Samuel
Miré a través del ventanal la inmensa cantidad de árboles que cada vez se volvían más incesantes. Siempre es igual, nunca cambia esa mezcla de sentimientos encontrados que siento al volver a este lugar, en donde una parte de mi se siente en casa, mientras que la otra, me observa como si fuera un completo extraño en tierras desconocidas.
Samuel: Disculpe, Señor. ¿Es completamente necesario que vengan delante y detrás nuestro seis vehículos más?
Chófer: Por supuesto, Príncipe Samuel. Es para garantizar su máxima seguridad.
Samuel: ¿Mi vuelta a Francia no estaba reservada al público?
Chófer: Al parecer se esparcieron los rumores, Príncipe.
No entendí a lo que se refería hasta que vi la inmensa cantidad de paparazzi en las puertas frente a la casa real. Al instante, supe que se nos avecinaba una situación un tanto complicada de resolver.
Chófer: Deberíamos activ-..
Samuel: Protocolo G10, lo sé.
Chófer: No se ha olvidado de como lidiar con este tipo de problemas.
Samuel: Uno nunca olvida sus raíces, Señor.
Tomé de un maletín cercano a mí, la vestimenta necesaria para cubrir mi cuerpo totalmente. Una vez cambiado, la puerta del coche se abrió y los guardias de seguridad me dieron paso entre la multitud de personas. Me limité a mirar en dirección al suelo durante el largo camino hasta llegar al portón. Estando ahí, pude entender una de las razones por la cual había decidido mantenerme fuera del país: tener cámaras enfocándome día y noche, era agotador.
Jefe de Seguridad: ¿Se encuentra bien, Joven Príncipe?
Samuel: Han surgido algunas complicaciones pero lo importante es que ya estoy en casa.
Jefe de Seguridad: Tiene razón, alteza.
Dentro completamente de la habitación, quité mis oscuras gafas de sol y un empleado me ayudó con el tapado. Al entrar por la parte trasera del lugar, tuvimos que dirigirnos directamente hacia el salón central. Todo se veía bastante similar a cuando me fui, las cosas no habían cambiado mucho, a pesar de los años.
Me acomodé en uno de los grandes sillones, espectante a lo que podría llegar a ocurrir. No podía negarlo, estaba nervioso. Aunque los pasos de una persona, acompañados con la voz de una mujer me descolocó e hizo que mi piel se erizará por completo. Al instante me volteé, encontrándome con ella.Isabel: ¿Acaso este apuesto Joven ha olvidado que tiene una abuela?
A los segundos, nos habíamos fundido en un cálido abrazo. Haberla tenido tan lejos de mi durante tiempo, fue muy doloroso. Isabel es como una segunda madre para mí y me ha convertido en todo lo que soy. Realmente no conozco corazón más puro. De ella aprendí que las arrugas solo resaltan la belleza.
Samuel: Claro que no, Nana. Por eso estoy aquí.
Isabel: ¿Es una visita temporal?
Samuel: En verdad no lo sé.
Isabel: Espero que podamos pasar más tiempo juntos.
Samuel: Pienso igual, Abuela.
Repentinamente, escuché unas zancadas aproximándose a nuestro sitio y supe lo que se avecinaba.
Elizabeth: ¡Samuel de Luque, a la sala de reuniones ahora!
Samuel: Yo también estoy encantado de verte, madre.
Le hice unas expresiónes divertidas, en señal de broma a Isabel. Pero al parecer, mi padre lo notó.
Belmont: Rápido, De Luque.
Samuel: De acuerdo.
Me dispuse a caminar metros detrás de ellos, aunque la disimulada voz de mi abuela, captó mi atención.
Isabel: También estaré esperando que me lo presentes.
Samuel: ¿Disculpa, Nana?
Isabel: Tu novio, Cariño.
Quedé inmóvil, no podía realizar ningún tipo de movimiento. Me limitaba a respirar de la forma más tensa posible. ¿Se habían esparcido los rumores de tal manera que hasta mi abuela tenía conocimiento sobre ello?
Samuel: Y-yo...
Isabel: Quizás no me lo hayas dicho pero el brillo de tus ojos te delata.
Sonreí tímidamente sin saber que hacer en ese momento. Se acercó a mí y sostuvo mi mano.
Isabel: Tranquilo, no se lo diré a nadie. Es un secreto de abuela y nieto. Sin embargo, quiero conocerlo.
Samuel: Trato hecho.
Finalmente, me retiré de aquella habitación. Anduve por unos largos pasillos hasta llegar a la sala de reuniones. Suspiré unos segundos antes de pasar la puerta y adentrarme completamente en ella. Una vez dentro, pude observar a mis padres sentados en la gran mesa, esperando que tomase asiento. Lo hice y la primera en romper el hielo, fue mí mamá.
Elizabeth: ¿Cómo es posible que el heredero al trono de Francia haya sido encontrado manteniendo relaciones afectivas junto a otro estudiante en una academia de prestigio?
Rodeé los ojos aturdido. Definitivamente sería una noche muy larga.
ESTÁS LEYENDO
♡Global Studies♡ [Rubegetta]
RomanceRubén un adolescente noruego, bastante despreocupado y rebelde, hijo de madre noruega y padre español. Un día recibe, por parte de su escuela, una beca para estudiar en el extranjero. Lejos de poder dejar pasar esta oportunidad emprende un viaje a u...