Los niños están jugando en el agua mientras que nosotros dos estamos tomando el sol.
Llevamos dos días aquí, pero parece que el sol no le está afectando en nada a Mateo porque sigue igual de blanco.
En cambio yo estoy más morena que nunca.
![]()
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mateo está portándose mejor que nunca conmigo y me hace recordar los buenos tiempos cuando éramos solamente unos adolescentes.Bueno, lo seguimos pareciendo porque somos dos adultos con caras de bebés.
- ¡Papá veni a jugar con nosotros! —gritó Mati desde el agua.
- ¡Ahora voy! —respondió Mateo contento. — No me extrañes bebecita.
- Será difícil papi. —le dije sonriendo y me acerqué a él para darle un pico.
Mateo se fue y me acosté boca abajo para broncearme de una manera uniforme.
Puse también música porque es lo mejor para relajarte. Me encanta hacer maratones de canciones más viejas.
- Así que vos sos la famosa Eva. —exclamó alguien cerca de mí.
- ¿Qué? —pregunté confundida.
Al levantarme me encontré con una mina que se me hacía extremadamente familiar, aunque no lograba descifrar quien era.
![]()
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Ay perdón, qué boba soy. Sonia, encantada.¿Sonia?
- Eva. — le tendí la mano — Encantada. ¿Puedo ayudarte con algo?
- No, solo que me entró la curiosidad de conocerte después de todo lo que me han hablado sobre vos.
- ¿Quién te ha hablado sobre mí? —no entendía realmente nada.
- Matías.
¿Matías? ¿El Matías que yo conozco?
Me quedé en silencio mientras la mina seguía analizándome fijamente.
