Narra Eva
- ¡Emi empieza a hacer las tareas! —le dijo Pedro — Éste niño cada día está peor.
- Déjalo viejo, yo era igualito. —dijo Mateo soltando una risita.
- Pero vos encontraste a una buena mina para que te cuidara, porque si no, no sé que habrías hecho. —dijo Pedro mirándome y no pude evitar reírme al ver la cara de Mateo.
- Ni que fuera un niño pequeño. —bufó.
- A veces lo pareces. —dije y Pedro se rió.
Hemos vuelto ayer del viaje a España. Mateo está un poco resfriado porque nunca me hace caso y se toma los refrescos casi helados.
Ahora estamos en la casa de Pedro porque vamos a almorzar todos juntos.
Además van a venir también nuestros amigos, hace mucho que no quedamos todos juntos.
- ¡Abre la puerta Matein! —gritó Marquitos tocando el timbre sin parar.
- ¡Voy! —dije levantándome del sofá.
Abrí la puerta y me encontré con Dani, Valen, Ecko, Duki, Lit, Camilo, Lola y obviamente Marquitos.
- ¿Qué onda wacha? Cada día estás más linda. —dijo Valen sonriente.
- ¡Cerra el ojete Oliva! —gritó Mateo y nos reímos todos a la vez.
- Bien boludo, un poco cansada del viaje.
Los pibes entraron y nos abrazamos todos entre nosotros.
- ¿Qué hay pa' comer? — preguntó Ecko — Alta lija tengo Pedro.
- He preparado asado.
- ¡Vamooos! —dijo Lit dando saltitos.
- Hola beba. —me saludó Lola sonriente.
- Hola amor de mi vida.
- Pensé que ese era yo. —dijo Mateo haciendo puchero.
- Tóxico. —dijo Lola y nos reímos a la vez.
- ¿Cómo está Carla? — le preguntó Pedro a Dani.
- Bien, falta poco para el parto. —dijo éste emocionado y todos empezamos a chillar.
Siempre fuimos como una gran familia y me alegra que a pesar de que cada uno haya hecho su vida sigamos viéndonos.
- ¿Dónde está David? —le pregunté a Cami.
- Con mis viejos. Todo el día quieren estar con él, lo adoran.
- Ay qué lindo boludo. —dijo Duki y Cami le pegó en el hombro.
- Aún espero el día en el que vos seas padre. —dijo Cami y nos reímos todos.
El Duko es un amor de persona, pero siempre tiene muy mal gusto para elegir a sus novias.
- ¿Y Penny? —preguntó Lola.
- Vendrá un poco más tarde, se fue de compras. —dijo Pedro.
- Entonces vuelve mañana porque las mujeres se llevan quince horas para comprar tres cosas. —dijo Mateo.
- Cállate pendejo. —le dije y nos reímos todos.
- Es verdad. — dijo Lit y Duki asintió — No sé que hacen para tardar tanto.
- Gastar sin parar y comprarse ropa que van a usar solo una vez. —dijo Cami y Lola lo miró con cara de orto.
- ¡Qué mal me caen todos! —dije sarcásticamente y Pedro soltó una risita.
