♡Global Studies♡ [Rubegetta]

♡CAPÍTULO 55♡

Rubén

Nos encontrábamos sentados en la grande sala, junto a un silencio que invadía todo aquel lugar. Ninguno de mis acompañantes parecía querer ceder a empezar una conversación y yo parecía perder un poco más el aliento en cada respiración. Aparentemente, Samuel notó mi estado y acercó suavemente su mano a las mía, intentando entrelazar nuestros dedos. Sin embargo, un abrupto golpe frente a nosotros nos asombró.

Elizabeth: No. No lo aceptaré.

Belmont: Elizabeth...

Elizabeth: ¿Realmente has visto de la manera tan inapropiada en la que se encontraban? Tuvimos suerte de que la prensa no estuviera presente.

Samuel: Ambos hemos explicado que fue un malentendido.

Elizabeth: Samuel, tú mejor que nadie sabes que ese tipos de errores no deberían siquiera suceder.

Se acercaron quedando enfrentados, más que una pequeña discusión entre madre e hijo, el ambiente parecía estar por convertirse en un campo de batalla a punto de estallar.
Nos miramos inquietos tanto Belmont como yo, sabíamos muy bien que cualquier paso errado podría desatar una guerra incontrolable. Decidí dar el primer paso temerosamente y hablar por primera vez en la noche.

Rubén: Yo...Se que no soy la clase de persona que usted esperaba para su hijo, siquiera me acerco a esa lista, pero aún así... Si me lo permite, daré lo mejor de mí para demostrarle que amo a Samuel tanto como para cambiar.

Me observó fijamente durante unos segundos, como si intentará analizar cada parte de mí hasta llegar al más mínimo detalle. Para finalmente retirarse de aquel gran salón, sin aludir siquiera una palabra. Al poco tiempo, el padre de Samuel nos regaló un pequeña sonrisa nerviosa para salir por la misma puerta que su esposa.
El lugar quedó en completo silencio y yo me dejé caer en una de las sillas, frustrado. Mientras que la persona a mí lado, comenzó a dar leves masajes por mí cuello, intentando calmar mi estrés.

Rubén: Me odia. Definitivamente lo hace.

Samuel: No, claro que no lo hace. Solo... ¡E-espera! ¿Estas llorando?

Rubén: Me odia.

Samuel: ¡N-no! Solo es algo estricta pero te quiere.

Me abrazó intentando calmar mi llanto y yo comencé a mojar toda su camisa.

Rubén: Estoy arruinando tu ropa.

Samuel: Son lágrimas, tranquilo.

Rubén: No, lo digo por mis mocos.

Samuel: Oh, me gusta todo de tí así que no importa.

Rubén: ¡Vegetta!

Samuel: L-lo siento. ¿Dije algo mal?

Rubén: No, eres malditamente perfecto.

Samuel: Oh...

Recosté mi cabeza en su hombro, rodeándolo con mis brazos. El se sentía verdaderamente cálido y reconfortante.

Rubén: Quizás... Yo no sea la mejor opción.

Samuel: ¿A qué te refieres?

Rubén: Vege, no creo poder ser la bella princesa que te acompaña junto al trono. 

Su mirada se posó en mi como un cálido gesto de ternura, para posteriormente tocar la punta de mi nariz delicadamente y terminar diciendo unas pocas palabras, pero las suficientes que necesitaba escuchar.

Samuel: ¿Después de tanto tiempo aún no lo comprendes, Chiqui?

Rubén: ¿Comprender qué?

Rodeó mi cintura, acercando nuestros rostros de una manera tal que lograba sentir nuestras respiraciones mezclarse. Mantenía sus ojos fijos en mí como si su vida dependiera de ello, logrando hacer que mis piernas se debilitarán y mis mejillas se confundieran con el color carmesí. Intenté esconder mi rostro detrás de mís manos, sin embargo, éste me mantenía bien sujetado.

Samuel: No busco una bella princesa a mi lado, si no a tí. Un encantador príncipe con el que mirar las estrellas hasta el último día de mi vida.

Rubén: Y-yo... No sé-..

Samuel: No pienses mucho, solo cierra los ojos y-..

Rubén: Te amo.

Samuel: Te amo.

Toda mi vida habia esperado a que llegara alguien como él. Y finalmente esa persona estaba frente a mí. Donde hay esperanza hay dificultades aunque vale la pena intentarlo si tendré mi mano entrelazada con la de Samuel.