomodar el pelo con la mano sin mucho éxito
—¿Ya me darán de alta? – sonrió Piper al ver el intento fallido de Alex de peinarse.
—Primero antes que nada y después del regaño, buenos días jóvenes.
—Buenos días — dijeron al unísono los chicas.
—Y eso ya lo determinara el doctor, viene en unos quince minutos más, pero yo te veo muy bien – sonrió la enfermera, le tomó la presión y checó sus signos vitales.
—Gracias, ¿nada de inyecciones? —Su voz sonó temerosa.
—¿Quieres una?
—¡No! – casi grito Piper asustada.
—Ja,ja,ja lo supuse, no hay nada de inyecciones tranquila.
—Buenos días — entró el doctor — ¿Cómo amaneció nuestra enfermita? – le sonrió a Piper.
