♡Global Studies♡ [Rubegetta]

♡CAPÍTULO 56♡

Rubén

Luego de horas intentando convencer a Samuel de dormir en diferentes habitaciones, recordándole que si nos llegaban a encontrar juntos de la mañana podría significar un problema de escándalo por todo el palacio y aumentando la llama frente a la disputa con su madre, finalmente acepto disgustado.
Y por la mañana, ya me encontraba cálidamente acurrucado entre las sábanas de aquel gran dormitorio. A pesar de no dormir juntos, Vegetta se había asegurado de que me asentará en un lugar cercano a su recámara. Al parecer eso le generaba mayor seguridad.
Sin embargo, mi reconfortante mañana había sido interrumpida por el sonido de una notificación entrante desde el celular. Me acerqué cuidadosamente hacia la mesita de luz a mi lado y tomé el móvil. Al instante pude observar un mensaje en la bandeja de entrada.

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Samuel: Buenos días, Cari.

Rubén: Buenos días, Vege.

Me senté en la cama para volver a tomar el celular al oír otra notificación.

Samuel: ¿Estas despierto? Me sorprende.

Rubén: Que dices, siempre me levanto temprano.

Samuel: En la académica nunca te vi asistir a las clases de la mañana.

Rubén: Bueno, esas son excepciones.

Samuel: Eso significa... ¿Qué puedo ir a verte?

Rubén: ¿Qué?

Samuel: Estoy en tu puerta, abre.

Rubén: ¡Estás loco! Vuelve a tu habitación.

Samuel: No.

Rubén: ¡Estoy en ropa interior, Samuel!

Samuel: No me molestaría verte de esa manera.

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Frustrado, arreglé lo más rápido posible mi camisa y me coloqué unos pantalones para abrir con una cara molesta. Efectivamente, del otro lado se hallaba la persona con la que había hablado minutos antes pero mucho mejor vestida que yo, como era de costumbre por las mañanas.

Samuel: ¿En serio me recibes de esa manera?

Rubén: Tengo sueño.

Samuel: Bueno, durmamos juntos.

Rubén: Ya estás despierto.

Samuel: Pero me gusta verte dormir.

Rubén: ¿Sabes que no puedes estar aquí, verdad?

Samuel: Durante la noche acordamos, en el amanecer no dijimos nada.

Mientras me mantenía de brazos cruzados y con un rostro ciertamente enfadado, mi acompañante empezó a acercarse descaradamente con un tono seductor. No terminó de sorprenderme por lo bien que se ve durante el aurora, pero aún así me convenzo de que soy mas fuerte que eso y no debo caer en su juego.

Samuel: ¿Por qué desvías la mirada? ¿Acaso tienes miedo de perder?

Rubén: Estoy bien. Tengo todo bajo control.

Samuel: Eso es bueno, Doblas...

Rodeó mi cintura entre sus brazos y comenzó a dejar leves besos por mí cuello. Realmente estaba jugando con mi cordura.

Rubén: No hagas eso, debo bañarme.

Samuel: Podríamos... ¿Bañarnos juntos?

Ya no lo soportaba, quería escapar de allí pero me tenía bien sujetado. Me limité a inclinar mi cabeza hacia abajo para que no viera mi sonrojo.

Samuel: Creo que a alguien le está interesando al idea.

Rubén: Cállate.

Lo sentí reírse para acto seguido escuchar una mujer llamando por la puerta. Ambos quedamos completamente congelados, espectantes a las palabras de aquella persona.

Empleada: ¡Señor Rubén! ¿Se encuentra despierto? Lo llama la reina para que vaya a tomar té en el jardín.

No sabíamos que hacer, cualquier mínimo movimiento sería escuchado por el personal detrás de aquella puerta.

Empleada: Voy a entrar, Joven.

Su respuesta nos alteró y a los pocos segundos escuchamos un ruido de llaves chocarse unas con otras.
Creo que esto de querer que la tierra nos tragué se ha vuelto una desafortunada costumbre.