La amante ||C.V|| Sin Editar

Capítulo 4

//Christopher Vélez//

— Pensé que comprarías comida, y no ropa.

— Si, pero vi un hermoso vestido y no me pude resistir.

Dicho esto, me toma del mentón y me comienza a besar, primero lento, luego con más intensidad. Se separa.

— ¿No te enojas? —pregunta inocentemente.

— N... No —una gran sonrisa adorna mi rostro, hacia mucho que no me besaba así.

— Gracias amorcito — vuelve a fijar su vista en la televisión.

«A mí no me va a dejar con las ganas»

Sin duda esto no se queda así. Me subo encima de ella comenzando a besar su cuello.

— ¿Qué tratas de hacer Christopher?

— Vamos a divertirnos — susurro sobre su cuello.

— Creo que no debí besarte así — suelta a reir—  te emocionaste.

— ¿Esperabas que no lo hiciera con semejante beso?

Bajo hacia sus pechos, pero antes de poder hacer algo ella me detiene.

— No Chris, no quiero.

— ¿Que? ¡¿Porque!?

— No tendremos sexo.

— Pero... ¡¿Porque!? —me separo de ella, sentándome a un lado.

— Porque no quiero, simplemente por eso.

— Dime porque, Sun... ¡No tenemos relaciones desde la luna de miel!

— ¿Y? No te vas morir, eres un exagerado.

No quise discutír mas, solo me levanté de la cama y salí azotando la puerta de la habitación, caminé hacia el estudio, entre y cerré la puerta fuertemente. Me senté en la sillón que había, suspiré, estaba cansado, tomé un libro y lo avente. Tenía una ereccion, algo que no podia evitar, necesito desahogarme.
¿Porque Sunshine era asi?
Se supone que es mi esposa y que es normal que tengamos relaciones, o ¿No?

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//Alessia Cruz//

Suspiro cansada, he estado casi toda mañana buscando un lugar donde vivir pero, hasta ahora no encontrado nada. Es mi primer día en Nueva York  y me resulta tan difícil ubicarme.
Contando un poco, me mudé a Nueva York con la intención de demostrarles a mis padres que puedo ser independiente, que puedo conseguir un trabajo y un lugar digno para vivir, sin la necesidad de su dinero.
Vuelvo a suspirar, visualizo una tienda, así que camino hacia ella, entro y camino por los pasillos hasta llegar a la sección de los periódicos, tomo uno, lo pago y salgo de la tienda.
Luego de caminar por cinco minutos más me siento en una banca, en un parque que acabo de encontrar. Hojeo el periódico hasta encontrarme con un anuncio que me llama la atención, es de un departamento. Llamo al numero que aparece, y me pongo de acuerdo con la dueña para vernos hoy mismo.
Como puedo tomo un taxi hasta la dirección, en menos de 10 minutos ya estoy afuera de los condominios, le pago al taxista, y me bajo. Reviso un poco el lugar, los edificios son un poco altos, no se ven tan lujosos, sin duda son lindos.

— ¿Usted es la señorita Alessia?

— Si, soy yo.

— Muy bien, sigame.

La señora comienza a caminar, tomamos el elevador que nos lleva hasta el piso 3, entramos, el departamento es amueblado, no es tan grande ni tan pequeño. Después de decidirme le pago el primer mes de renta, me entrega las llaves y se despide.
Arrastro mis maletas hacia donde es mi habitación. Acomodo la poca ropa que traigo en el closet, me arreglo un poco más, y ahora si, estoy lista, para el siguiente paso. Buscar trabajo.
Salgo del departamento, no sin antes cerrarlo, vuelvo a tomar un taxi, que me lleva hacia la parte industrial, que es donde se encuentran las empresas más grandes.
Pago el taxi y me bajo.
Camino y camino, los edificios son enormes y muy lujosos, había tantos en los que podía preguntar.
En una de tantas siento un fuerte un golpe en mi brazo, segundos más tarde me encuentro en el suelo.

— ¡Fijate! —el enojo se apodera de mi.

— Lo siento mucho, de verdad, lo siento.

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