Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
—¿Dónde está Christopher? —preguntó una voz detrás mío.
Me sobresalté, fijé mi vista hasta ver el dueño de la voz. ¿Leonardo? ¿Qué hace aquí?
—Alessia... ¿Dónde está Christopher —volvió a preguntar.
—Amm... Esta... Allá arriba.
—Vamos, tenemos que sacar la verdadera cara de Sunshine.
«¿Sacar su verdadera cara?»
Me levanté prácticamente corriendo y lo seguí, en el camino me mostró unas fotos, las cuales mostraban a Sunshine con un hombre, el cual por supuesto no era Christopher. Me sentí mal por el, le daba de todo, desde ropa cara, millones en efectivo y hasta el mundo si hubiese querido.
//Christopher Vélez//
—¡¿Entonces!? ¡De qué demonios se trata esto!?
—Christopher yo... Esto tiene una explicación, el es... Amm...
—¡No me mientas! —dije al borde de la histeria.
Porque... ¿Quién lo diría? Tan solo abro la puerta, me encuentro con una Sunshine completamente desnuda, encima de otro hombre, en nuestra cama, saltando desesperada, vaya que iluso fuí.
—Christopher, porfavor perdoname, yo te amo —se aventó a mi con la sábana enrollada en su cuerpo, llorando a mas no poder— esto fue un error, yo... Yo te extrañaba.
—¡Sueltame! —la empujé.
—No me hagas esto, yo te amo, ¡Te amo! —entrecortadamente logró decir.
—¡No mientas más! —la voz de ¿Mi papá? Irrumpió en la habitación.
Lo volteé a ver confundido. El solo me miró fijamente por unos segundos, para después acercase a mi y entregarme una carpeta, la cual decía "Evidencias" donde obviamente tenia fotos de Sunshine con el chico
«Siempre tuvo razón»
—Te lo dije, ella no era para ti.
—¡No! —lancé lejos la carpeta— ¡Tu! —miré furiosamente a Sunshine— ¡Te dí todo maldita sea! ¡Todo! ¡¿Y así me pagas!?
—Tranquilo —susurró Alessia.
No le presté atención.
—Chris —su llanto comenzó a irritarme— ... Todo tiene una explicación, déjame...
—¡No mientas! —le grité.
Me acerqué hasta acorralarla contra la pared, Sunshine comenzó a intentar salirse de mi agarre. Inconscientemente posicioné mi mano sobre su cuello, con su mirada llena de pánico comenzó a luchar con aún más fuerza. Unas manos me tomaron de la cintura y cuidadosamente me alejo de ella. Sunshine se dejó caer al suelo, en un intento por recuperar el aire. Y el chico con el que estaba... Bueno el había desaparecido. «Cobarde»
—Calmate —me susurró Alessia— no vale la pena.
Esta vez si le hice caso.
—No vale la pena —dijo mi papá esta vez.
—Ch... Chris... Chris... No... No me... Dejes... —logró decir con algo de tos— fue un error.
—¡Te habría dejado hace muchísimo tiempo! —le dije ya más calmado.
—¡¿Por ella!? —señaló a Ale— ¡Todo es culpa de esa zorra! —gritó reincorporandose.
—¡Esta zorra tiene nombre! ¡Y con mucha más dignidad que tú! —le contestó.
—¡Si no fuera por ella no me dejarías!
—Si no fuera por ella, yo nunca hubiera descubierto el verdadero amor —dije con calma— ahora por favor toma tus cosas y largate, y aprovecha que te estoy dando tiempo de llevarte cosas, porque esto —señalé toda la habitación— lo compré yo con mi dinero, así que apurate antes de que cambie de opinión... No quiero volver a verte en mi vida.
—Si gustas, te pago un viaje a Francia —mi padre dijo en tono burlón.
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