♡CAPÍTULO 27♡

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Rubén

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Rubén

Ultima parte. Samuel ya se encuentra en el escenario, mientras que yo estoy a minutos de salir. Siento como los chicos me hacen seña para que me una a ellos. Una vez listos, entramos en escena.

Narradora: En cuanto Aquiles se entera de las amargas noticias, se tira al suelo y comienza a llorar, transido de dolor.

Samuel: ¡No! ¡No puede estar pasando!

Narradora: Tiempo después, los sirvientes traen consigo el cuerpo fallecido de Patroclo, hallado en el campo de batalla. Estos proceden a enterrarlo pero este no se los permite. Solamente se lanza sobre el, rodeándolo con sus brazos, sollozando desesperadamente.

Samuel: Lo lamento tanto...realmente lo siento.

Narradora: Su madre intenta calmar su tristeza. Sin embargo, se le hace imposible lograrlo. Pues Aquiles estaba completamente sumergido en el tormento de la perdida.

Samuel: Aunque ya no estés aquí conmigo, no habrá nadie que pueda llenar el inmenso vacío que estas dejando en mí. Nunca olvidare el sonido de tu voz o la hermosa sonrisa que me regalabas cada mañana. Gracias por haberme hecho el hombre más feliz de este universo y prometo acabar con esta guerra por ti.

Narradora: Tras aquello, Aquiles se volvió a lanzar en combate. Derrotó a los troyanos y mató a Héctor, hijo mayor del rey Príamo. Hasta que poco después, fue asesinado en manos de Paris, el hermano de Héctor.
Sus ultimas palabras fueron:

Samuel: Prometo que en otra vida haremos todo lo que en esta nos faltó hacer juntos.

Narradora: De esta forma, el espíritu de Aquiles se unió al de su amante en los Campos Elíseos. Sus cenizas se mezclaron en una urna de oro, y fueron enterrados por los griegos en una tumba común.

Y entonces, se cerro el telón.

Al instante, ambos nos paramos del suelo y nos unimos en un fuerte abrazo. Todo había salido incluso mejor de los esperado.

Samuel: Estuviste genial.

Rubén: Gracias, Vege.

Me sonrió, y en ese momento me di cuenta de nuestra cercanía. Ambos teníamos las respiraciones aceleradas y sus mejillas estaban ruborizadas al igual que las mías. Ya casi no quedaba distancia entre nosotros y sentía como levemente nuestros labios comenzaban a rozarse.

Borja: ¡Chicos! ¡Lo hicieron maravilloso!

Alexby: Madre mía, chaval.

Raúl: Yo hasta me lo creí.

Fargan: No les voy a engañar, llore un poquito.

Willy: ¿Qué dices? Me empapaste toda la camisa con tus lágrimas.

Los voy a matar. Casi nos besamos con Samuel, no puede ser cierto.

Samuel: Gracias a todos. Pero necesito hablar con Doblas.

Borja: No, no. Rabis vendrá con nosotros a recorrer la feria, ¿Verdad?

Rubén: ¿Ahora?

Borja: ¡Rubén! Me lo dijiste ayer, vendrías a ver mi stand.

Lo olvide, le había prometido participar de su maldito stand.

Samuel: Esta bien, no te preocupes. Nos vemos luego, chicos.

Rubén: ¿Te iras?

Samuel: Estoy en varios puestos pero cuando pueda iré a verte.

Rubén: Vale...


Han pasado como dos horas desde la obra y junto a Borja hemos recorrido toda la feria. Hubo puestos muy interesantes aunque realmente no preste suficiente atención. Lo único que tenia ganas de hacer era pasar tiempo con Samuel. Llevaba rato buscándolo con la mirada pero no lo veía por ninguna parte.

Borja: Oye, ¿Pasó algo?

Rubén: No.

Borja: Uf, que susto. Por un moment9 creí que ibas a matarme al finalizar la obra.

Rubén: ¿Cómo crees eso, Luzu?

Borja: Si, lo sé. Oh mira, ¿No es ese Vegetta?

Rubén: Hm... Si, creo que si.

Borja: ¿No lo estabas buscando? Ve con él.

Rubén: No creo que sea buena idea, está rodeado de personas. Samuel es muy popular, no me gustaría arruinarle eso entremetiéndome yo.

Borja: ¿De qué hablas?

Rubén: No interesa.


Llego la hora de la cena, al fin. Pareciera que hubieran pasado siglos desde la última vez que comí. Solo quiero atragantarme con todo el banquete de diferentes platillos que hay. A parte, las mesas están esparcidas por todo el campo del lugar, eso lo hace mucho más libre y fácil para mí, si quiero traer comida en bandejas, al menos no me chocare con las mesas o pesonas.
Estaba sirviéndome los diferentes platillos hasta que alguien me sujeta y comienza a llevarme dentro de la academia.

Rubén: P-pero, ¿Estas bobo o qué? Quiero comer, tengo hambre.

Samuel: Vamos a comer dentro.

Rubén: No, quiero estar afuera. Si tu no quieres que te vean conmigo, no vengas.

Samuel: ¿Qué?

Rubén: Yo lo entiendo, enserio. Me he dado cuenta que siempre intentas que nos veamos en secreto. Esta bien, tienes buena reputación y no seria bueno que te vean con alguien como yo per-.

Me agarro nuevamente del brazo y empezó a arrastrarme hacia la multitud de gente.

Rubén: ¿Qué estas haciendo? Que duele, cabrón.

Samuel: ¿Enserio crees eso?

Rubén: Olvidalo, te he dicho que no import-.

Samuel: Vale, entonces.

Imagine que se habia enfadado pero repentinamente comenzo a subir arriba de una de las mesas e hizo que los estudiantes del coro le pasaran uno de sus microfonos, a los segundos comenzó a hablar.

Samuel: Buenos días a todos los estudiantes, profesores y directivos. Espero que estén pasando una agradable jornada junto a sus colegas. Por esta misma razón, pensé que este es el mejor momento para anunciar que: ¡Me he comprometido con Rubén Doblas y estamos en una relación formal!

Creo que se me acaba de caer todo el pastel de la boca.

♡Global Studies♡ [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora