Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
«No pierdo nada, vamos, tienes que poder Alessia diselos»
—Nos quedamos encerrados una noche en la oficina
—Aja, ¿Y luego? —soltó más calmada.
—Y bueno, una cosa llegó a la otra, y terminamos haciéndolo en el sillón —me tapé la cara.
- ¡AAAAAAAAAAAAAAH! ¡Eres una suertuda! —gritó.
«¿Por qué lo dice cómo si estuviera enojada?»
—Pero que más da... Ya llego su esposa.
—¡¿Y eso que!? Toda la oficina sabe que jamás tiene sexo, Sunshine no es impedimento para que sigan haciéndolo.
—Pero... Hoy si —aseguré.
—¿Cómo estás tan segura?
—se lo dijo enfrente mío —se acumularon mis lágrimas.
—Sientes cosas por el ¿Cierto?
—Si —no tiene caso negarlo.
No pude más y comencé a llorar. Fátima me abrazo inmediatamente.
—Ay linda... —dijo mientras me acariciaba el cabello.
Pero me mente se distrajo cuando vio sonreír a Fátima, era como si le divirtiera mi sufrimiento.
//Christopher Vélez//
Llegué a casa. Había un camino de rosas que comenzaba desde la escalera y llegaba hasta la habitación. Seguí el camino entusiasmado hasta llegar el final, abrí la puerta, Sunshine me esperaba acostada en la cama con una ropa interior muy linda. Sonreí. Se levantó y se acercó a mí.
—Vamos a divertirnos cariño —me besó.
«Hace mucho no me besaba así»
No pude resistirme y le seguí el beso. Caminamos hasta caer en la cama, sin dejar de besarnos...
—No... No puedo... —Alessia se cruzó en mi mente.
«Le estoy fallando»
—¿Qué? ¿Estas bromeando? —se separó— ¿Por qué no puedes?
—¿Qué? —dije nervioso— por supuesto que no, vamos a divertirnos.
Volví a besarla, aún con ese sentimiento de culpa...
«Perdóname Ale»
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Editado ✔️
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