Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
—¿Christopher? —dijo alguien a mis espaldas— ¡Oh dios mío!
Era mi madre quien venía bajando las escaleras con una sonrisa y los ojos cristalizados, dejé a mi padre en la sala mientras corrí literalmente hacia ella a abrazarla, comenzando a llorar.
—Mi vida, mi amor, te extrañé tanto —sus brazos me envolvieron.
—Yo te extrañé mucho más mami —logré responderle debido al llanto.
Talvez tenía a Joel, que era como mi hermano, hermano que jamás tuve, pero no se comparaba con el amor de una madre, que con todo lo que ha pasado, no me había dado cuenta de cuánto la había extrañado, no hasta que la abracé.
—Mi tesoro —se separó con los ojos rojos— no llores, me harás llorar aún más.
—Lo siento, te extrañe tanto —besé su mejilla.
«Hace mucho no lloraba»
—¿Estaban discutiendo?
—Si.
—¡¿No puedes dejar de pelear ni porque no se han visto en años!?
—Pero...
—¡Pero nada! Se disculpan los dos ¡Ya!
—Lo siento —respondimos ambos.
—Bien, pero no has dicho todo, se que no te agrada Sunshine, pero ¿Faltar a mi boda? ¿Obligar a todos a no ir?
—Y por eso te pido perdón —«al menos pidió perdón, algo no típico de Leonardo Vélez»— fuí un estúpido impulsivo, se que era un día importante para ti, solo quería o mejor dicho quiero lo mejor para ti, quiero llevarme bien contigo, se que te molesta, pero créeme es por tu bien, me lo agradecerás cuando tengas pruebas y cuando sea así, podré decirte te lo dije —dijo en tono frío.
—Y... ¿De lo que acabas de decir? Sunshine podrá ser todo lo que tu quieras pero no una Infiel como dices tu.
—No todo es lo que parece. Recuérdalo muy bien.
—Bueno, dejando todo esto de lado —mi mamá habló— vez por la linda chica que está en la habitación de Lucia y Leslie, a la pobre le están haciendo un cuestionario horrible —terminó con una risa leve.
—¡Alessia! —abracé a mi mamá— compermiso.
—Espera, no te vayas —fruncí el ceño— , no te vayas sin hacer las pases conmigo pequeño campeón.
Lo abracé como no lo había hecho en años.
—¡Ay que hermoso! Mis dos amores.
Subí hasta el cuarto de Leslie, donde supuse que estaban, la cual fue cierta, entré sin tocar, todas platicaban animadamente.
—¿Interrumpo?
—Claro que no Chris.
—Bueno, ya que no interrumpo, me robaré a Alessia por un rato.
—¡Ay no! —se quejaron.
—Lo siento, es mía.
La tomé de la mano y la saqué de la habitación.
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Editado ✔️
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