27.

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Narra Eva

Me levantó la camisa dejando mi culo al aire y tiró de mi tanga para echarlo a un lado.

Bajó el cierre de su pantalón para sacar su pija y empezó a deslizarla por mi feminidad lentamente.

- Por favor, hacelo. —le dije mientras sentía la adrenalina recorriendo mi cuerpo.

Lo necesitaba más que nunca. Necesitaba sentirlo dentro de mí como solíamos hacerlo hace unos meses.

Matías la posicionó en mi entrada y me penetró sin previo aviso.

- ¡Aaah! — solté un grito de placer.

Me agarró fuerte del pelo y pegó mi cuerpo completamente a la enorme ventana transparente.

Todas las luces estaban apagadas, excepto la nuestra. Cualquier persona podría vernos en ese momento, pero eso me ponía aún más.

Matías se acercó a mi cuello y empezó a dejar besos húmedos sobre mi piel cálida.

Aumentó el ritmo de sus embestidas y empecé a sentirme como si estuviera en llamas.

Estampó mi cara contra el vidrio y al momento se puso borrosa a causa de mis jadeos incontrolables.

Me dio la vuelta y me tomó en sus brazos para luego estamparme de nuevo contra la ventana.

Me la metió de nuevo y empezó a penetrarme mientras me miraba a los ojos.

Me apretó fuerte del culo y se acercó a uno de mis pechos para succionarlo. Hizo lo mismo con el otro.

No pude aguantar más así que puse mis ojos en blanco y me corrí. Matías no paró, sino que más bien empezó a moverse aún más rápido dentro de mí.

- ¡Me vas a romper toda! —gemí fuerte.

Él me miró satisfecho y me tiró al sofá tomándome por sorpresa. Se acercó a mí y se puso encima.

Atacó mis labios ansioso y se lo seguí sin dudarlo. Puse mis manos alrededor de su cuello y él empezó a jugar con el borde de mi tanga.

Nuetras lenguas empezaron a jugar entre ellas en perfecta sintonía mientras que con sus manos acariciaba mis pechos.

Nos separamos por falta de aire y Matías me miró sonriente.

- Sos hermosa Eva. —me susurró.

Con un solo movimiento me quitó la camisa y la tiró por algún rincón del cuarto.

Atacó mis pechos de nuevo, torturando mis pezones con su boca, retorciéndolos levemente entre sus dientes.

Dejó un camino de besos por todo mi abdomen hasta llegar a mi feminidad y me quitó el tanga.

Abrió mis piernas al máximo dejando mi feminidad expuesta ante sus ojos. Se relamió los labios y se acercó a ella hasta que podía notar su cálida respiración.

Pasó su lengua varias veces por mi vagina y finalmente la metió adentro. Empecé a gemir sin parar al sentir como la metía y la sacaba.

Luego se fue a mi clítoris y empezó a succionarlo y lamerlo rápidamente mientras me miraba a los ojos.

He de decir que se ve fachero hasta cuando me come la concha.

Me retorcí de placer al sentir como llegaba de nuevo al orgasmo y él siguió un poco más.

- Quiero chupártela. —le dije intentando regular mi respiración.

- Más tarde beba. —soltó una risita.

Me agarró del cuello y abrió de nuevo mis piernas. Me penetró de una y largó un jadeo fuerte al introducir su enorme pija en mi vagina estrecha.

- Estás muy apretada. —jadeó.

- Y muy mojada, así que no pares. —le dije mirándolo a los ojos.

- No pararé. Ésta noche es solamente de los dos. —me susurró.

Apretó aún más fuerte mi cuello y empezó a penetrarme con firmeza.

Llevó su otra mano a mi clítoris y empezó a masturbarme mientras seguía penetrándome.

Me soltó el cuello y llevó su mano a mi boca. Acarició mis labios por encima y luego introdujo dos dedos adentro para que los chupara.

Añadió uno más y cuando estaban completamente húmedos me dio una bofetada no muy fuerte.

Repitió la acción varias veces y luego me dio la vuelta completamente poniéndome en cuarto.

Posicionó su pija en mi entrada y me penetró de nuevo. Me agarró del pelo aún más fuerte y me dio una palmada en el culo.

Aumentó el ritmo de sus embestidas mientras seguía azotándome y largué un grito ahogado al sentir el placer recorriendo de nuevo mi cuerpo.

- Para, no puedo más. —le dije al ver que tenía ganas de seguir.

No me hizo caso y se acostó a mi lado en la cama.

- Ponte encima y cállate la boca. —me dijo con su voz ronca.

Me levanté con cuidado y no sé como, pero finalmente logré ponerme encima de él.

Puse mis manos en su pecho e intenté penetrarme sola, aunque lo hacía lentamente porque estaba cansada.

Matías se dio cuenta así que puso sus manos en mi cintura y empezó a penetrarme rápidamente mientras me miraba a los ojos.

Me acerqué a él y le di un beso lento para finalmente morderle el labio. Soltó una jadeo y empezó a azotarme de nuevo.

Noté como metía dos dedos dentro de mi culo lentamente y como los movía mientras seguía penetrándome.

- Córrete. —me susurró cerca del oído.

Bastaron solo unas cuantas embestidas más para que me llevara de nuevo al cielo.

Mis piernas empezaron a temblar descontroladamente y dejé caer mi cuerpo encima del suyo.

- No he terminado con vos Eva. —me dijo mirándome serio.

- Te lo ruego, no puedo más. —le supliqué.

Finalmente asintió y me ayudó a levantarme. Me puse en cuatro en el suelo y abrí las boca al máximo.

A los pocos minutos sentí como me la llenaba completamente con su semen. Me lo tragué mirándolo a los ojos y me mordí el labio al ver su cara de satisfacción.

Me levantó con cuidado y me tomó en sus brazos para llevarme a la cama. Se acostó y puse mi cabeza en su pecho.

- Te quiero más que a nadie en éste mundo. —me susurró mientras acariciaba mi cabello.

- Yo... —me interrumpió.

- Descansa, no tenés porque decirme nada más.

Cerré los ojos e intenté disfrutar de éste momento.

Lástima que sería el último a su lado.















PURO PORNO. :)

No sé si subiré otro hoy porque aún no sé que hacer con Matías já.

Bueno, mañana subiré los capítulos finales seguramente.

Además pronto se vienen cosas lindas, no digo más. 😌

𝐄𝐯𝐚 𝐈𝐕; 𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora