Narra Mateo
- ¿Una sorpresa? —preguntó sorprendida mientras una sonrisa aparecía en su cara.
Me encanta verla sonreír, se me hace aún más hermosa de lo que ya es. Además sé que a Eva le encantan las sorpresas.
Le di la mano para que se levantara y luego le hice una señal para que me siguiera.
Al abrir la boca me miró con la boca entreabierta. He llenado todo el pasillo del hotel con pétalos de rosas y velas.
Ella empezó a caminar recorriendo todo el camino y yo la seguí por detrás.
Salimos a la terraza y luego vio lo que había preparado en la playa al lado del mar.
- ¡Nooo boludo, es hermoso! —gritó y saltó en mis brazos. — Te amo, te amo, te amo. —me dijo mientras me daba besos por toda la cara.
- Te lo mereces amor. —le di un beso en los labios.
Caminamos hasta llegar a la mesa y eché la silla para atrás para que se sentara.
De fondo suena "Piensa en mí" del Duko, un temazo que nos gusta a los dos.
He preparado pasta porque sé que es su comida favorita. No soy muy bueno cocinando, pero creo que me salió bien ésta vez.
- Está muy bueno boludo. —dijo ella sonriente.
- Gracias beba.
Terminamos de comer y me levanté para sacarla a bailar. Me encanta tenerla aquí conmigo y que podamos disfrutar de unos momentos sin los niños.
Ella puso su cabeza en mi hombro y yo las manos en su cintura.
- Te amo. —me susurró mientras dejaba besos en mi cuello haciendo que se me erizara la piel.
- Te amo más hermosa.
Eva no paró y siguió succionando mi cuello y mordiéndolo mientras jadeaba.
Mi pija ya se había despertado y aunque no pretendía acostarme con ella al principio, ahora me costaba frenarla.
- Te necesito Mateo. —me susurró mientras mordía mi lóbulo.
La cargué en mis brazos y la senté encima de la mesa. Ella me miró a los ojos y se mordió el labio.
Le quité el vestido que traía puesto y lo tiré por ahí. No lleva corpiño así que al instante llevé una de sus tetas a mi boca.
Empecé a jugar con sus pezones mientras ella se retorcía en mis brazos.
Subí hasta su cuello y le di unos besos bajando por su abdomen hasta llegar a su feminidad.
Le quité la ropa interior y le abrí las piernas dejando su feminidad expuesta ante mis ojos.
- No me hagas esperar Mateo, te lo ruego.
No beba, ésta noche no.
Pasé mi lengua desde su culo hasta llegar a su clítoris y succioné sus labios mordiéndolos levemente.
Metí mi lengua adentro y ella empezó a gemir. Me fui de nuevo a su clítoris y lo lamí lentamente, aunque luego aumenté el ritmo.
Pasé mi mano por su feminidad para humedecer mis dedos y luego introduje dos en su interior.
Ella arqueó sus espalda y empecé a penetrarla con ellos mientras seguía chupándole la concha.
- ¡Sí Mateo no pareeees! — soltó un grito de placer.
Seguí un poco más hasta que ella se corrió y lamí sus jugos mientras la miraba a los ojos.
Me separé y ella se levantó para comerme la boca.
- Sabe bien mi concha. —dijo soltando una risita y yo asentí sonriente.
La puse en cuatro encima de la mesa y la agarré fuerte del pelo. Posicioné la punta en su entrada y la metí lentamente.
Quería disfrutar de éste momento sin prisas. Estar dentro de ella se siente como la gloria.
- ¡Más rápido papi! —me dijo mientras seguía gimiendo.
Aumenté el ritmo de mis embestidas y ella abrió un poco más las piernas.
Llevé una mano hasta su vagina para masturbarla mientras seguía penetrándola.
- Estás muy mojada bebé. —le dije jadeando.
- Porque me coges muy bien hijo de puta. —dijo ella casi gritando.
A éste punto sentía que me iba a correr en cualquier momento, pero definitivamente tenía que aguantar un poco más.
- No te muevas Mateo, quiero hacerlo yo sola. —me dijo tomándome por sorpresa.
Me quedé quieto y ella empezó a moverse sola. Me volvía loco ver como mi pija entraba y salía.
Además Eva tiene un culo tremendo, haciendo éste momento aún más placentero.
Aumentó el ritmo y me miró mientras seguía penetrándose sola.
- ¿Queres ver como me corro en tu pija papi?
Dios, me va a matar.
- Hacelo bebé. —le dije con mi vos ronca.
Ella siguió rebotando su culo mientras seguía moviéndome dentro de ella y en unos segundos puso los ojos en blanco y empezó a gemir aún más fuerte.
Puse mis manos en su cintura y empecé a penetrarla sin piedad mientras ella seguía corriéndose.
Después de unas cuantas embestidas más mi semen salió disparado llenándola por completo.
Largué un jadeo fuerte y ella gimió mi nombre. Salí con cuidado y le di la vuelta para quedar cara a cara.
Me acerqué a ella y puse mis manos en su cara para besarla.
Seguía temblando después de lo que había pasado y me encantaba saber que lo había disfrutado tanto como yo.
- Te amo más que a nadie en éste mundo. —le dije mirándola a los ojos.
- Te amo más si es que es posible.
Por fin JAJAJA.
Me voy a limpiar el jaula de mi hámster xd