Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
—Yo nunca te engañé, pero al parecer tu si —suelta una risa irónica— ¿Tan poco te di?
—No Chris... No...
—¡¿Por qué!?
Trato de encontrar las palabras correctas para decirle que no fue así y que solo me deje llevar por el impulso del momento, pero no encuentro ni las palabras ni el momento correcto.
—Entonces... ¿Por qué?
—No Chris, yo no...
—¿Todo bien?
Maldigo al ver a Joel entrar a la habitación. Asiento en señal de que si, esta todo bien, aunque en realidad es todo lo contrario.
—¿Segura? Princesa si quieres...
—No Joel, todo está bien —trato de sonreír. Cosa que no sale bien, porque más bien parece una mueca.
—Si Joel, todo está bien, no te preocupes de todas formas ya me iba, los dejaré en paz para que sigan con lo que interrumpí. Adiós.
Christopher empieza a caminar hacia la puerta, reacciono rápido, prácticamente salgo corriendo de la habitación, lo sigo escaleras abajo con Joel pisandome los talones.
- ¡Chris! ¡Christopher espera!
- ¿Pará qué? ¿Pará qué vea cómo lo hacen? No gracias, yo paso, no te preocupes, puedes ir a mi casa cuando quieras, aunque dudo mucho que quieras tener esa ropa, cuando de seguro Joel ya te compro más.
—Chris...
Me deja con la palabra en la boca, pues azota a puerta dejándome con el corazón roto... ¡La cague completamente!
—¿Todo bien? —Joel pregunta.
—No, nada está bien —soy sincera.
—No soy muy bueno dando ánimos, pero ¿Te doy un consejo? Espera a que se le pase, mañana puedes ir a su casa o a la oficina y hablar tranquilamente con el, estoy seguro de que comprenderá el mal entendido.
—¿Tu crees?
—¡Por supuesto!
Tiene sentido, mañana podré hablar con el tranquilamente, explicarle que fue lo que realmente pasó y podremos volver a estar juntos. Si eso mismo haré.
—Bien, ahora vamos arriba, necesitas descansar.
Asiento. Subimos en silencio las escaleras, nos detenemos frente a mi puerta, y justo cuando voy a entrar, Joel me toma del brazo y me da la vuelta, haciéndome quedar frente a él, tiene mis caderas sujetas con su mano, y pronto me besa, me quedo en blanco por unos segundos, y me siento terriblemente mal por seguirlo, segundos más tarde caminamos aún besándonos hacia la habitación, donde luego chocamos contra la cama, haciéndonos caer...
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