Narra Mateo
Eva me miró sorprendida, pero luego soltó una risita nerviosa.
Ataqué sus labios de nuevo en un beso lleno de pasión y amor. Extrañé demasiado tenerla en mis brazos y darle todo el amor que se merece.
La cargué en mis brazos hasta nuestro cuarto y la dejé con cuidado sobre la cama.
Me quité rápidamente la ropa y ella hizo lo mismo con la suya bajo mi atenta mirada.
Está tan hermosa como siempre y cada parte de su cuerpo es simplemente perfecta.
Me senté con cuidado encima de ella y fui directamente a su cuello. Le di varios besos húmedos hasta que encontré su punto débil.
- Ah Mateo no pareees. —gimió mientras le succionaba ese pequeño sitio.
Lo mordí un poco y ella puso sus manos en mi espalda apretándola fuerte.
Agarré sus tetas y empecé a chuparle los pezones mientras ella acariciaba mi cabello.
Dejé un camino de besos por todo su abdomen hasta llegar a su feminidad. Abrí sus piernas y ella puso sus manos en mi cabeza invitándome a más.
Le di besos a sus labios y pasé mi lengua desde abajo hasta arriba varias veces.
Ella gimió al sentir como mi lengua jugaba con su clítoris, torturándolo sin piedad.
Seguí comiéndole la concha y decidí introducir también dos dedos dentro de ella.
Estaba muy mojada así que entraron fácilmente. Empecé a moverlos mientras seguía succionando su clítoris y ella soltó un grito de placer cuando sus piernas empezaron a temblar.
- Te quiero tanto. —le dije mientras dejaba besos sobre su feminidad.
- Yo también bebé. —me susurró.
Se levantó con cuidado y ahora ella se puso encima de mí. Me encanta cuando ella quere ser la que me domina.
Puso sus manos alrededor de mi cara y pasó su lengua por mi labio inferior. Lo absorbió con su boca y lo mordió, logrando que soltara un jadeo.
Me dio besos por toda la cara hasta que llegó a mi cuello. Lo succionó y lo mordió fuerte, como solamente ella sabía hacerlo.
Dejó algunos besos en mi pecho y fue bajando hasta llegar a mi miembro erecto.
Lo tomó con firmeza en su mano y dejó caer su saliva encima de él lentamente mientras me miraba a los ojos volviéndome completamente loco.
Pasó su lengua por toda su longitud sin cortar el contacto visual y succionó mis testículos mientras que con la mano acariciaba la punta.
- Eva por favor, no aguanto más.
Ella asintió satisfecha y se la metió en la boca. Empezó a chuparla y recogí su pelo con mi mano para que no la estorbara.
Se la metió hasta el fondo ahogándose con ella varias veces y luego se la sacó por falta de aire.
Se la metió de nuevo y empecé a moverme dentro de su boca para facilitarle el trabajo.
- Me vas a volver loco.
- Más rápido. —me dijo al sacársela de la boca.
Al escuchar eso aumenté aún más el ritmo, pero sentí que me iba a correr y decidí parar antes de hacerlo.
Se la saqué de la boca y me levanté un poco para darle un beso en la frente.
- Sos la mejor. —le susurré cerca del oído.
- Lo sé. —me sacó la lengua.
- ¿Con o sin forro mi vida?
- Sin forro. —me dijo después de pensárselo por unos segundos.
Perfecto.
Se acostó de nuevo y le abrí las piernas. Posicioné la punta en su entrada y entré lentamente.
Eva puso sus piernas en mis hombros y yo mi mano alrededor de su cuello apretándolo.
Empecé a penetrarla despacio para que se pudiera acostumbrar a mi tamaño.
Cuando vi que ya estaba lista aumenté el ritmo de mis embestidas y apreté aún más su cuello.
- ¿Cómo se siente Eva? —le pregunté mirándola a los ojos.
- I-Increible —me dijo mientras seguía gimiendo.
Llevé mi mano a su vagina y empecé a masturbarla mientras seguía penetrándola.
Ella me dio besos en el cuello y sentí como sus paredes se estrechaban alrededor de mi pija.
Lo mordió fuerte al correrse y soltó un grito de placer que era como música para mis oídos.
Seguí penetrándola y le di un beso lento. Nuestras lenguas empezaron una guerra entre ellas y sentí que estaba a punto de correrme así que salí rápidamente de ella.
Le di la mano para que se levantara e hice lo mismo. Se puso de rodillas enfrente de mí y abrió la boca.
Empezó a masturbarse y se la metí en la boca de nuevo. Me encantaba escuchar sus gemidos mientras se la metía y se la sacaba.
- Me voy a corr...
Puso los ojos en blanco siguió masturbándose en frente de mí.
Abrió la boca e hice lo mismo. A los pocos segundos mi semen salió disparado por toda su cara, llenándole la boca a la vez.
Abrió los ojos y me miró mientras seguía con mi semen en la boca. Se lo tragó y me chupó la punta un poco más.
Le di una mano para que se levantara y agarré mi remera para limpiarle la cara con ella.
Le di un beso en la frente y nos acostamos en la cama. Ella puso su cabeza en mi pecho y yo empecé a jugar con su cabello.
- Te extrañé mucho Eva.
- Lo sé, pero ahora estaremos juntos y no nos volveremos a separar nunca.
- ¿Me lo prometes?
- Te lo prometo bobo. —me dijo sonriente y se levantó para ponerse encima de mí.
- ¿Segunda ronda?
- ¿No aguantas otra o qué? —me dijo divertida.
- Te vas a arrepentir por esto. —le dije mientras me acercaba a ella para besarla y ella soltó una risita.
- Te amo Mateo.
El momento fue interrumpido porque mi teléfono sonó. Decidí ignorarlo, nada era más importante que nosotros dos en éste momento.
- Mira a ver quien es, igual es importante. —dijo Eva al ver que no paraba de sonar.
Lo agarré sin ganas y me quedé helado al ver quien era.
Eva también lo vio y me miró con ganas de matarme.
¿En serio no encontró otro momento para llamarme?
Espero sus teorías sobre quien es esa persona.