Christopher Vélez, cree que lo tiene todo, es rico, guapo, y está felizmente casado.
Pero alguien llegará... Alguien que cambiará el orden de su vida, que lo hará darse cuenta de que es lo que realmente desea...
⚠️Historia adaptada, aunque a partir...
Observó a Sunshine dormir, lo hicimos, pero en ningún momento logre tener una erección, es más tuve que fingir el orgasmo cuando se dio cuenta que algo iba mal, me siento mal, ese sentimiento de culpa no abandona mi cuerpo y lo peor de todo es que no es por Sun, si no por Alessia, le he fallado y no se de que manera, no somos nada y aún así siento que le hice algún mal.
¿Qué me está pasando?
//Omnisciente//
Ella se levanta, comprueba que el está dormido y se dirige hacia el jardín trasero, sale con la máxima precaucion posible evitando hacer ruido alguno, al fin sale, suelta un suspiro de alivio al ver que si trae su teléfono y no salió en vano. Marca el número y espera que contesté. Mientras contesta, acaricia su cuerpo, siente asco de si misma, no debería pero aún así lo siente, el otro lado de la línea telefónica es respondida.
—Ya te habías tardado amor, llegue a pensar que de verdad lo estabas disfrutando —se burla.
—Imposible, me siento asqueada, y solo lo hago porque no quiero que sospeche —si por ella fuera lo dejaría, pero sabe que no puede.
—¿Cuando lo dejaras?
—¿Dejarlo? ¿Y quedarnos sin dinero? ¡Nunca! —exclama.
No responde.
—No te preocupes bebé, buscaré otra excusa para ir a verte.
—Bien, te esperaré aquí, por cierto, necesito dinero.
—¿Más?
—Si, acabo de quedarme sin trabajo.
—¿De nuevo?
—Conseguiré otro, pero necesito dinero para pagar la renta y los servicios de la casa.
—Esta bien —bufa— ¿Cuánto necesitas?
—Quince mil dólares.
El corazón le deja de latir por unos minutos, ¡¿Tanto!?
—Es mucho —se queja.
«¿De dónde voy a sacar tanto? Ya no me creerá»
Sus pensamientos comienzan a atormentarla, está jugando con fuego y sabe que en cualquier momento puede quemarse.
—Te lo pagaré apenas consiga trabajo.
Sabe que es mentira, lleva diciéndole eso hace varios meses, Johnny siempre ha sido un holgazán y un mantenido y sabe que es una estúpida por cumplirle todos sus caprichos y amarlo como lo ama.
—Bien, tendrás el dinero en dos días a más tardar.
—Muchas gracias amor, te amo mucho.
Su corazón se derrite ante tales palabras.
—Te amo mucho más.
Termina la llamada, guarda su teléfono y por segundos se queda para allí afuera con la mirada completamente perdida. Sabe que haberse casado fue un completo error, era joven y no pensaba lo que hacía, según su criterio. Johnny siempre ha sido el amor de su vida, pero para lastima de ella es pobre y un completo inútil. Sale de su trance y con sumo cuidado vuelve adentro, después de tomar un vaso de agua, sube a la habitación, el sigue profundamente dormido, se acuesta para después taparse. Mira detenidamente al hombre que tiene justo a su lado, desnudo, es guapo bastante guapo, pero para ella Johnny no tiene comparación alguna, nadie le llega a los talones. ¿Se siente mal? Talvez, pero entre ser pobre y tener al amor de su vida, y ser millonaria y fingir amar, para tener estatus social, sin rechistar elegiría la segunda opción... Y es justo lo que esta haciendo...
//Alessia Cruz//
Fátima y yo llegamos entre bromas y risas a la oficina, nos levantamos tarde y no tuvimos tiempo para casi nada.
—Casi no llegamos —dije riendo.
Salimos del elevador.
—¡Lo se! —acalló su risa— ¡Fue tu culpa!
—¿Mi culpa? —me hice la ofendida.
—Si, ¡Si no te hubieras puesto a bailar! —dijo aguantando la risa.
—¡Tu me seguiste! —dije en mi defensa.
—¡¿Yo!? Fueron unos cuantos pasos.
Christopher paso a nuestro lado, ignorandome por completo, mi rostro se tornó serio en cuestión de segundos. Fátima tomó mi hombro en señal de consuelo.
—Bien, de igual manera no me interesa.
«Esa ni tú te la crees»
Levantó una ceja.
—Bueno si un poquito, ahora necesito armarme de valor para ir a dejarle los papeles que me pidió ayer.
—Ve, buena suerte, cualquier cosa estaré en mi lugar —me abrazo.
Caminé hasta su oficina ya con los papeles en mano, dudé un poco pero al final me armé de valor, toqué y entré.
—Buenos días.
—Buenos días —respondió sin verme.
—Al menos mírame ¿No? —expresé molesta.
«Ya la cagué»
Dejé los papeles en su escritorio y me dí la vuelta dispuesta para irme, pero un agarre en mi brazo me detuvo, me volteé de nueva cuenta quedando frente a el. Cuando pensé que me daría un beso en la boca, simplemente me lo dio en la mejilla. Quería llorar.
—Lo siento —mencionó.
—No, yo lo siento.
«Acabemos con esto de una vez»
—¿Por qué?
—¿Tuviste sexo con ella? —pregunté aguantando las lágrimas.
Me negué a verle la cara. No respondió.
—Perfecto, perdóname tu a mi, por haber sido tan estúpida como para aceptar esto.
No pude más. Salí de allí y me fui corriendo al baño, a los segundos llego Fátima, para darme un abrazo. Y ahí... No pude más y me quebré.
«Listo, aquí terminó todo»
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Editado ✔️
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